Míster, es que entrenan entre ellos

Paco Cepeda 10/11/2024

"Me gustaría que viesen cómo define Isaac Romero y cómo juega Agoumé en los entrenamientos". Uff. García Pimienta, obligado como cualquier entrenador de mal equipo de Primera división a decir que los suyos son muy buenos, repite este mantra en lo privado y en lo público de forma muy reiterativa. Y como no nos dejan ir a los entrenamientos, ni iríamos en estos tiempos de redacciones raquíticas, no podemos discutirle la frase, aunque extraña. Sin embargo, sí que se le puede encontrar una explicación a que García Pimienta le vea cosas a su muchachada: es que entrenan entre ellos. Y claro, Agoumé, con Lokonga enfrente, pues lo mismo puede parecer potente y virtuoso. Lo malo es cuando uno bueno de verdad no le deja hacer las cosas. Un portero del chiste del Sevilla, en realidad no era portero, le dijo a un segundo entrenador que por favor no le tirase tan fuerte. Pues eso.

El Sevilla, el de hoy, es una colección de malos, horribles jugadores bajo mi punto de vista aceptablemente entrenados, porque sumar quince puntazos, con esta tropa, es de cierto mérito. Y luego veremos partidos, como el del derbi, por lo emocional del mismo, que nos pueden engañar, y decir que tiene cositas. Alguna tiene, pero muy pobre. Lukebakio, que tiene cierta capacidad de cogerle asco a las cosas, va a odiar esta temporada, porque todo el mundo sabe que a él no deben dejarlo jugar. Es tan descarada la dependencia que los equipos no dudan en taparlo incluso dejando los huecos que sean necesarios en otros espacios del campo.

Dos semanas por delante no para encerrarse en la ciudad deportiva, porque muchos de estos niños son internacionales sub 21 y se van, pero sí para trabajar a fondo en la estrategia. Hace falta como el comer un lanzador competente para buscar a Kike Salas, los partidos que juegue, porque con las limitaciones que tiene el equipo, lo de ganar alguno por la vía de las estrategia puede separar el sufrimiento de la relativa tranquilidad.

García Pimienta debe recuperar esa sensatez que le ha acompañado en este primer trabajo en un sitio de alta tensión. Lo de menos es lo que diga, lo relevante es lo que haga. Debe recuperar jugadores, si eso es posible, me refiero a los lesionados, porque con Nyland, Badé, Saúl y alguno más debe ser algo mejor este terrible equipo. Pero no le pidan más que esa permanencia tranquila, aunque por momentos se vea al equipo relativamente cerca de esos logros europeos.