La enésima reflexión de Monchi
Miguel Ángel Chazarri 06/06/2023 |
La planificación en el Sevilla comienza con dudas. No es cuestión de que haya o no haya tiempo. Tiempo hay todo el del mundo. Es cuestión de abrir incertidumbres que no ayudan y que pueden traer consecuencias.
Monchi medita su marcha del Sevilla. Se siente quemado. Probablemente, más que cuando se marchó a la Roma, momento en el que le apetecía cambiar de aires, dar un vuelco a su vida.
El de San Fernando ve que es un gran momento para abrir la puerta, con el Sevilla de nuevo campeón europeo y en Champions. El año ha sido muy duro y entiende, porque así es, que no manda lo mismo, que no tiene la misma autonomía que cuando regresó.
El hecho de que gente no demasiado perteneciente al mundo del fútbol opine con fuerza y sea escuchada en la entidad es algo que Monchi no encaja. El feeling con Castro y Del Nido Carrasco, que es quien de verdad manda en los últimos meses, sin ser malo, se ha erosionado.
Para explicar tal desgaste, dos decisiones han sido claves. Primero, la continuidad de Lopetegui. Segundo, la llegada de Sampaoli. Monchi no quería a Sampaoli y el argentino aterrizó en Nervión, siendo sus últimas semanas una bomba para la entidad. Pero, claro, si vino Sampaoli fue porque antes muchos entrenadores dijeron 'no'. Que Monchi se empeñara en no destituir a Lopetegui cuando se veía que el proyecto, con el de Asteasu al frente, iba claramente a pique es algo que no se entendió en la cúpula. Se generó tensión.
Como suele ocurrir en una relación de dos partes, todos tienen su punto de razón. La realidad es que el Sevilla no sabe si contará con el director deportivo más especial del mundo, denominador común de todos los títulos. Sí se ha despejado la incógnita del entrenador, una vez cerrada la continuidad de Mendilibar, gestión en la que Monchi ha participado.
Nadie sabe lo que decidirá Monchi, sin descartar que le llegue alguna oferta del extranjero. No haría nada mal el club en analizar seriamente el extraño mercado de los directores deportivos. Monchi valora, Monchi decide.