Dodi Lukebakio, un crack silencioso
Lucas Haurie 27/01/2025 |
Entre los pecados de Víctor Orta desde su regreso al Sevilla, se tiende a olvidar el miserable sabotaje que, en compañía de otros, perpetró contra José Luis Mendilibar, a quien obligó a jugar –y perder– una Supercopa de Europa y tres jornadas de Liga con el equipo a medio hacer. O sin hacer en absoluto. Las dos únicas victorias del vasco antes de su fulminación llevaron la firma de Dodi Lukebakio, que debutó en la quinta jornada con gol decisivo a la UD Las Palmas y desbarató dos semanas más tarde al Almería. Se lesionó para cuatro meses durante la negra etapa de Diego Alonso, que se fue sin conocer la victoria, así que los dos escuálidos triunfos que insuflaban alguna esperanza de permanencia cuando llegó Quique Flores, en puertas de la Navidad, eran debidos al internacional belga.
Sirva este recordatorio para mitigar la sensación amarga que dejó la primera temporada de Lukebakio en el Sevilla, que fue un fracaso a título colectivo pero notable en lo individual, teniendo en cuenta las circunstancias y adicionando los tres goles que marcó tras su reaparición, todos ellos en partidos sumatorios cuando la salvación todavía no estaba sellada (empate en Almería, victorias contra Las Palmas y Granada). Por la mitad de eso, entornos menos deletéreos que el sevillista entronizan a cualquier tuercebotas como leyenda, pero hablamos de un club en el que se menosprecia a Ben Yedder tras propiciar con un doblete en Old Trafford un pase a cuartos de la Champions y se recela de Lopetegui después de tres cuartos puestos consecutivos. En fin...
En esta media temporada, pese a la mediocridad apabullante del equipo, Dodi Lukebakio lleva marcados nueve goles –varios de ellos de bellísima factura– y destaca en eso que se llama "estadísticas avanzadas": segundo en regates completados en Primera división para conformar un quinteto cabecero con Lamine Yamal, Nico Williams, Mbappé y Vinicius –poca broma– y único futbolista de las cinco grandes ligas europeas que ha alcanzado los 25 "pases clave" –los que preceden a un remate– sin computar ninguna asistencia por la escasa puntería de sus compañeros, como le ocurrió con Juanlu contra el Espanyol. Si este artículo empezaba con el recordatorio de un grave error de Orta, resáltese ahora su acierto por haber fichado al bruselense por diez millones de euros: una bicoca que debería resolver en verano algunos de los problemas económicos del club... y, sobre todo, que le está permitiendo circular por la temporada sin angustias. Que no se lesione, por Dios.