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1-1: No es no
![]() Lucas Haurie 24/02/2025 |
El Sevilla no gana dos partidos seguidos que lo lancen en la lucha por la competición europea pero tampoco debe temer por la categoría. Frente al Mallorca, uno de esos equipos que ignora si es gavilán (europea) o paloma (carne de permanencia), este grupo esforzado y mediocre camina hacia el verano sin ilusiones ni sobresaltos. Un aburrimiento para los optimistas y una bendición para los cenizos. Todos, tirios y troyanos, soñaron con una semana de cuentas continentales gracias al gol de Kike Salas en el descuento de la primera parte y se arañaron la cara en la prolongación de la segunda, cuando Valjent empató el encuentro.
Fue un primer tiempo áspero, en el que los sevillistas quisieron dejar claro que no se gana en Nervión sin fricción ni fútbol de alta escuela. "Vale, perdemos con el Barça -decían los locales-, pero un Mallorca cualquiera no se va a pasear en nuestro campo". Los chicos de Jagoba Arrasate, así, se conformaban con llegar incólumes al intermedio, y habrían cumplido su propósito si no hubiese forzado Rubén Vargas una falta cuando ya se encaraba el descuento. El Sevilla lo apostaba todo a una estrategia y Lukebakio colgó el balón al área para que, en segunda jugada, Kike Salas estampase un zurdazo en la red. Un gol de ventaja no es demasiado, pero tampoco poca cosa.
En la primera mitad, ninguno de los dos conjuntos había mostrado mucho. Sin embargo, el Sevilla había permitido en su área menos alegría que el Mallorca, al que Rubén Vargas bien habría podido ejecutar a la media hora con un disparo desde la frontal y a quien Dodi Lukebakio pudo sentenciar al cuarto de hora del segundo periodo, cuando su disparo se fue alto. La ventaja y el escaso talento que los isleños ponían en liza invitaban al optimismo, pero Isaac Romero mandó su disparo en culminación de un contragolpe y la diferencia, exigua, cuando se encaraba el cuarto final del encuentro invitaba al suspense. ¿Sería capaz el Sevilla de ganar con otra portería a cero? Nyland y sus centrales tenían la respuesta.
Badé perdió una pelota ante Muriqi, que cedió a Robert Navarro, cuya vaselina ante el portero se marchó alta. García Pimienta, renuente a los cambios, iba aculando al equipo y el Mallorca ponía cerco a la meta con cabezazo de Larin que Kike Salas repelía y con una incursión de Antonio Sánchez que caía delante de Carmona sin que el árbitro apreciase penalti. Era poca cosa, pero un colegiado malaje... Lo cierto es que los locales lo apostaban todo a su defensa cuando quedaban diez buenos minutos. Peligroso, aunque se alcanzó el descuento sin que los isleños creasen más ocasiones.
¿Podría haber hecho más el Sevilla? Por supuesto, debería haber asustado -al menos- al rival pero la cosa estaba controlada hasta que Nyland salió a 'prendere farfalle' en una falta lateral absurda. El vikingo pifió, incomodado por un rival que no le hizo falta, y Valjent remató a la red. Para unos, fue un mazazo. Para los más sensatos, se marcan distancias con la zona del pánico y ya veremos qué da el final de temporada. Lo lógico es que dé poco, una primavera tranquila. En agosto, los pesimistas pensaban que no había tres equipos peores. Los hay, claro que sí, pero para jugar en Europa hay que estudiar más.
FICHA TÉCNICA:
Sevilla FC (1): Nyland, Carmona, Badé, Kikie Salas, Pedrosa, Saúl, Sow (Agoumé, minuto 81), Juanlu (Manu Bueno, minuto 85), Lukebakio, Isaac Romero e Isaac Vargas (Ejuke, minuto 81).
RCD Mallorca (1): Greif, Maffeo (Valery, minuto 85), Valjent, Raíllo, Copete, Mojica, Mascarell, Darder (Abdón Prats, minuto 77), Dani Rodríguez (Antonio Sánchez, minuto 77), Assano (Robert Navarro, minuto 67) y Muriqi (Larin, minuto 77).
Goles: 1-0, minuto 45+2: Kike Salas. 1-1, minuto 91: Valjent.
Árbitro: Muñiz Ruiz, gallego. Amarillas para Darder, Mojica, Raíllo, Arrasate y Carmona.