2-1: Soumaré termina de pudrir la temporada

Lucas Haurie 12/12/2023

Boubakary Soumaré está a tres surtidos de mantecados de convertirse en Gnagnon. Contra el Lens, en su derbi particular como jugador que fue del Lille, el mediocentro francés protagonizó con un regalo infausto la jugada clave del partido. Dominaba el Sevilla a un rival empequeñecido y asustado hasta el que pregonado como crack regaló el balón con toque directo al rival de cuarentón de Preferente y atropelló a un rival, en su trote cochinero de vuelta, dentro del área. Penalti transformado con Frankowski y golpetazo moral a un equipo demasiado débil como para sobreponerse de estos auto-sabotajes. Fuera de Europa y enterrado en las catacumbas de la Liga, la campaña 23/24 sólo puede traer ya cosas malas.

Salió un Sevilla prometedor a la caldera del Félix Bollaert. A pesar del frío helador del Paso de Calais, o precisamente por ello, se genera en Lens un precioso ambiente teñido de rojigualda que por aquellos pagos denominan “sangre y oro”. Nada para volverse locos, pero una delicia en comparación con lo que se viene viendo, considerando además la tremenda plaga de bajas con la que lidia Diego Alonso. El once, sin esos catorce elementos, no sonaba ridículo y ello habla bien de este plantel que no gana un partido ni a tiros. Estaba obligado a ganar en Francia y quizá por eso se dejó dominar un rival al que le valía el empate.

¿Jugaban los galos con los nervios sevillistas? Tal vez, pero eso no obsta para que se contemplase una primera parte agradable, sin que Dmitrovic ni su novedosa línea de tres centrales pasase apuro alguno y con Samba erigido en el héroe de la tarde por su vuelo para manotear el tirazo de Rakitic al filo de la media hora. Fue la única ocasión clara en todo el primer acto de un Sevilla que dominó si agudeza, acaparando la posesión sin obsesionarse con la portería como en aquellos felices días de Lopetegui en los que se era consciente de que el golito acabaría llegando y que la portería propia permanecería virginal porque así eran las cosas.

Sí es denunciable el poco aprovechamiento del balón parado, singularmente un libre indirecto en la línea del área chica tras cesión de Danso, un pasmarote que amenazaba ruina en cada intervención, a su portero. Tiró Gudelj raso, contra todos los cánones de esas acciones que mandan buscar las alturas para evitar la selva de veintidós piernas que formaban los franceses delante de su puerta. También faltó precisión en varios balones colgados desde el rincón o en faltas laterales, faceta en la que la defensa del Lens no parecía cómoda. Hay una expresión rioplatense que Alonso debe evocar muy a menudo estas semanas: “Siempre le faltan cinco centavos para el peso”. Eso le pasa al Sevilla.

El Lens demostró al comienzo de la segunda mitad por qué los equipos de la Ligue 1, incluido el opulento PSG, rarísima vez brillan en Europa: son torpes y asustadizos, quizá inexpertos porque el talento local emigra en masa. Un robo alto de Gudelj terminó con remate con el exterior de Pedrosa en la cruceta. Pero justo cuando el partido entraba en su fase decisiva, llegó el doble error de Soumaré para boicotear las esperanzas de los sevillistas que, sin embargo, encontraron arrestos para morir con las armas en la mano. Es digno de agradecer.

A falta de un cuarto, más un larguísimo descuento que ya se perfilaba, En-Nesyri fue derribado en el área y Sergio Ramos transformó el consiguiente penalti al segundo intento, tras moverse Samba en el primero que detuvo. Lo metió al estilo Panenka el camero, maquillando con su cuajo una velada amarga, y aún tuvo un tiro franco desde dentro del área para poner el 1-2 en el primer minuto de descuento, pero mandó el zurdazo a las nubes. La estrella que era habría colado ese disparo y el club que fue el Sevilla hasta anteayer se ha hartado de celebrar goles más inverosímiles. Pero todo pasa, como se encargó de demostrar Fulgini cerrando el partido con una contra que dejaba los tres puntos en Lens.

Ficha Técnica:

RC Lens (2): Samba; Gradit (Husanov, minuto 97), Danso, Medina; Aguilar, Mendy (El Aynaoui, minuto 23), Abdul Samed, Frankowski; Sotoca, Wahi (Guilavoguí, minuto 71) y Pereira da Costa (Fulgini, minuto 71).

Sevilla FC (1): Dmitrovic; Juanlu, Gudelj, Ramos, Kike Salas, Pedrosa; Soumaré, Rakitic, Sow, Óliver Torres (Rafa Mir, minuto 69) y En-Nesyri.

Goles: 1-0, minuto 62: Frankowski, de penalti. 1-1, minuto 78: Sergio Ramos, de penalti. 2-1, minuto 96: Fulgini.

Árbitro: Félix Zwayer, alemán. Amarillas para El Aynaoui, Soumaré, Kike Salas, Medina, Sergio Ramos y Fulgini.