2-2: Celébrenlo porque debió ser peor
Lucas Haurie 11/03/2024 |
Pensará el sevillista, hincha de buena fe que siempre desea lo mejor para su equipo, que su equipo perdió en Almería dos puntos trascendentales en la pelea por la permanencia cuando lo cierto es que sumó uno igualmente importante. Porque la victoria era casi un hecho en el minuto 95, cuando Marezi cabeceó el empate a dos, pero es que el espectro de la derrota, vergonzante y casi irrisoria, se hizo patente durante la hora que transcurrió entre el primer gol del farolillo rojo y el empate de Lukebakio. El Sevilla, seamos francos, acumuló deméritos para perder en un campo cuyo dueño bate registros históricos de incompetencia. Así que a darle gracias al cielo por el puntito sumado y a esperar al Celta con las orejas bien tiesas.
La larga espera, más de nueve días, entre la victoria sobre la Real Sociedad y el partido del Power Horse Stadium convirtió la cabeza de un aficionado en una centrifugadora por la que circulaban a toda pastilla las ideas más locas. El sábado, en plena celebración de un cumpleaños y con la lucidez que confiere el consumo moderado de cositas, un socio con muchos trienios de Pizjuán a sus espaldas preguntaba obsesivamente al enterarse de que había ganado el Cádiz. “¿Vamos a ser los primeros tontos en perder contra el Almería?” Empezó como una broma, sí, pero al rato había desatado el canalla una ola de pánico colectivo.
Unos minutos de mandanga inicial presagiaba noche de brujas, pero la debilidad del rival tranquilizó enseguida a los pesimistas. El colista, si bien más digno de lo que indica su escuálida puntuación, formaba con unos cuantos peloteros potables arriba al tiempo que invitaba al festín sevillista con un sistema defensivo enclenque. Kike Salas se despistó para regalar un remate franco que Choco Lozano mandó fuera, de acuerdo, pero lo que de verdad pasó fue que los azules empezaron a rondar el gol: cabezazo al larguero del propio Salas e Isaac que se topa dos veces con Luis Maximiano, en un mano a mano tras combinación con En-Nesyri y al rematar a bocajarro un centro raso de Jesús Navas.
Avanzaba la noche según lo previsto, pues, hasta que Salas volvió a blandear, esta vez en un balón aéreo ante Luka Romero. Tenía mucho campo por delante el argentino por la deserción inexplicable de Soumaré y avanzó con brío hasta dividir a la defensa, momento en el que sirvió a Viera para que éste dejase solo a Embarba para que batiese a Nyland en la salida. Era el tramo final de la primera parte pero todavía debía celebrarse la desventaja mínima del descanso, ya que Badé regalaba en la prolongación una pelota en la salida y Jonathan Viera malogró la ocasión, que era clarísima.
Extrañó de la segunda parte que Quique Flores, quien al fin contaba con un banquillo bien nutrido, tardase un cuarto de hora en cambiar. Salieron Suso y Acuña por el inoperante Sow y el renqueante Navas, mejoría casi garantizada… siempre que los chicos se aplicasen. Y con el balón querían, sí, pero la mayoría pasaba de replegarse dejando las tareas defensivas para un desbordado cuartero de retaguardia, el trío de centrales más Soumaré. En la segunda ventana, lo corrigió el técnico madrileño introduciendo a Gudelj en el doble pivote y a Lukebakio por En-Nesyri para dejar a Isaac solo en punta. El resultado fue un galimatías táctico que no propició de milagro el segundo gol local.
Cuando el Sevilla ya daba muestras inequívocas de desesperación, superado el minuto 80, Isaac y Lukebakio se inventaron de la nada el empate en una acción plena de calidad, con poderosa conducción del canterano y buen pase para el belga, que ponía las tablas de zurdazo cruzado. El golpetazo anímico derrumbó al Almería, que se volvió un plan a la espera del descabello que clavó Ocampos al resolver una melé tras el enésimo córner contra Maximiano, al que burló con un requiebro de espaldas. Era la noche soñada, en fin, excepto que quedaba un generoso descuento que gestionar y que fue falta por la desidia en defensa de los dos carrileros argentinos, transparente el zurdo ante el centro y despistado el diestro en la marca. Acuña quiso resarcirse en el alargue del alargue con una cacha más regalo a la cabeza de Lukebakio, que remató fuera. ¿Quién temía aburrirse en primavera?
Ficha técnica:
UD Almería (2): Maximiano, Pubill, César Montes, Radovanovic, Centelles, Lopy (Ramazani, minuto 87), Edgar, Jonathan Viera (Arribas, minuto 84), Luka Romero (Robertone, minuto 64), Embarba (Marezi, minuto 87) y Choco Lozano (Leo Baptistao, minuto 64).
Sevilla FC (2): Nyland, Jesús Navas (Acuña, minuto 59), Badé, Sergio Ramos, Kike Salas, Sow (Suso, minuto 59), Soumaré, Óliver Torres (Gudelj, minuto 71), Ocampos, Isaac Romero y En-Nesyri (Lukebakio, minuto 71).
Goles: 1-0, minuto 37: Embarba. 1-1, minuto 81: Lukebakio. 1-2, minuto 85: Ocampos. 2-2, minuto 94: Marezi.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea, vasco. Amarillas para Badé, Lopy, Edgar y Suso.