Marina García Polo, la modestia de una medallista olímpica: "Con ir a los JJOO ya estaba más que satisfecha"
José Antonio Jiménez 05/09/2024 |
El destino ha querido que Marina García Polo (Sevilla-2004) haya hecho historia de la natación artística española ante los suyos y con la compañía de su paisana Alisa Ozhogina (también formada en el CN Sincro Sevilla). En París, una ciudad en la que nuestro país volvía al podio olímpico tras una larga travesía de fracasos y la búsqueda de las nadadoras que se convirtieran en el relevo generacional de las Gemma Mengual, Ona Carbonell, Andrea Fuentes… La casualidad posibilitaba que la cercanía de la capital francesa fuera la excusa perfecta para que sus seres más queridos vivieran desde las gradas tres días de máxima tensión que acabaron con final feliz.
“En ese momento sentía muchísima felicidad. Intentaba siempre mirar a la grada, estaba allí toda mi familia. E intentar que me vieran porque realmente esto lo he conseguido gracias a ellos y que estuvieran allí conmigo era bastante importante para mí. Y también se me vino a la cabeza todo el año que hemos pasado, que ha sido un año bastante largo, bastante duro, que ha tenido un final feliz y que por lo menos nos ha merecido la pena”, recalca para este sitio web sobre lo sentido en el podio por una medallista olímpica que no ha podido elegir un mejor lugar para glosar todo lo vivido en unos días que nunca olvidará: Hytasa, el centro deportivo donde comenzara a demostrar que venía para figura grande en su deporte.
“Hombre, evidentemente ya solamente con ir a los Juegos yo ya estaba más que satisfecha, pero sí que es verdad que llevábamos dos años consolidando bastante la imagen de España y con bastantes buenos resultados. Pero claro, una vez llegas allí sabemos que puede pasar cualquier cosa, que con el nuevo reglamento es muy fácil estar arriba o estar abajo. Y nosotras íbamos a luchar, íbamos todas con muchísimas ganas y soñando mucho, pero claro, nunca sabes qué puede pasar”, recalca en relación a tres rutinas que habitualmente tienen premios individuales, pero que en unos JJOO únicamente premia a las tres mejores selecciones en las rutinas libres, técnica y acrobática.
“Psicológicamente ha sido intenso porque el primer día que era de presentación fue bastante bien, estábamos muy contentas, pero claro, quedaban aún dos días. Es decir, en el primer día no acababa nada, no teníamos ningún tipo de resultado, por así decirlo. Entonces teníamos que seguir peleando el segundo día. El segundo día nos fue un poco peor, pero claro, no nos podíamos permitir estar un poco de bajón porque nos quedaba un día todavía. Es decir, la cabeza creo que nos ha ayudado mucho, somos bastante fuertes de cabeza todo el equipo y creo que entre nosotras nos ayudamos mucho en este tema. Y para el último día tiramos bastante de cabeza y de corazón. Físicamente quedaba poca energía porque ya llevábamos dos días bastante intensos, pero la cabeza tiró muchísimo y el corazón tiró aún más”, analiza al respecto.
Una medalla que quedaba rubricaba de manera virtual tras conocerse la puntuación de Japón… aunque restaba por saber qué haría México para que España estuviera definitivamente el podio. “Vimos que Japón no nos superaba en puntuación y ya solamente veía caras de felicidad en nosotras. Sí que es verdad que no nos quisimos adelantar porque quedaba México y México tiene muy buen ‘acro’ y todavía nos podía pasar perfectamente, México lo hace muy bien y tenían buena coach card. Entonces estábamos muy contentas, pero dijimos “vamos a esperar” porque vimos algunos vídeos antes de los Juegos Olímpicos de gente que celebraba antes de tiempo y tal, como para motivarnos de que tenemos que seguir luchando hasta el final. Entonces no quisimos que nos pasara esto de celebrar antes de tiempo y después que fuera peor la caída. Esperamos que México terminara, una vez terminó México, que ya sabíamos que sí era medalla segura, ahí ya sí que llorábamos y nos abrazábamos y de todo”, enfatiza.
