Media casa por hacer
Antonio Félix 29/01/2025 |
El Sevilla sigue dando pasos en su afán por no descender a Segunda, objetivo que, cada vez, parece más cercano. Y que, de lograrse, y dadas las apreturas de un campeonato tan demacradamente parejo, podría incluso tener el premio añadido de Europa. Así es la Liga. Uno no está para nada y, con dos buenas pinceladas, es capaz incluso de acabar de fiesta.
El Sevilla, cuidado, el equipo que más lleva gastado en el mercado invernal (la tiesura es universal), ha decidido sin embargo arreglar su casa comenzando por el tejado. Es notorio que los problemas del equipo alcanzan a todas sus líneas, y vigorosamente. Pero proseguir sin enlosar una estructura defensiva tan catastrófica sólo puede conducir al martirio, ergo, ser incapaz de doblegar al lamentable Espanyol en tu casa por recibir un gol, otro más, en una acción tan simple como disparatada.
Al Sevilla le hacen demasiado daño colgándole un balón al área, síntoma de un equipo sin cierre, que apenas dispone de un central de calidad (el pinturero Badé) en una línea de chiste a la que, además, no se le pone mayor freno por delante. No contar en una plantilla de 24 tíos con uno solo capaz de robar una pelotita en el centro del campo es de una negligencia entre cómica y cósmica. Con esa osamenta, no es de extrañar que al equipo le cueste desplegarse en ese vibrante juego ofensivo que, nos decían, tan característico era del hasta ahora ignoto 'estilo Pimienta'.
Eso, a pesar de haber acumulado un poder de fuego realmente intimidante, en particular gracias a la eclosión del guadianesco pero genial Lukebakio, bien completado en este mercado invernal con el fino extremo Vargas y un tallo nigeriano que obligará a Isaac Romero a mostrar, definitivamente, si tiene pasta de estrella o será otro más que quede por el camino. Como buenos lectores de esta página, nos consta que los responsables del Sevilla están por la labor de dar esa pinceladita atrás que, definitivamente, saque al equipo del saco del descenso (de agoreros nada, querido Haurie, realistas barojianos puros y duros) y lo meta en el de Europa, dando un poquito de inesperado azúcar a esta temporada tan condenadamente gris.