0-3: Inoportuno tostón
Lucas Haurie 30/10/2024 |
Mientras España cuenta cadáveres por docenas en la peor catástrofe que ha sufrido desde los atentados de 2004, la Federación decidió seguir adelante con el pesadísimo calendario futbolero, así que el Sevilla se plantó en Las Rozas para despachar el enojoso trámite de esta primera ronda de la Copa del Rey. El invento demagógico de Luis Rubiales, del que Real Madrid y Barça quedan dispensados por la gatera de la Supercopa árabe, pierde atractivo a raudales según transcurren las ediciones. Sin otra motivación que evitar lesionarse, ya que el peligro de eliminación es infinitesimal, los equipos profesionales afrontan el marrón con pachorra de chupatintas. Todavía queda otro partido así antes de que empiecen las cosas serias.
Habría sido una tremenda ingenuidad esperar un espectáculo potable en vista de las circunstancias. Con una plantilla diezmada por las lesiones y un ojo en el conteo de fichas profesionales para no incurrir en alineación indebida, García Pimienta sacó la alineación que pudo a un campo sintético que era una pista de patinaje en un polideportivo abierto azotado por el furor de Eolo en una noche de perros. Casi nada podía oponer el modestísimo Las Rozas, en la media tabla de la quinta división, y menos todavía puso en liza el Sevilla, que confió (y el tiempo le acabó dando la razón) en que los defectos locales le brindasen la clasificación en bandeja.
La primera mitad, así, fue un genuino espanto, un recital de imprecisiones técnicas por parte de diez futbolistas de rojo que trotaban a medio gas por la moqueta madrileña y retiraban descaradamente el pie en los balones divididos. No chutó a puerta el Sevilla (tampoco Las Rozas, evidentemente) hasta el descanso, entre otras cosas porque la dupla Peque-Iheanacho evidenciaba unas carencias delirantes. Al orondo nigeriano, precisamente, buscaba Idumbo en un contragolpe con un centro raso que el central local, Luis Enrique, interceptó burlando la salida de su portero. Un golito de verbena. El joven extremo belga y Juanlu, que se movió cerca de él, fueron los dos únicos sevillistas que mostraron algo de interés competitivo en este primer periodo.
Puestos a buscar algo de sustancia, diremos que el segundo periodo deparó dos buenas noticias, además de los debuts oficiales de Collado, Pedro Ortiz (con dorsal del primer equipo) e Isra, que se sumaros al del titularizado Ramón Martínez: un doblete de Iheanacho y un par de intervenciones meritorias de Álvaro Fernández, que despejó por encima del travesaño de manera consecutiva, con 0-2 en el marcador, sendos remates parabólicos de Losada y Meseguer. Se estiró con mérito el riojano, a la salud de todos cuantos desconfían (desconfiamos, en realidad) de su escasa estatura. El ariete, por su parte, empujó a la red una ofrenda de Juanlu en la única jugada salvable del encuentro, un carrerón de sesenta metros por el carril izquierdo, y resolvió una melé en el área local poco después, estrenando su cuenta realizadora en el Sevilla con mucho retraso y nulo glamur. Una anécdota estadística, si se quiere, pero que puede alegrarle la expresión.
Ficha técnica:
Las Rozas (0): Herrero, Alberto Moreno, Luis Henrique, Velasco (Escolano, minuto 46), David Gómez, Losada (Bernal, minuto 84), Lagreca (Rober, minuto 59), Quivira (Varo, minuto 75), Borja (Juanito, minuto 59), Mese y Joselu.
Sevilla FC (3): Álvaro Fernández; Montiel, Ramón Martínez, Marcao (Kike Salas, minuto 46), Barco, Agoumé, Sow (Collado, minuto 76), Juanlu (Pedro Ortiz, minuto 65), Peque (Pedrosa, minuto 84), Idumbo (Isra, minuto 65) e Iheanacho.
Goles: 0-1, minuto 40: Luis Enrique, en propia meta. 0-2, minuto 61: Iheanacho. 0-3, minuto 78: Iheanacho.
Árbitro: González Fuertes, asturiano. Amarillas para Escolano y Pedro Ortiz.