Sergio Ramos: la huella de una pisada en la playa
Paco Cepeda 18/06/2024 |
Ya conocen, los usuarios y con memoria, que este articulista no era partidario de blanquear la figura de Sergio Ramos con respecto al Sevilla FC. El camero ganó el rechazo de una buena parte de la afición sevillista, no por su salida, que fue ya matizada, sino por cómo encaró el resto de la coexistencia, no solo con los ex dirigentes, sino con la base sevillista. Se equivocó, o eso creo yo, y su condición de sevillista de lo que pedían las camisetas a los Reyes Magos ni se le cuestiona ni es tampoco un salvoconducto. Sergio es sevillista pero a lo mejor no un buen sevillista. Hoy se ha ido. Él dice que ha cumplido sus objetivos, pues seguramente, casi seguro, pero ¿y el Sevilla?
Para el Sevilla, después de bajarse los pantalones y realizar algo impopular en ese momento, solo ha servido para que un año, uno, un jugador legendario del fútbol mundial haya ofrecido unos pocos partidos aceptables, otros malos y otros ni frío ni calor. En lo demás, si es verdad que ha ejercido una influencia positiva para evitar la hecatombe (descenso), pero también se cargó a Mendilibar y ha sido un capitán que no se por qué narices le han dado esos galones. Sergio es algo parecido a un semidios en Madrid y en la selección española, pero en el Sevilla es menos que cualquier empleado que tuvo que ver con la conquista de los títulos.
Sergio ha jugado bien algunos partidos, sí, pero le han tenido que arropar con dos centrales al lado para tapar sus evidentes carencias actuales. Y ha mandando mucho, demasiado, porque tiene personalidad y porque le han dejado. Mayúsculo error que se veía venir. Lo más injusto es que seguramente se ha dejado una puerta abierta para volver cuando quiera sin que sepamos qué sabría hacer. Lo normal, es que si se convierte en un buen entrenador o gestor deportivo, y Florentino no esté, claro, pues vaya al Real Madrid, porque es más, y si no empata con nadie en esa nueva función pues vuelva a sacar la camiseta de los Reyes Magos del Sevilla.
El club no ha ganado nada con su regreso, nada de nada, aunque al menos la convidá ha sido barata, dentro de las cifras que se manejan en el fútbol y especialmente con figuras de la talla de ese excepcional central leyenda del fútbol mundial. Sergio regresó para dejar huella, y creo que es la de una pisada en la playa: invisible en segundos.