Ridículo
Antonio Félix 15/01/2025 |
Es normal que cunda la desesperanza en torno al Sevilla, se expanda el agobio y resulte difícil avistar soluciones. Sin embargo, la principal resulta evidente. Para salir del tremendo atolladero en que anda metido, el club debe proponerse, concienzudamente, dejar de hacer el ridículo.
Es ridículo el combate social por hacerse con el poder de esta ruina. Es ridícula esa foto del Del Nido con la flor y nata (ja, ja) de la alta sociedad sevillana, más algún exfutbolista de tapadillo, proclamando la fortaleza de su proyecto y que, al día siguiente, se abra a vender sus acciones a quien mejore ese proyecto, entiéndase, a quien ponga la pasta correcta en su turbio bolsillo.
Es ridículo jugar como juega el Sevilla. Es ridículo renovar a un entrenador entre despistado y absurdo, amparado en esa falacia del estilo Pimienta, que lleva dando palos de ciego toda la temporada y que, si no tiene al equipo en descenso, es más por deméritos de sus tristes rivales que por hallazgos propios. Es ridículo elogiar al director deportivo, la única disculpa del entrenador, tan centrado en soltar el lastre que le dejó su mentor que descuidó forjar un plantel con las mínimas garantías.. Es ridículo, por decir algo, que el club no tenga un solo futbolista capaz de recuperar un balón y ridículo que, en este mercado de invierno, pierda un solo minuto en solucionarlo (¿Que no hay dinero? Espóiler: el central más valorado de Segunda tiene una cláusula de un millón de euros).
Es ridículo, por mucho que bordaran el festejo, jubilar a un futbolista todavía esencial en mitad de la temporada. Y es ridículo, y estas cosas le pasan a los equipos que van de culo, meterte en el tremendo lío de las apuestas ilegales para que tus ridículos colegas ganen 9.000 euros. Sería ridículo que el Sevilla descendiera, pero si sigue poniendo tanto de su parte, a nadie le va a extrañar.