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El Adana Demirspor marca el camino en Turquía
![]() Javier González-Cotta 10/02/2025 |
Del Nido Júnior dijo ayer que el Real de Madrid intenta destruir el fútbol español con su batalla arbitral y que el FC Barcelona, con su ominoso silencio, poco menos que parece disfrutar con las migajas que le arroja don Florentino de Pérez y Rodríguez. Ayer fue en Nervión desde donde se denunció la deriva que ha tomado el Real de Madrid. Pero antes de ayer fue en Heliópolis. El presidente Haro también habló poco menos que del tremendismo nocivo en el que vivía sumido el Real de Madrid en su particular rabieta contra el estamento arbitral.
Es curioso. Béticos y sevillistas de corbatazo y planta noble (o no tan noble) han roto relaciones institucionales desde el consabido episodio de la banderita en el último derbi. Según se mire, casi todo aquí es hiperbólico también. La sandez cometida por unos muchachos provocó el hiperbolismo en verde de su dirigencia, lo que llevó, a su vez, a la hiperbólica contrarreacción desde Nervión. Aun así, todo es doblemente curioso. La hermandad hispalense ha llegado por la tangente. Parece que es necesario que los dos clubes de la ciudad rompan vínculos para que ambos compartan una misma idea de la existencia en el fútbol español y la expresen casi en idénticos términos. Viene a ser como otra versión de los extremos que se tocan. Lo quieran o no, ahora vuelven a estar unidos como piezas de caza. Don Florentino de Pérez y Rodríguez ni olvida ni perdona. Su venganza, bajo su particular jeta de hielo, se servirá como corresponde: en frío.
Ya puestos en su particular delirio, el Real de Madrid debería mirar a Turquía. En este país el fútbol forma parte de la crónica de sucesos. Ayer, en su partido contra el Galatasaray de Álvaro Morata, el Adana Demirspor se retiró del campó por orden de su técnico Alper Avci. La retirada ocurrió a la media hora del encuentro. Era su forma de protestar por el arbitraje turco en general y, en particular, por el penalti pitado en su contra en el minuto 11 (el propio Morata lo transformó en gol). El Galatasaray ha hecho mofa en redes de la decisión del defenestrado Adana Demirspor. El equipo de la región donde se han rodado las series 'Tierra amarga' (pésima) y 'Shamaran' (buenísima) y de donde es oriundo el gran escritor turco Orhan Kemal (disculpen la cultureta digresión), figura último en la Superliga turca (acumula 5 raquíticos puntos y un saldo de menos 31 goles).
He aquí, pues, el camino a seguir por parte del Real Madrid en su aversión contra el arbitraje español y que, como se sabe, ocupa gran parte del menú de su televisión oficial. Podría desvincularse de la Liga española y pedir su ingreso en la Superliga turca. Amagaría con marcarse un Fenerbahçe (curiosamente, este otro gran club turco se ha sentido agraviado por los arbitrajes en Turquía y amagó hace poco con dejar la Superliga por otra). Sea como sea, tras el ejemplo del Adana Demirspor, el Real de Madrid no tendría problema alguno para retirar al equipo del campo en caso de arbitraje supuestamente parcial, interesado o incluso inmoral. Imaginemos, ya puestos, un Real de Madrid-Fenerbahçe en la Superliga turca. O sea, entre el club del exilio a la carta y el otro club que amaga con exiliarse por culpa de los árbitros turcos. Lo que parecería un disparate podría ocurrir perfectamente. Desde el regreso de Trump 2.0 el mundo discurre como una colosal vuelta de campana entre realidad y ficción.