

Tras Pesudo, Esnaola, Rogelio... y Telechía surgían los goles de Baby Acosta: "Yo nunca perdí contra el Betis"
![]() Alejandro Delmás 26/02/2022 |
Entre el 14.11.1971 y el 24.3.1974, Bernardo 'Baby' Acosta Miranda 'solo' jugó tres partidos en la punta del ataque del Sevilla FC frente al Real Betis Balompié. Esos tres partidos se disputaron entre Primera y Segunda División (2+1), el Sevilla no perdió uno solo de ellos, ganó dos, empató el otro y en esas tres citas, Baby Acosta se despachó con... cinco (5) goles a tres porteros del Betis, uno detrás de otro y en fila: Campos, Pesudo y Esnaola. Curiosamente -y aunque desde la primera coma toque decir que 'Baby' no quiere escarbar en la herida de aquel gol, por simple respeto a compañeros- el tanto más célebre de ese repóker, por muchas circunstancias, fue el que igualó a uno (1-1) el duelo Betis-Sevilla en el campo del Betis, el 19.3.1972, en el único duelo de aquella serie que no ganó el equipo de Acosta... y la única vez que 'Baby' saltó al terreno verdiblanco para disputar un encuentro oficial como jugador del Sevilla.
El 'collage' fotográfico que abre esta pieza, con imágenes recuperadas de aquella época de 'ABC de Sevilla' y 'El Correo de Andalucía', en las ediciones del martes 21 de marzo de 1972 (ya se advierte otro mundo; ni siquiera salían los periódicos en ediciones de los lunes) nos muestra -'ABC', huecograbado- el canto de alegría de Acosta al aire húmedo de Heliòpolis, tras estampar aquel tanto del Dia de Padre de 1972 en las redes del ya fallecido guardameta bético José Manuel Pesudo (ex Valencia y Barcelona).Y también, el momento exacto de ese mismo gol, con Acosta ('9 de un Sevilla con camiseta a rayas anchas rojas y blancas) fusilando a Pesudo a quemarropa, en imagen, más difuminada, de 'El Correo de Andalucía', cuyo titular exacto a doble página (falta la otra media) es 'Real Betis y Sevilla marcaron dos goles evitables'. Volveremos más adelante sobre esta escena que sobrevino entre Acosta y Pesudo, tras aquel gol mítico en Heliópolis, que desencadena -en la imagen de 'ABC'- el pesar de Pesudo... más el alborozo del gaditano Manolín Bueno y -tapado- el murciano Juan Antonio López, compañeros de Acosta en aquel Sevilla 1971-72, de tan triste historia.
AQUELLA CAMISETA, ¿GAFE?... Y 'BENDITOS COLORES'.- Antes, y para los curiosos y tras trabajo ímprobo de nuestro amigo... 'Benditos Colores'... debe quedar constancia de que el Sevilla llegó a vestir aquella misma extraña camiseta/equipación con grandes rayas rojiblancas (más bien, 'franjas' o 'barras') incluidas las calzonas azules, del 19.3.72 en Heliópolis... en un total de 16 partidos oficiales, siempre 'de viaje', entre las temporadas 1971-72 y 72-73, Primera y Segunda División.
Bastantes han preguntado por qué el Sevilla no continuó en modo alguno con tan curiosísima equipación, que a partir de 1974 y hasta 1975 sí aparece, residualmente, en ciertas imágenes de... entrenamientos. Aunque, infortunadamente, uno ya no pueda dirigirse a leyendas del Sevilla como Pedro Duque o Alonso Romero, el firmante maneja casi con certeza la sospecha de que aquellas camisetas rojas y blancas apenas se usaron durante temporada y media (del 12.9.71, 1-1 en el viejo 'Arcángel' entre Córdoba y Sevilla, Primera División, hasta el 15.4.73, en infamante 1-0 para el Elche ante el Sevilla, ya en Segunda División)... porque se declararon bajo los efectos del 'gafe'. En 1971-72 y en Primera, el Sevilla jugó siete partidos con ese uniforme citado, no ganó ni uno, empató tres (uno, con el Betis) y perdió cuatro: entre estos últimos, el que selló el descenso a Segunda, concluyente derrota ante el Real Madrid por 4-1, el 14.5.72, en el Estadio 'Santiago Bernabéu'. Estos hechos no eran demasiado buenos para la fama de ninguna equipación.
Ya en Segunda y en el curso siguiente, 1972-73, no es que la estadística sevillista mejorara mucho con las camisetas rayadas: un triunfo (el único en el total oficial con esa equipación, 1-2, el 15-10.72, en la vieja 'Puentecilla' de la Cultural Leonesa -Bernardo, Crispi, Villafañe...- cuatro empates y otras cuatro derrotas, entre Copa y Liga, incluida aquí 'la última vez', el 15-4.73, con la derrota por 1-0 en Elche, tras resultados tan poco agradables como un 0-0 en Valencia ante el Mestalla. Hecho el paréntesis (gracias, Jose), sigamos con Baby Acosta.
