

1-1: Una piedra sobre la que construir
![]() Lucas Haurie 21/10/2023 |
Maldito mismatch. Había sobrevivido el Sevilla, con energía y valor, al ritmo infernal que estos jóvenes madridistas imprimen a sus partidos. En una jugada afortunada, porque Alaba remató contra su portería, se habían adelantado los muchachos de Diego Alonso a falta de un cuarto de hora, cuando ambos contendientes acusaban la fatiga. La ventaja mínima es un tesoro que hay que administrar con inteligencia, la que le faltó a Ocampos para frenar ante Carvajal en el lateral del área de Nyland. El golpe franco lo puso Kroos en el primer palo, donde el pequeño lateral le ganó el salto nada menos que a En-Nesyri, la mejor batería antiaérea de la Liga. En baloncesto, se denomina mismatch al desajuste defensiva que empareja a un bajito contra un grande. Pero es… ¡¡esta vez favorecía al Sevilla!! El punto en el debut del nuevo entrenador sirve contablemente para poco, vale, pero se puede empezar a construir algo a partir de este partido.
Dos goles celebraron los jugadores del Real Madrid en los primeros minutos, uno anulado por el VAR, que detectó un fuera de juego de Bellingham, y otro que llegó en una acción interrumpida varios segundos antes de que el inglés marcase por De Burgos Bengoetxea, que mandó atender al golpeado Ocampos. Era un Sevilla poroso el que comparecía de salida, intuyéndose una tarde de padecimientos porque los veloces atacantes madrileños circulaban cómodamente hasta el borde del área, pero los muchachos de Diego Alonso se recompusieron al cuarto de hora, más o menos, cuando los centrales comprendieron que debían juntarse con Soumaré y Sow para achicar espacios.
El técnico uruguayo anunció en la víspera que su equipo sería “más propositivo que reactivo” y cumplió con su promesa a pesar del riesgo que entrañaba irse a presionar al Real Madrid a su propia área. Ello le dio a Rakitic el premio de un robo en zona sensible, malogrado por el mal disparo del croata. El veterano centrocampista tuvo una magnífica ocasión durante un tramo de acoso del Sevilla, que no marcó porque Carvajal salvó bajo los palos y porque, en la jugada subsiguiente, Kepa voló para palmear un chut de Ocampos. A los puntos, sin embargo, seguían ganando los visitantes pese al 0-0 del descanso: Nyland cerró bien a Vinicius en un mano a mano y Sergio Ramos interceptó en la raya un remate de Alaba, que ya cantaba gol.
Anunciaron estos primeros 45 minutos un equipo valiente, como prometió Alonso, que volvía a la idea de sacar la pelota jugada y que remitía, por momentos, a los gloriosos tiempos de Julen Lopetegui cuando, tras un robo, Gudej o Rakitic o cualquier futbolista vestido de blanco rehusaba el contragolpe para girarse y dársela a Nyland. En el banquillo, sí, a Joan Jordán debían hacérsele los dedos huéspedes añorando sus días de gloria como lugarteniente del técnico de Asteasu.
Cansados los veintidós protagonistas, la segunda mitad arrancó de manera más parsimoniosa. Era más amenazante el Real Madrid, evidentemente, merced a la calidad suprema de algunos de sus futbolistas y Nyland hubo de estirar el pie para impedir que una maniobra de Rodrygo ante Jesús Navas terminase en la red. Pero el Sevilla no le perdía la cara al poderoso rival, sobre todo a raíz del ingreso de Suso por un desafortunado Lukebakio. Desde su costado, el gaditano empezó a distribuir cambios de orientación que permitieron el centro del 1-0, tocado por Ocampos antes de que Alaba marcase en autogol. Fue una pena el inmediato empate madridista porque daba la impresión de que el Sevilla terminaba el encuentro más entero.
Espoleado por una grada enloquecida, los locales asaltaron el área de Kepa, excelente para negarle el 2-1 a Sergio Ramos, cuyo testarazo viajaba hacia la cruceta, y con suerte luego porque el camero, subido a la chepa de Rudiger, no precisó su remate a bocajarro en una falta lateral dentro del tiempo de prolongación. La última parada del encuentro fue de Nyland, sin embargo, que atrapó un libre directo de Kroos desde la frontal. Penalizar el limpio tackle de Lamela sobre Bellingham fue el único error en toda la velada de un De Burgos Bengoetxea inmune a presión televisiva de la mafia florentiniana hasta esa jugada postrera, en la que se la puso al veterano centrocampista teutón como le ponían las carambolas a Fernando VII.
FICHA TÉCNICA:
Sevilla FC (1): Nyland; Jesús Navas, Gudelj (Badé, minuto 76), Sergio Ramos, Acuña; Soumaré, Rakitic, Sow (Lamela, minuto 87); Ocampos, Lukebakio (Suso, minuto 66) y En-Nesyri (Rafa Mir, minuto 87).
Real Madrid (1): Kepa; Carvajal, Alaba, Rüdiger, Mendy (Fran García, minuto 87; Tchouaméni (Camavinga, minuto 66), Kroos, Valverde (Modric, minuto 66), Bellingham; Vinicius (Brahim, minuto 87) y Rodrygo (Joselu, minuto 78).
Goles: 1-0, minuto 75: Alaba (pp). 1-1, minuto 77: Carvajal.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea, vasco. Amarillas para Sergio Ramos, Jesús Navas, Vinicius, Soumaré, Camavinga y Lamela.