1-2: Fundido a negro
Lucas Haurie 26/05/2024 |
Fue un epílogo apropiado para la temporada del Sevilla. El partido, digo. Una derrota sin estridencia contra un rival que no se jugaba nada, como el Athletic la pasada semana, que no hace sino certificar la deriva mediocre de un equipo, de un club, que ya pierde por costumbre. Pero lo del campo, con ser grave, no fue lo peor de la noche ni de la temporada. Lo que resulta verdaderamente dramático es el rumbo hacia la nada, o derechito al abismo, que ha tomado la entidad. Una campaña mala, o dos o tres, la soporta una institución centenaria y robusta. Las pulsiones autodestructivas y las guerras intestinas… eso no hay quien lo aguante.
La negrura de este ejercicio 23/24 la vistió un nutrido sector de la grada, que atronó en sus protestas contra el consejo de administración en los prolegómenos y también durante el encuentro, al que entró diez minutos tarde en señal de protesta. Es un pataleo inútil, quizá, pero plenamente justificado porque el Sevilla, tras casi decenios de inusitada gloria, no está ahora a la altura de su hinchada ni de su historia. Y, lo que es peor, no parece en condiciones de volver a estarlo a medio plazo.
Ahora, ¿qué puede decirse del partido? Podría largarles una crónica descriptiva de lo que hubiese sido un agradable duelo de pretemporada, pero no es lo que toca. Desde el punto de vista meramente contable, que al final es lo que importa, quedará en los anales que el Sevilla de Quique Flores (bendita sea la hora en que llegó para poner raciocinio en el frenopático) despidió la Liga con tres derrotas consecutivas y en el decimocuarto puesto. Nada glorioso hubiese dado sumar un puñado de puntos en este sprint descafeinado, claro que no, pero un poquito de pundonor le era debido a la clientela tras tantos meses de sinsabores. Pues ni eso.
Sí redondeó En-Nesyri el curso con su vigésimo gol oficial, y bien que lo merece el marroquí, y se lució Nyland con unas cuantas paradas que bendicen su renovación, una raya de tino en un océano de la incompetencia. Rompió en la segunda parte Fermín el empate que habían establecido Lewandowski y el ariete sevillista para despedir como Dios manda a su mentor, Xavi Hernández, al que mejor recordaremos como el excepcional pelotero que fue porque como técnico… En el otro banquillo, su amigo Quique Flores se vistió de punta en blanco (traje de Domingo de Ramos) para recibir el cariño de una grada que se quedó ronca pidiendo la dimisión de la dirigencia y de todo bicho viviente mediante rimas más o menos originales.ç
Menos mal que acaba la temporada, dicen los sevillistas de buena fe. ¿Seguro? Miren que la próxima puede ser peor. Feliz verano a todos.
Ficha técnica:
Sevilla FC (1): Nyland, Juanlu, Badé (Gudelj, minuto 78), Sergio Ramos, Kike Salas (Marcao, minuto 46), Pedrosa, Soumaré, Agoumé (Manu Bueno, minuto 78), Ocampos, Lukebakio (Mariano, minuto 78) y En-Nesyri (Véliz, minuto 89).
FC Barcelona (2): Ter Stegen, Koundé, Cubarsí, Iñigo Martínez, Cancelo (Fort, minuto 83), Christensen (Romeu, minuto 46), Fermín (Vitor Roque, minuto 75), Gündogan, Pedri, Lamine Yamal (Joao Félix, minuto 61) y Lewandowski (F. Torres, minuto 61).
Goles: 0-1, minuto 14: Lewandowski. 1-1, minuto 31: En-Nesyri. 1-2, minuto 59: Fermín.
Árbitro: Iglesias Villanueva, gallego. Amarillas para Cancelo, Kike Salas y Lucas Ocampos.