1-0: Un escalón demasiado alto
Lucas Haurie 25/01/2024 |
Bastante hizo el Sevilla, en el estado en que se encuentra, con aguantar de pie 80 minutos en la noche tristísima de Madrid, y no crean que el adjetivo tiene algo que ver con la eliminación copera. Es pecado capital que jamás debe cometer el periodista el ponerse por delante de la historia que debe contar, aunque sabrá el lector ser indulgente en tan especialísima y trágica ocasión. Hágase la crónica, en todo caso, y quede constancia que el Atlético es el cuarto semifinalista del torneo del KO a costa de los chicos de Quique Flores, que se quedan hasta mayo con la única misión de eludir el descenso. No es ilusionante, da su miedito, pero es lo que hay.
Reclamará el lector, como medio local que es éste, un poco de grandilocuencia en el relato de la última jugada del partido, el penalti que pudo suponer el empate sevillista señalado y revocado por intervención del VAR. La jugada es dudosa, imposible de enmarcar en el epígrafe de “error manifiesto” que debía presidir la utilización del vídeo. El sevillista tiene derecho a sentirse perjudicado, el atlético percibirá un toque de Pablo Barrios que casi se intuye. Podrá decirse que el fútbol español desprende un hedor a corrupción sistémica que tira de espaldas, pero se incurriría en una exageración. El problema es que, tras perpetrar el ignominioso atraco siglo del Real Madrid al Almería hace cinco días, Hernández Hernández no podía estar en la sala VOR porque se iba a ver forzado a compensar a la media España antimadridista, que simpatiza por el Atlético. País de trincheras, país irrespirable. Ya verán cómo le compensan al Sevilla en próximas jornadas.
Confiaba seguramente Simeone, que es hombre de no contraer riesgos excesivos, en la tendencia autodestructiva de la defensa del Sevilla, al que en ocasiones basta con mantener cerca de su propio portero para que se sabotee a sí mismo. Era atinado el cálculo del Cholo porque, tras unos minutos de tanteo en el que Ocampos e Isaac amagaron con presionar arriba, enseguida llegó el regalo defensivo, esta vez en forma de grosero penalti de Marcao que buscó con habilidad Molina. Con lo que nadie contaba era con el topo que se alió con Nyland: saltó desde el punto de cal justo cuando Griezmann iba a ejecutar, cayó de bruces el francés y mandó la pelota a las nubes.
La titularidad del portero noruego, el tercero en nueves tras jugar Alberto Flores en Getafe y Dmitrovic en Gerona, fue una relativa sorpresa. Era lógico desde el punto de vista futbolístico, vista la transparencia del serbio, pero no llegaban informaciones rotundas de su completa recuperación. No es Bono, desde luego, aunque su sobriedad tranquiliza en este tiempo de zozobra. En la primera hora de partido, sólo tuvo que intervenir para interceptar algún centro lateral, si bien el peligro le rondó en los balones llovidos que sus centrales no terminaban de defender bien. Desde un saque de banda prolongada, Griezmann rozó el gol con una acrobacia. Enseguida, metió los puños con solvencia para desviar un tiro de Lino.
Un equipo que defiende, como eligió hacer Quique Flores en el Metropolitano, debe al menos amenazar para que su adversario no lo asedie; o lo asedie menos por la obligación de echar una mirada atrás de vez en cuando. Apenas se asomaron dos veces los visitantes, en empalme de Marcao regalado por la zaga atlética, más febril que de costumbre, y en contragolpe avieso de Rakitic y Ocampos que cortó Koke de milagro. Poca cosa como para disuadir de su ofensiva total al Atlético, que encontró su premio fabricado por Correa y Memphis, los dos relevos de lujo de la delantera de Simeone. Enseguida pudo empatar Sergio Ramos a la salida de un córner peinado por Ocampos, pero llegó una décima tarde y remató alto.
En el último minuto del descuento Pablo Barrios cometió un penalti que parecía claro sobre Lamela que Gil Manzano señaló sin dudar. Ante la sorpresa generalizada, Hernández Hernández lo llamó a capítulo y se desdijo el árbitro extremeño por entender, sin que ninguna imagen lo demostrase claramente, que jugador local había tocado el balón antes que el sevillista. Incomprensible.
FICHA TÉCNICA
At. Madrid (1): Oblak; Nahuel (Marcos Llorente, minuto 55), Giménez, Witsel, Hermoso, Lino; Koke, De Paul, Saúl (Pablo Barrios, minuto 55); Griezmann (Correa, minuto 65) y Morata (Depay, minuto 65).
Sevilla FC (0): Nyland, Jesús Navas (Juanlu, minuto 69), Marcao, Sergio Ramos, Nianzou, Pedrosa (Rafa Mir, minuto 83); Soumaré, Sow (Acuña, minuto 83), Óliver Torres (Rakitic, minuto 50), Ocampos; Isaac Romero (Lamela, minuto 69).
Goles: 1-0, minuto 79: Depay.
Árbitro: Gil Manzano, extremeño. Amarillas para Óliver Torres, Sergio Ramos, Pedrosa, Giménez, Hermoso, Lamela, Koke, Rakitic, Rafa Mir y Simeone.