Marina García Polo, estudiante de Farmacia y alejada de su familia (vive en Barcelona por imperativos deportivos), analiza cómo ha pasado en el ciclo olímpico recién acabado de prometedora júnior a medallista olímpica. “No sé muy bien cómo se maneja, la verdad, no sé cómo lo estoy manejando en verdad. Yo creo que algo que me caracteriza es que nunca he cambiado mi forma de ser, por así decirlo, por más logros o menos, esto me ha ayudado mucho también mi familia, porque siempre están ahí y siempre son los que me dan un toque de atención en algún momento que se me vaya. Y no sé, esto solamente me da ganas para seguir cosechando en el futuro todo lo que llevo detrás para que siga hacia adelante”, recalca en relación a cómo le ha cambiado las cosas en apenas tres años.
Obligatoriamente, al hablar de este bronce toca acordarse de la persona que le abrió las puertas de la selección (Mayuko Fujiki). “Le estoy eternamente agradecida porque, aparte de confiar en mí desde un primer momento, me puso muchas facilidades a la hora de irme a vivir a Barcelona, porque el primer año que me lo propusieron, en un principio yo iba a decir que no, pero gracias a Mayu me propusieron ir probando poco a poco y ya al año siguiente poder entrar interna. Y gracias a eso tomé la decisión de entrar, porque si no yo hubiera dicho desde un principio que no. Entonces, súper agradecida de la facilidad que tuve para poder adaptarme y para poder entrar y por supuesto de la confianza que han depositado en mí y que siempre me han brindado. Alisa (Ozhogina) y yo venimos las dos de un club, el Sincro Sevilla, en el que se trabaja muy bien y siempre desde muy pequeñas nos han cuidado muchísimo. O sea, es un club en el que se quiere mucho, es una familia y siempre van a intentar ayudarte y ponerte lo más arriba que puedan y yo creo que en parte esta medalla es gracias al club, porque siempre ha estado ahí apoyándonos y son nuestros inicios y es de dónde venimos realmente. Se va Mayu y llega un mito de la natación española, como es Andrea Fuentes”, ensalza sobre la entrenadora nipona, sustituida en el cargo recientemente por otra leyenda de nuestro deporte.
“Pues creo que va a ser un buen cambio, un cambio en la dinámica, en las personas, todo, que creo que nos va a venir muy bien y nada, espero que haya novedades, innovar, cambiar un poco el chip, la mentalidad, un poco todo y a ver si nos va bien. Yo creo que sí, que tenemos muchas ganas todas y estamos bastante ilusionadas y seguro que nos adaptamos bien y que va muy bien todo”, vaticina sobre el desembarco de la hasta hace unos días seleccionadora de Estados Unidos.
Medalla olímpica, pero ya a pocas semanas de comenzar un nuevo curso en el que tocará de nuevo situar a España en el lugar que se merece. “La última competición que tenemos en la temporada 2024-2025 es el Mundial en Singapur y vamos a montar nuevas coreos con Andrea, con el objetivo de enseñar una nueva imagen de España que guste incluso más que la que acabamos de dar y con muchas ganas de empezar, de competir, de ver qué tal están los países, si hay cambios o no, y eso con mucha ilusión. Y comenzar a trabajar un nuevo ciclo olímpico también. También, que de aquí a cuatro años, a ver qué pasa, yo siempre digo de ir año a año porque nunca se sabe lo que va a pasar, también quiero intentar apretar un poco en el tema de estudios porque este último año con las olimpiadas me ha costado bastante, pero creo que es importante no perder esto, así que este año que entra intentaré también intentar compatibilizar lo mejor que el año pasado”, argumenta sobre lo que viene. Fuentes, que llegará de mano de su esposo (Víctor Cano, exgimnasta también clave con su trabajo en la mejora de Estados Unidos en las últimas competiciones).
Y para acabar, desde el conocimiento y la experiencia, algún consejo para otra sevillana que viene pegando fuerte y que está llamada a ser parte importante de la natación artística patria (Aurora Lázaro, que acaba de lograr dos bronces en el reciente Mundial Júnior de Lima). “Que trabaje siempre con ilusión, con la misma ilusión con la que trabajaba en el club y con las mismas ganas que lo traslade allí, que se adapte bien a todo, que yo creo que el equipo lo pone bastante fácil para eso, y eso, que cualquier problema que tenga, que nos lo cuente a Alisa o a mí, que sabe que estamos aquí para lo que necesite. Y si se tiene que ir a Barcelona, una sevillana más allí, ¿no? Una más, una más para el grupo, vamos a ser más que las madrileñas al final”, rubrica en un tono que hay que saber encuadrar en su justo contexto.