La bronca del Sánchez-Pizjuán: "Se van todos menos los que se tienen que ir"
Miguel Ángel Chazarri 26/05/2024 |
Conviene recordar que no hace ni un año del último título del Sevilla, el octavo europeo de un ciclo mágico definitivamente acabado. Ni siquiera un logro tan aplastante ha logrado calmar a la afición, lo cual es muy significativo. Ante el FC Barcelona, la grada sacó el pañuelo blanco en vista de la mala gestión del Consejo. Puestos a interpretar, más que por un puesto clasificatorio en sí -¿qué equipo, quitando el Madrid, no tiene un año malo?- el Sánchez-Pizjuán se expresó de forma preventiva. Es decir, teme y siente que lo peor está por llegar. Sobre todo, protestó porque no ve a nadie al mando. Un majazo de época viene de camino como no se comiencen a tomar decisiones de nivel.
La noche fue dura para los dirigentes. Se supone que pasaron un mal trago. La mitad del público entró a los diez minutos de partido. El Gol Norte comenzó a subtitularse con pancartas contra la gestión. De todos los colores: "un Sevilla sin profesionales para dar trabajo a anormales", "a quien no le duela una derrota, fuera", "se van todos menos los que se tienen que ir", por supuesto el "directiva, dimisión", "de tanto improvisar acabaremos como un solar"... Pancartas no de grandes dimensiones. Frases contundentes para censurar la penosa temporada.
Sólo En-Nesyri y Quique Flores se llevaron el elogio de la afición. Víctor Orta, director deportivo, también salió mal parado. Escuchó cánticos en su contra. En el resto del campo, algunas pequeñas pancartas, como por ejemplo una que lucía en Gol Sur con un escudo del Betis tachado con un aspa, dando a entender que no caben béticos trabajando en el Sevilla.
El sevillismo se marchó entre desahogado por la bronca y sobre todo perplejo por las noticias que le llegan. También triste recordando que hace nada su club era el mejor del mundo tras los gigantes inalcanzables. El tono en la segunda parte ya se rebajó algo. No hubo tanto enfado, aunque de vez en cuando sí atronaba el "directiva, dimisión". A partir de ahora, incertidumbre, muchísima incertidumbre. Se supone que en breve llegará Javier García Pimienta, que se encontrará con un club en absoluta involución. ¿Será capaz? Quedó clarísimo que nadie quiere a Del Nido Carrasco y que en este clima es casi imposible liderar un proyecto de éxito.