El día de los enamorados (y más)

Javier González-Cotta 14/02/2025

El mundo emparejado celebra hoy el día de San Valentín, el santo del amor. Cupido dirige sus flechas sobre el dulce y asaeteado corazón de los enamorados. Nada que ver con las flechas del mártir y apolíneo San Sebastián, icono pop, por otra parte, del mundo gay.

García Pimienta y la gerencia del Sevilla se dispararon por largo tiempo las flechas del amor. No hubo idilio más bonito en Primera División. Pero el entrenador hizo un amago y quiso cambiar las flechas de San Valentín por las de San Sebastián. Quiere decirse que García Pimienta se marcó por unos días un martirio a la carta, simulando que sufría cual mártir flechado y atado al tronco del árbol, como en el excelso cuadro de El Greco. Se quejó de la configuración de la plantilla en invierno y de la escasez de efectivos con los que habrá de contar hasta mayo. Pero el disfraz de mártir ‘pichardiano’ le ha durado poco. Hace unas horas ya decía en rueda de prensa que "la relación con la directiva es buenísima, la misma de cuando llegué en junio".

El amor sólo se entiende a vuelta de página: el desamor. Dice Frédéric Beigbeder, ‘enfant terrible’ en la Francia de las letras, que "el amor empieza en agua de rosas y acaba en agua de borrajas". Todos los años lo recuerdo llegada la fecha de marras. Es lo que parece haber pasado entre el entrenador y la directiva: el agua de rosas empezó de pronto a oler mal. Se nos quiere hacer creer que García Pimienta, Del Nido junior y Víctor Orta han cambiado de nuevo el agua en el jarrón de las flores y que todo huele otra vez como la rosa de Juan Ramón Jiménez. Pero de nada habrá servido la teatral y botánica escenificación si el Sevilla pierde mañana frente al colista Valladolid.

Todo el mundo se fija en que este 14 de febrero es el día de San Valentín. Pero se olvidan los festejos subalternos que hoy también se celebran. A saber: el Día Mundial de la Energía, el Día Europeo de la Salud Sexual y el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas. Y es aquí donde el Sevilla FC ha de recordar que poco o nada tiene que celebrar. De energía anda bajo o casi fundido. De salud sexual presenta serios indicios por los extremos (o castidad malsana o gonorrea pudridora). Y de cardiopatía congénita ofrece el habitual cuadro de arritmia ante el peligro de un descenso.

Visto así, se ve que el 14 de febrero es el día del corazón en todas sus facetas. De ahí la tristeza que causa este día en Nervión. He ahí un corazón congelado, falto de brío y enfermo. Al parecer, leo que el Sevilla no ha perdido en Pucela en los últimos quince años (desde la primavera de 2010, cuando éramos jóvenes, como quien dice). Disculpen si les suelto ahora el clásico para acabar la presente: las estadísticas están para romperse. Entre lesionados y sancionados (Badé, disfrázate por favor), el panorama para Valladolid tiende al lado húmedo y sombrío del corazón.