La revolución silenciosa

Miguel Ángel Chazarri 26/03/2020

El fútbol cambia cada verano y no pasa nada por ello. Es el hábitat del Sevilla, un estado natural en el que se mueve sin miedo. Con mayor o menor tino, quizás porque la figura de Monchi tranquiliza, se tiende a pensar que el Sevilla ya tiene una base de plantilla confeccionada. Efectivamente, cuenta con jugadores muy competentes (Diego Carlos, Fernando y Ocampos, principalmente) y un grupo de lugartenientes que acompañan adecuadamente (Vaclik, Navas, Óliver Torres, Joan Jordán...) Pero echando un vistazo a la plantilla, se adivinan de nuevo profundos cambios, casi la revolución de todos los veranos con el aval de que la dirigirá Monchi. Varios jugadores tienen sus días contados. O cuando menos, su futuro muy en el aire.

Bono. No ha encajado en absoluto. La lesión de rodilla de Vaclik activó las alarmas, todo un síntoma del estado de la portería. Una vez recuperado el checo, volvió la calma. Cedido por el Girona, nada hace pensar que vaya a seguir. Se trata de buscar un portero titular. O cuando menos, que pelee con Vaclik de igual a igual.

Escudero. Está por ver si uno de los capitanes aguanta una temporada más su rol de suplente. Le queda un año de contrato. Y tendrá ofertas para salir.

Reguilón. Quizás sea el momento de comprarlo, aunque su rendimiento levanta dudas. Empezó muy bien, posteriormente jugó muy mal y ahora parece que se va levantando no sin dificultades.

Sergi Gómez. Nadie duda de su entrega y profesionalidad. Ha callado y trabajado. Otro año tan relegado parece difícil que lo soporte. Al final terminará sumando un número interesante de partidos. Al tiempo.

Banega. Ya no 'está'. Su futuro se encuentra en el fútbol exótico. Ha perdido hasta la titularidad. Se trata de extraer el último jugo de su inmensa calidad. Si ofrece algunos partidos buenos, el Sevilla dará un gran paso para lograr su objetivo.

Franco Vázquez. Cuestiones de fe aparte, el Mudo afrontaría el próximo verano su última temporada como sevillista. Ya está bien la broma, ¿no?

Rony Lopes. Inversión carísima (23 millones) tirada a la basura. En cuanto se pueda, a colocarlo. Jorge Mendes es el hombre. Si encuentra otro sitio para Rony, pronto será historia.

Nolito. Termina contrato esta temporada y no se ha producido el menor movimiento para renovar su contrato. Así que blanco y en botella...

Munir. No tiene sentido seguir así. A Lopetegui no le gusta. Tiene cualidades, entre ellas el gol. Pero su frialdad y el hecho de no encontrar la más mínima continuidad lo han condenado. Tendrá que buscar equipo.