La infravalorada tranquilidad
Ignacio Cáceres Dastis 25/11/2024 |
El Sevilla FC parece que está encontrando la tranquilidad en la tabla. No parecía nada fácil al principio de la actual temporada. Cuando concluyó el verano y el equipo quedó armado, había muchas dudas sobre la capacidad del mismo. En esa incertidumbre también entraba el potencial del entrenador. Ahora, con un tercio de competición ya cumplido, el Sevilla tiene un pulso estable. ¿Mediocre? Probablemente. Pero estable.
Esa tranqulidad que vive el actual Sevilla no se debe infravalorar. Nadie habla de sacar pecho. Un club que hace un año jugaba la Champions y acababa de levantar un título europeo no debe conformarse con lo que se ofrece sobre el terreno de juego a día de hoy. Es muy poco comparado con la historia reciente del Sevilla. No obstante, en el contexto actual de club enmarañado en temas judiciales, agobiado por la falta de soltura económica y, en definitiva, muy limitado en su día a día, la tranquilidad obtenida es (valga la redundancia), tranquilizadora.
Hace un año, con un equipo con mejores jugadores (un delantero de 20 goles, Ocampos y Acuña entre otros), el Sevilla era décimo quinto y tenía 12 puntos, seis puntos menos que el actual de García Pimienta. Además estaba a cuatro del descenso. Es decir, nervios sí o sí. Sólo hay que repasar los videopodcast de entonces.
Quizás haya que decir ya que el mejor fichaje de la era Víctor Orta se llama Xavi García Pimienta. El entrenador ¿hace cosas raras? Puede. ¿Se equivoca? Sí. ¿Acierta? También. Ha pasado de iniciar una temporada en la que parecía que no se enteraba de qué iba a la película, a sacarle partido a un equipo que tiene lo que tiene. Lo que pasó este domingo ante el Rayo era un sueño para el Sevilla de hace uno o dos años. Jugar regular, aburriendo y ganar... Eso, dirían algunos, es de equipo grande.
Todo ello con una plantilla lastrada por las bajas, con una defensa limitadísima, jugando con el portero suplente y anotando sólo 13 goles en lo que va de Liga (Isaac Romero no ha marcado todavía). Sólo la Real Sociedad con 11 goles está por debajo del Sevilla con cifras goleadoras pobres. Por todo ello, y en un análisis global, quizá el sevillista deba caer en la contradicción de estar cabreado y agradecido.