Kike Salas se acoge a su derecho de no declarar y la Policía le clona el móvil
Miguel Ángel Chazarri 14/01/2025 |
Kike Salas se ha acogido a su derecho de no declarar por la presunta relación en el caso de apuestas ilegales por el que está siendo investigado. La Policía le ha clonado el móvil para comprobar las comunicaciones del futbolista y el contacto mantenido con los otros implicados para obtener beneficio económico en el caso de apuestas ilegales.
La Policía Nacional ha detenido al jugador del Sevilla FC por su presunta implicación en un caso de amaños en apuestas deportivas. El futbolista de 22 años habría pactado provocar tarjetas amarillas en partidos de Primera División para beneficiar económicamente a personas de su entorno, según ha adelantado El Confidencial. Un juzgado de Morón de la Frontera lidera la investigación, catalogando los hechos como un posible delito de estafa, según fuentes judiciales.
Junto a Salas, otros dos jóvenes de su círculo cercano también están bajo sospecha. Las indagaciones apuntan a que el defensa habría acordado con ellos la obtención de tarjetas en momentos claves de los partidos, con el objetivo de que pudieran apostar con información privilegiada. No se descarta que más personas vinculadas al jugador hayan participado en este esquema.
La unidad especializada en apuestas ilegales de la Policía centra su atención en encuentros de la fase final de la temporada 2023-24, cuando el Sevilla FC ya no tenía grandes objetivos en juego. Durante ese período, en las últimas nueve jornadas, Kike Salas acumuló 7 de sus 10 tarjetas amarillas, convirtiéndose en el jugador más amonestado del tramo final de la competición. Varias de estas sanciones ocurrieron en los minutos finales de los partidos y tras acciones controvertidas.
El caso recuerda al del brasileño Lucas Paquetá, acusado de amañar tarjetas para apuestas en Inglaterra, lo que llevó a sus familiares y amigos a ganar 118.000 euros. Paquetá enfrenta una posible sanción de 10 años.
En el caso de Salas, la pena podría oscilar entre seis meses y tres años de cárcel. El jugador, que renovó con el Sevilla hasta 2029, podría ver comprometido su futuro profesional, especialmente tras los rumores recientes sobre un traspaso a un club italiano.