1-0: De procesión rogativa a Los Palacios

Lucas Haurie 14/09/2024

Un gol espléndido de Jesús Navas mediada la primera parte le dio al Sevilla el primer triunfo de la temporada, en la quinta jornada, frente a un Getafe que respondió a las escasas expectativas que genera en esta temporada de ruina. Bueno, no vamos a quejarnos. El equipo de García Pimienta, débil en defensa e inconstante en ataque, ya tiene al menos un resultado al que agarrarse para arrancar la temporada, aunque sea con un mes de retraso. Gente principal como Badé o Saúl deberán darle consistencia al equipo, porque no conviene llamarse a engaño: mucha cera no arde. Sobre la importancia del capitán en esta plantilla devaluada, en la historia del fútbol y en la historia del fútbol en general, ¿para qué vamos a extendernos? Hemos tenido, usted y yo, el privilegio de verlo jugar. Disfrutémoslo unos mesecitos más.

Un sevillista desesperado escribía desde su sofá mediada la primera parte: “Ver a Nianzou y a Marcao es como chutarse óxido nitroso, la droga de la risa”. En efecto, es mejor tomárselo así porque, a esas alturas, cada uno de los centrales había regalado un balón en posición de último hombre que no supusieron el 0-1 por la lentitud de Uche en la primera ocasión y su excesivo barroquismo en la segunda, pues se adornó con una picadita con efecto para salvar la salida de Nyland que murió en el poste. Treinta millones en traspasos y un cerro de billetes de soldadas anuales cuesta la pareja alineada por García Pimienta, a la que auxiliaba como ‘stopper’ el fabuloso Gudelj. Lo dicho: mejor encomendarse al disfrute lisérgico para no caer en la insondable melancolía por el recuerdo del triángulo Fernando-Diego Carlos-Koundé.

Igual que contra el Girona el obsequio y consecuente gol visitante sumió al Sevilla en la desesperación, frente al Getafe fue revitalizado por el toque en la madera. Con las herramientas del día -el criterio de Peque, los regates de Ejuke, la buena distribución de Sow… Poca cosa-, se animó el equipo a buscar la portería de David Soria, que vivía hasta entonces una tarde vacaciones. Jesús Navas siguió un centro pasado de Pedrosa, se perfiló y largó un zurriagazo imparable. La vieja guardia al rescate. Que este futbolista, con todos los 38 años que se quieran pero siendo el único rescoldo de grandeza que queda en la plantilla, se vaya a retirar en Navidad es un absoluto disparate. Hay que convencerlo como sea para que aguante hasta junio porque la chalupa a la deriva, sin él, sería un barquito de papel en medio de la tormenta.

Isaac Romero gozó de dos oportunidades claras para sellar el asunto antes del descanso, un tiro demasiado cruzado en el que pecó de egoísmo -otra vez- porque Peque corría solo hacia el punto de penalti, y una vaselina fallida tras genial saque de Nyland, una volea flotante que a los más viejos del lugar recordó a las que hacía José Ramón Esnaola, el legendario portero del Betis. Repitió asistencia el escandinavo al comienzo de la segunda mitad y David Soria se interpuso para impedir el doblete de Navas, que persiguió la pelota con el ansia de un cadete. El delantero lebrijano derrocha ganas, sale airoso de muchas peleas y se pone delante de la portería. Pero es el delantero referencia, no marca y su equipo necesita goles como la uva al sol del verano. A ver cómo se resuelve la ecuación.

Con semejante zaga, resultaba temerario pensar que la primera victoria del curso sería por la mínima, gracias a la bendita fórmula de la portería a cero. La pólvora del Getafe eran petardos mojados, sí, pero Bertug avisaba con un cabezazo a la red anulado por un claro fuera de juego. Era una buena idea intentar marcar el segundo y a ello se encomendó el Sevilla en el tramo medio del segundo periodo, cuando el ritmo decreció por el consuetudinario carrusel de cambios y un par de intervenciones de los fisios sobre los golpeados Gudelj y Marcao, que poco después de iba conmocionado en camilla. Lukebakio y Juanlu salieron para aportar la frescura que faltaba ya en las bandas. Todo era un pasatiempo porque cuando llegó la pausa de hidratación, el personal no hacía más que mirar el reloj, que pisaba el minuto 80 sin que nadie se animase a practicar algo de fútbol.

El tiempo de la jindama, más el largo descuento que se anunciaba, comenzaron con una jugada rocambolesca. Juanlu, recién tarjeteado, robaba un balón en el centro del campo, se internaba en el área con ventaja, driblaba a su par y… se tiraba a la piscina para ganarse la segunda amarilla. La capacidad de este para autolesionarse es infinita, aunque esta vez el rival no encontró la falla e incluso pudo Lukebakio sentenciar, en una bonita jugada personal que culminó con un chut a la cruceta. Qué bien saben los tres puntos y la que tiene que liar este Sevilla para sumarlos. En fin, esto es lo que hay. 

Ficha técnica:

Sevilla FC (1): Nyland, Carmona, Nianzou, Marcao (Kike Salas, minuto 80), Pedrosa, Gudelj, Peque (Agoumé, minuto 75), Sow (Montiel, minuto 95), Jesús Navas (Juanlu, minuto 66), Ejuke (Lukebakio, minuto 66) e Isaac Romero (Barco, minuto 94).

Getafe CF (1): David Soria, Djené, Berrocal (Patrick, minuto 95), Diego Rico (Risco, minuto 84), Iglesias, Milla, Arambarri (Gorka, minuto 70), Uche (Yellu, minuto 85), Álex Sola (Aleñá, minuto 70), Carles Pérez (Peter, minuto 70) y Bertug.

Goles: 1-0, minuto 23: Jesús Navas.

Árbitro: Busquets Ferrer, balear. Doble amarillas para Juanlu. Amarillas para Bordalás, Bertug, Isaac Romero, Djene, Yellu y Sola.