El Sevilla FC y el IBEX 35
Javier González-Cotta 10/01/2025 |
Hace ya muchos años, un amigo norteño, de los de vascongada cuna, me decía que Sevilla era muy bonita y embriagante al principio. Pero a los dos días, me dijo, echaba de menos algo de humo y lignito. Se refería a que no veía industrialización alguna por ninguna parte, ni por el flanco oeste, allende el cerro de Santa Bárbara, ni por el Japón sevillano, según se entra a la ciudad por Sevilla Este.
Eso ocurrió hace muchos años, mientras los ‘millennials’ se gestaban, nacían y reproducían. El humo de las fábricas era antaño un indicio de prosperidad y no tanto un dolor de conciencia por la agresión al medio ambiente. Hay excepciones (Aerópolis, la Agencia Espacial Española, el Puerto, el PTC Cartuja, algún que otro ‘hub’, etc). Pero, con todo, Sevilla sigue mostrando hoy por hoy su única eficiencia industrial como camarera apta y diligente para el sector servicios. Sólo somos unos camareros preparadísimos, unas ‘Kellys’ con ínfulas (con el respeto debido a estas mujeres invisibles). El turismo es hoy, en 2025, la principal industria de Sevilla. Refleja el 18% del PIB de forma directa (un 25% de los sevillanos vive de las ubres del turismo).
Viene todo esto a cuento de lo dicho el otro día por Del Nido Benavente, tras hacerse una foto de grupo con parte de lo más granado del empresariado sevillano. Parece ser una suerte de ‘hub’ sevillista, el que supuestamente lo apoya para su fantasioso retorno a la presidencia del Sevilla FC. Dijo, con su racial proclama de siempre, que a su lado estaba el IBEX 35 de Sevilla. Ni que decir tiene que entre los 37 fotografiados en el restaurante Río Grande (36 hombres y una sola mujer) hay creadores de riqueza de probada valía (muchos de ellos deben formar parte de los sueños más concupiscentes de Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y Economía Social).
Me pregunto si las empresas del IBEX 35 sevillista han sumado en su último ejercicio anual 81,7 millones de euros en réditos cada una y 167,2 millones los últimos cuatro ejercicios contables. Son las cifras, inversamente proporcionales, que este suicida Sevilla de hoy arroja en pérdidas, respectivamente, durante la temporada 2023-2024 y la 2020-2021 (esta última señalada por la gran miasma de la pandemia).
Que el turismo siga siendo la primera industria de Sevilla sólo demuestra la nadería económica de la ciudad. Hace poco más de diez años el ‘Financial Times’ publicó un informe en el que Sevilla ocupaba el noveno lugar como ciudad del sur europeo más atractiva para invertir (Málaga, incluso la macedonia Skolpje, estaban por delante). Hemos mejorado en una década larga, ¿verdad?
Recuerda uno que Del Nido Benavente, cuando era presidente (en la realidad, no en la ficción), decía que la ambición del Sevilla no debía olvidar el lugar del mundo donde nos hallábamos. O sea, en una de las ciudades con más paro de Europa, pero, eso sí, donde los cielos más bonitos. Ayer como hoy, la subida de los carnets provocaba enfados entre el esforzado pueblo. Todo el mundo lo sabe, desde la Escuela de Chicago a los recién licenciados en Económicas enViapol. Durante largos años el Sevilla más exitoso ha vivido sin embargo por encima de sus posibilidades. Se forzaba a una tensión económica y deportiva que ahora, entre vacas famélicas y deméritos deportivos, ha traído este baño en rojo sangre con números más y más negativos.
El Sevilla FC del IBEX 35 es o un timo o un bulo o una quimera. Como un timo, un bulo y una quimera es el hecho de que apoyen a un presidente ficticio. Dijo Del Nido que hoy viernes, con vistas a la Junta General de Accionistas, sólo había dos opciones: o ser presidente del Sevilla o ser presidente del Sevilla. El Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Sevilla, en plan calderoniano, ha vuelto a decirle que los sueños, sueños son. Pura ilusión, sombra y ficción. Sólo le falta ya decirle que, por favor, no dé usted más el coñazo.