

Francisco, un Dorsal de Leyenda repleto de clase
![]() Miguel Ángel Chazarri 01/06/2022 |
El Sevilla ha vivido este miércoles uno de sus días grandes. Francisco López Alfaro ha recibido el XIII Dorsal de Leyenda en un acto emotivo y sentido. El antepalco del Sánchez-Pizjuán ha estado abarrotado. Excompañeros, técnicos, gente del fútbol... El Sevilla quiere, mima y cuida a uno de sus actos más importantes, repleto de medida y de cariño hacia el homenajeado.
Todo gran acto debe contar con un gran conductor. En este caso, el Maestro José Antonio Sánchez Araujo lideró el momento con su habitual temple y sabiduría. Entre los presentes, muchos excompañeros de Fracisco, como Ramón, Rafa Paz, Pintinho, Moisés, Diego, José Luis, Ruda, Zuñiga... También ha vuelto al Sánchez-Pizjuán Míchel, exentrenador del equipo nervionense en la temporada 2011-12 y compañero de Francisco en la selección, así como una amplia representación del Real Betis, con García Soriano, Parra, Antolín Ortega y Biosca a la cabeza. Por supuesto, su otro gran club, el RCD Espanyol, ha tenido una presencia muy destacada por medio de su histórico delegado, José María Calzón, y, por qué no decirlo, con el legendario periodista actualmente en la Cadena Cope, Tomás Guasch.
Especialmente emotivo estuvo el abrazo de sevillanía entre Francisco y Antolín Ortega, el racial mediocentro del Betis, quienes libraron batallas muy intensas en el campo. "Te he visto sin espinilleras...", bromeó Ortega. Mediante un vídeo, excompañeros de la selección como Julio Alberto, Camacho, Ricardo Gallego, Arconada, Víctor... Todos felicitaron al mediocentro por su día especial. Míchel tomó la palabra en el antepalco y ensalzó al sevillista afirmando que "era el indiscutible número 10, aunque en el Sevilla llevaras el '6'. Francisco es un triunfador como persona, además de un gran jugador. El Sevilla pone en su sitio al fútbol, a las leyendas. Eres un fenómeno".
Visiblemente emocionado, su hijo también se dirigió a su padre, recordándole cómo le levantó un castigo para ver la final de Turín. También ocupó un lugar destacado su hermandad, la del Gran Poder, de la que Francisco es y era nazareno incluso cuando era futbolista, algo no exactamente permitido para los jugadores. Fue la mañana del reconocimiento a un niño de Altair que con su calidad se hizo futbolista grande, muy grande. Así lo reconoció de forma merecida el Sevilla FC.