Los pasos para el nuevo entrenador: prisas relativas y que sea una apuesta de Víctor Orta
Miguel Ángel Chazarri 09/10/2023 |
El Sevilla ya está en marcha para firmar al nuevo entrenador. Los primeros pasos se han dado con el viaje de la cúpula a Madrid, no se sabe si para negociar en la capital o para seguir de escala a otro lugar, allá donde esté el entrenador elegido o su representante. Castro, Del Nido Carrasco y Víctor Orta tienen por delante horas intensas de trabajo.
La idea del club es que elija Víctor Orta. Lo que puede paracer una obviedad no lo es tanto teniendo en cuenta el funcionamiento del Sevilla en las últimas temporadas. En el club de Nervión se toman las decisiones de forma muy consensuada, incluso sin que impere el criterio del director deportivo, llámese como se llame. Todo lo que ocurrió con Monchi (Lopetegui sí, Lopetegui no; venta de Koundé sí, venta de Koundé no; llegada de Sampaoli sí, llegada de Sampaoli no...) es el ejemplo.
Víctor Orta se encuentra ante la oportunidad de redondear su proyecto. Cuando llegó, ya se encontró a Mendilibar renovado al quedar campeón de la Europa League en Budapest. Ahora, el técnico será suyo. Ésa es la idea, al menos. Los fichajes este verano no fueron exactamente del perfil de Mendilibar. Orta se dejó las manos libres en ese sentido, quizás sabiendo que lo de Mendilibar venía torcido desde primera hora. Se busca un entrenador versátil, no muy caro para evitar finiquitazos como los de Lopetegui o Sampaoli y con capacidad para manejar un vestuario de grandes nombres como el del Sevilla.
Las prisas son relativas. Si el elegido pide 24 horas para pensarse la oferta, las tendrá. Evidentemente, el Sevilla intentará rematar la gestión cuanto antes, aunque si un preparador físico tiene que dirigir un entrenamiento o varios no pasará nada. No hay partido el próximo fin de semana, así que todo se relaja. Fuentes consultadas por Muchodeporte aseguran que el nombre del elegido aún no ha salido. No será el Muñeco Gallardo. Tampoco Iraola, actualmente entrenando. Orta viene de firmar bien y con su labor ha ganado crédito entre los dirigentes. Ahora le toca acertar con el entrenador, si es que le dan plena libertad para la elección. En principio, así debe ser.