La imposible adaptación de Kiyotake
El fallecimiento de su hijo nada más llegar lastró la corta etapa del japonés en Sevilla
Redacción 01/02/2017 |
Posiblemente haya un motivo futbolístico para que Hiroshi Kiyotake haya tenido un paso tan fugaz por el Sevilla. Es cierto que no es demasiado preciso en el pase y que ello penaliza ante un entrenador como Jorge Sampaoli. Aunque en este caso, analizar los defectos de Kiyotake para explicar su rendimiento es quedarse en la superficie, entre otras cosas porque el japonés también cuenta con virtudes como el dinamismo, la agilidad, cierta rapidez, buena visión de juego... Perfectamente tiene nivel para formar parte de la plantilla. Pero la vida de Kiyotake en Sevilla se torció nada más aterrizar. Empezó de la peor forma posible. A poco de llegar, recibió la noticia del fallecimiento de su bebé. Su fulgurante inicio, su estupendo debut en la recordada noche del Espanyol en la primera jornada se fue apagando. Kiyotake desapareció primero de las alineaciones y posteriormente de las convocatorias.
El jugador mantuvo la trágica noticia en silencio. Optó por el mutismo y por intentar que no se supiera nada. La gente principal del club lógicamente sí tenía conocimiento del suceso. El hecho de tener a su familia en Japón poco a poco le hizo entender que su sitio no estaba aquí, que tenía que regresar a su país para estar cerca de ellos en un momento muy delicado. Nada más se abrió el mercado invernal, Kiyotake le pidió al Sevilla negociar su salida. Y no a Alemania, donde conserva un buen cartel. En otra situación, Kiyotake perfectamente hubiera sido jugador de la Bundesliga. Allí era un futbolista a tener en cuenta. Comenzó su agente a moverlo y apareció la oferta del Cerezo Osaka, entidad con la que se ha llegado al acuerdo.
Marcado por este golpe, cabe decir que el japonés no ha dado un solo problema de convivencia. Discreto y educado con sus compañeros, Kiyotake intervenía con normalidad en el día a día del grupo. Simplemente, no ha podido ser. El Sevilla, que ahora no alarga situaciones que no conducen a ningún sitio, negoció y ha podido recuperar casi todo lo que costó su fichaje (5,5 millones). En este caso, la circunstancias personales jugaron absolutamente en contra de Kiyotake. En su cultura, con una edad muy buena para un futbolista (27 años) y arropado anímicamente, intentará resurgir tras su condicionado paso por Sevilla.