El Barça y el ‘déjà vu’
Javier González-Cotta 07/02/2025 |
Casi todos hemos vivido ese momento de paramnesia en el que experimentamos algo que creemos haber vivido ya. A esta especie de calcomanía entre pasado y presente imitado se le llama así, ‘déjà vu’. Con el FC Barcelona pasa algo muy parecido. Viene a Sevilla, salta al Sánchez-Pizjuán, y gana con mayor o menor economía del esfuerzo. La última derrota se convierte en un ‘dèjá vi’ de la penúltima. La penúltima es el ‘dèjá vu’ de la antepenúltima. Y la antepenúltima se vivió como la anterior, como experiencia ya acontecida. Desde marzo de 2015 el Sevilla FC no le gana al Barça en Liga. Para algunos aquello aconteció en el tiempo en el que uno creía ser joven, mientras duraba el idilio de la piel frente al espejo.
No tengan duda. Este domingo tendremos otro capítulo en versión ‘dèjá vu’. El Sevilla perderá; pero lo hará como si ya lo hubiera vivido igual que una vez anterior, y otra aún más anterior, y otra, y otra… Que el Sevilla pierda contra el FC Barcelona se eleva a la categoría de certeza científica (el resultado se publicará pronto en la revista ‘Nature’). En el tiempo de los dinosaurios sucedió aquel partido de Supercopa de 2006 en Mónaco. El Sevilla de Juande Ramos venció al Barcelona de Frank Rijkaard en lo que para muchos ha sido el mejor partido de la historia visto en sevillista (Antonio Puerta casi marca uno de los goles maradonianos de la historia del fútbol).
En Nervión apenas quedan alicientes hoy. La Copa pudo servir de estímulo ante la inapetencia que se siente por la Liga. Pero el Almería hizo transitar al Sevilla por el desierto de Tabernas. Ahora el aliciente (por decir algo) residía en ver las prestaciones de Akor Adams. Pero el nuevo delantero, el de tan fulgente musculatura, se ha roto para casi dos meses y estará de baja en sincronía con Lokonga, titular esdrújulo con rango de titularísimo.
Es verdad. Nada le sale bien a este Sevilla. Da igual si son ponderables o imponderables. Todo es mala suerte (lesiones), todo es feo (el caso Kike Salas), todo es ambiente malsano (Del Nido padre vs Del Nido hijo) y todo es tedio (el equipo aparcado en la media tabla de la nada). García Pimienta se queja ahora por primera vez por tener una plantilla tan corta. No le han traído al lateral izquierdo que ha pedido ni se ha reforzado la zona media con algún refuerzo. Y Suso seguirá alargando su estancia sin que nadie comprenda cómo no juega en medio de una plantilla cuya calidad, salvo Lukébakio, resulta indecorosa (el partido de Getafe ha quedado registrado como uno de los más viscosos de la historia del fútbol español del siglo XXI).
Dicen que Pep Guardiola anda ahora triste y mohíno en el Manchester City (habla de equipo viejo y de él mismo en clave de vejez). Igual le ocurre como a esos entrenadores que quebraron mentalmente y de los que se habla en un documental de Eurosport (Zanetti, Garande, Fonseca). ¿Y si García Pimienta estuviera incubando un agujero negro, una depresión? La inminente y segura derrota en clave de ‘dèjá vu’ contra el Barça le va a ayudar poco. Nervión será un remedo de lo acontecido esta semana en Mestalla (ese 0-5 endosado por el cuadro de Hansi Flick y la afición mofándose de los suyos). Lo que se viva en Nervión podría ser, miren por donde, otra especie de ‘dèjá vu’. Creerán vivir muchos en el Sánchez-Pizjuán lo que ya vieron antes por la tele en Mestalla.