¿Por qué terceros?
Paco Cepeda 15/07/2020 |
El Sevilla ya ha conseguido su principal objetivo, una plaza Champions. Y lo ha logrado con margen, con dos jornadas, aunque sean unos pocos días, para poder colocarse una chanclas de marca y pasear por La Concha tranquilamente. Es una tentación siempre presente. Pero el presidente Castro y Monchi salen como leones, leones orgullosos y satisfechos pero leones, para pedir más. ¿Por qué? Yo creo que por muchas cosas. Primero porque si se quiere uno creer que es exigente tiene que hacer cosas de exigente. Es como si le pido a mis hijas que no coman bollería industrial mientras no me salen las palabras con un donut de chocolate en la boca. Así, complicado. Hay que ser terceros porque se puede y porque quedar por delante del Atlético de Madrid no es ninguna tontería. Además hay dinero de por medio.
Pero hay más razones. Si el equipo se pone las chanclas ya, a 15 de julio, cuando lo normal es que estuvieran volviendo de las vacaciones, sería casi imposible competir de nuevo en agosto por plata. Habría un parón mental y físico que colocaría al Sevilla en un mal punto de partida, aunque peor será para los alemanes. La Roma va a competir en su Liga hasta agosto, ellos dirán que llegan a la Europa League cansados, saturados, y será verdad, pero también rodados. El Sevilla estará 20 días sin competir, descansado en las piernas, pero con la cabeza embotada de entrenar en un año tan atípico en el que lo mental lo es casi todo. Mejor por tanto engancharse a lo que sea, a esa tercera plaza, para no perder el gusto por la autoexigencia, aunque sea una semana más. El Sevilla es así, así ha querido ser y le ha costado mucho trabajo encontrar su punto. Por eso es bueno seguir con ese discurso y que sea creíble.