

El caos del Sevilla: partido detenido, monumental bronca y agresión a José Ignacio Navarro
![]() Miguel Ángel Chazarri 06/04/2025 |
En el Sánchez-Pizjuán de los últimos tiempos ha sido habitual el "directiva, dimisión", según fuera el resultado. Se ha escuchado en multitud de ocasiones, ya que como es bien sabido el equipo gana poco. Sobre la hora del partido ante el Atlético de Madrid, desde Gol Norte comenzaron a tirarse papeles amarillos con el lema "Junior, vete ya". Fueron tantos que Soto Grado tuvo que parar el juego 4 minutos.
Incluso existió la posibilidad de terminar el choque. Oblak y los jugadores del Sevilla hablaron con el árbitro y le dijeron que lo mejor era reanudarlo para que el ambiente se calmara. Así lo hizo el colegiado. Mientras el juego estaba parado, la bronca fue unánime. De absolutamente todo el campo: "Junior, vete ya". También Víctor Orta, director deportivo, se llevó lo suyo con un estruendoso "Orta, vete ya".
El cántico pegó con fuerza y como nunca en Nervión. La situación se va volviendo peliaguda a medida que se acerca el final de LaLiga y el equipo no gana. Lejos de Europa, el objetivo es no meterse en apreturas finales clasificatorias, lo que traería mucha descomposición en la entidad. Más todavía.
La situación no tiene cambios por el momento y el Consejo acaba de ganar una Junta de Accionistas con holgura. El Sevilla está regido por un pacto hasta 2027 y a él se aferra el presidente, desacreditado para la mayoría de la afición. Mientras, surgen otras vías para comprar acciones y meter savia nueva (Lappi), pero nada está cerca de producirse. Y no será rápido. El Sevilla malvive en un clima de guerra civil y sin referentes en ninguna esfera de la entidad.
Y tras el partido...
La traca. José Ignacio Navarro, mano derecha de Del Nido Carrasco y Director de Estrategia de la entidad, quiso salir por su propio pie del campo tras el partido. Imposible. La muchedumbre esperaba y con ganas de liarla. Varios hinchas se le acercaron. Un individuo, a la carrera, soltó un brazo que impactó en la cabeza del conocido como "psicólogo". Entre los vigilantes de seguridad y algún policía que se acercó a las inmediaciones de la puerta 5 pudieron poner a salvo a Navarro, que corriendo volvió al estadio para refugiarse, ya que los 40 o 50 que gritaban no se marchaban e iban a por él. Cuando llegaron más efectivos policiales la situación se calmó. El Sevilla es un completo caos.