El plan de financiación del nuevo estadio Sánchez-Pizjuán
Miguel Ángel Chazarri 27/09/2023 |
El Sevilla ya piensa en las obras del nuevo estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Las mismas deben comenzar el 1 de julio de 2026, para terminar justo dos años después. Será inevitable la mudanza al estadio de La Cartuja.
La pregunta que asalta no obedece a la necesidad de la obra, algo que en pleno 2023 se tiene claro al tratarse de un recinto vetusto, sino a cómo se va a pagar. Conviene recordar que el club de Nervión lleva arrojando pérdidas en las tres últimas temporadas. De 42, 25 y en torno a los 17-20 millones de euros en el ejercicio que se someterá a aprobación en la próxima Junta de Accionistas. Su economía se está deteriorando.
No obstante, el Sevilla ya trabaja en la línea de financiación de la gran obra, según ha comentado el vicepresidente primero, José María del Nido Carrasco, en un desayuno de trabajo con los medios de comunicación. Pese a que lo que trasciende es que el club se encuentra en estado de ruina o semiruina, la respuesta encontrada de las instituciones financieras es positiva. Los 300-350 millones de euros de coste se pagarían en 12 años, contando con que los dos primeros son de trabajos puros y duros y no se generaría beneficio alguno.
El objetivo es que el crédito solicitado se pague con lo que produzca el estadio, un espacio con otro concepto, con un funcionamiento durante los 365 días al año. En este sentido, la firma Legends ha valorado los recursos económicos que se pueden activar en la muy amplia horquilla de entre 25 y 60 millones de euros por temporada. El Sevilla le ha transmitido que el plan es demasiado exigente. Sevilla es Sevilla, una ciudad de escasos recursos. Al respecto, Legends, sociedad que lidera el estudio de explotación del campo, le ha comunicado al club que estaría dispuesta a asumir la explotación del mismo, evidentemente a cambio de un porcentaje de beneficio.
El club descarta la activación de palancas al estilo Barça, pues considera que ello supondría más una huída hacia adelante que una solución real, y está a la espera de terminar el proyecto para presentarlo y comenzar con la tramitación de permisos y licencias. Todo de la mano del Ayuntamiento de la ciudad, con el que se han mantenido reuniones y existe total sintonía. Se pretente dar un salto con la construcción de la principal instalación sin tocar lo presupuestado para seguir reforzando la plantilla.
¿Y el papel del belicoso máximo accionista, José María del Nido Benavente, ante un proyecto tan enorme? El paso lógico es llevar la construcción del estadio a la Junta, pero si la guerra accionarial sigue tal cual en 2006, el club aprobaría la construcción del campo en consejo de administración. Puede que no la lleve a la Junta para evitar la segura negativa de Del Nido Benavente, que también pretende construir un estadio pero con él en la presidencia, liderando los faráonicos trabajos.