ESNAOLA Y ACOSTA.- Sorprendentemente, cuando uno entrevista nada menos que a José Ramón Esnaola Larburu (no hay comentarios) en vísperas de un duelo entre Sevilla y Betis, para preguntarle por los delanteros del Sevilla que más le habían inquietado a lo largo de 15 encuentros totales con el Sevilla, en el Estadio Ramón-Sánchez Pizjuán, la respuesta de Esnaola (que nunca ganó con el Betis un partido oficial en el campo del Sevilla entre 1973 y 1985) viene así de textual: "A mí, el primero del Sevilla que me viene a la memoria es Baby Acosta, que era muy listo, muy hábil. Vivo e inteligente como el que más. Se te ponía delante en los córners y no te dejaba salir. Scotta chutaba muy fuerte y le recuerdo meterme varios goles de penalti. Y los tantos de Santi, el malagueño, en las eliminatorias de Copa. También, algunos de Montero, que era muy buen jugador... pero mi relación con la afición del Sevilla siempre ha sido de respeto. Ellos me han respetado a mí, tanto como yo a ellos. Cuando un jugador es correcto con el público, el público le devuelve la consideración y es también correcto: así es como tiene que ser". Curiosamente, Esnaola sólo se enfrentó -por todos los conceptos- a Baby Acosta en el Sevilla-Betis del 24.3.1974, en el Estadio 'Ramón Sánchez-Pizjuán' y en Segunda División: 2-1 para el Sevilla, dos goles de Acosta; uno, de penalti.
Esta misma semana, 'Muchodeporte' conversó con el propio Bernardo Acosta Miranda sobre estas palabras de Esnaola, sus goles al Betis a partir del 14.11.1971 (3-1, Primera División, Nervión, dos goles de Acosta, otro de Berruezo... y golazo para el Betis de Rodolfo Alfredo Orife, que acabó siendo cuñado del propio Acosta)... además de ciertas incidencias de su ciclo de seis temporadas en el Sevilla (1969-75); con nada menos que 76 goles oficiales entre Primera y Segunda División más Copa del Generalísimo.
De Baby Acosta: "No sabía que Esnaola había dicho esto de mí y se lo agradezco, pero sí es cierto que ante el Betis, las tres veces que jugué, me salieron muy buenos partidos. Yo nunca perdí con el Betis; la única temporada que el Sevilla perdió con el Betis estando yo en el plantel, 1973-74, fue en el campo del Betis, 3-0... yo no jugué ese día. A ver, yo no era muy dotado físicamente y hacía las cosas por picardía. Te tienes que buscar la picardía, Olía la jugada. Uno buscaba siempre que que la pelota le cayera".
(En el Lanús argentino, provincia de Buenos Aires, a mediados de los años 60 y y justo antes de venir al Sevilla, Bernardo Acosta, nacido en Asunción, Paraguay, el 2.8.1944 (con 1,77 de altura), y el argentino Ángel Silva se ganaron el apodo de 'Los Albañiles'. Acosta y Silva 'edificaban' paredes con máxima facilidad y así llegaban hábilmente al gol en un equipo de Lanús que adquirió notoriedad por la actuación de este dúo, que supo ensamblarse hasta convertirse en una pareja difícil de contener. En 185 partidos con la camiseta grana de Lanús, Silva produjo 54 tantos. Después también goleó en Newell’s y Banfield. Acosta facturó 63 goles para los granates de Lanús... y mantuvo contacto estrecho con Silva hasta el final de los días de este último, en 2003 (infarto). "Silva era un gran jugador de fútbol y además, era mi compadre, diría que hasta el final, mi mejor amigo, yo hablaba siempre con él", sintetiza hoy Baby Acosta.
LLEGADA AL SEVILLA; MERKEL, ESTANCIA Y TEORÍA.- Acosta estuvo a punto de fichar por el Español en el verano de 1969, antes que por el Sevilla. Sucedió que Casildo Osés, gerente del Español, pidió a Epifanio Rojas, representante de Acosta -y de otros dos paraguayos que vinieron con Baby, Eladio Zárate y Marcos Candía- que el jugador se sometiera a una serie de partidos de prueba, a lo que Rojas -"se trata de jugadores contrastados"- se negó, de acuerdo con el propio Acosta. Al momento, a Rojas se le ocurrió venirse a Sevilla a negociar el pase de los jugadores, dado que el Sevilla que dirigía Max Merkel, con la colaboración del experto José María Negrillo, había mostrado ciertos interés en los paraguayos. 'Nada de pruebas', reiteró Acosta... que acabó fichando por el Sevilla, mientras que Zárate y Candía hacían la valija de regreso. Ese mismo verano de 1969, el Sevilla de Merkel y el presidente Cisneros también fichó a otro 'oriundo' paraguayo, y también de Asunción: el defensa internacional Herminio Rafael Toñánez, cuyo ciclo sevillista duró casi tanto como el de Acosta: 1969-74. "Por dinero mueve uno el trasero", reflexiona Baby Acosta.
...Baby debutó con el Sevilla el 14.9.1969, cinco minutos (en relevo de Boni) contra un gran Atlético de Madrid que acabó venciendo por 0-1 en Nervión en su primer gran paso hacia el título de Liga 1969-70, que acabaría conquistando. A la jornada siguiente, el sábado 20.9.69, en Mestalla, Acosta ya salió como titular y asestó su primer zarpazo: un gol de tacón al Valencia de Joseíto que, a su vez, con el triunfo final por 0-1, dio el pistoletazo de salida a la grandísima Liga del Sevilla de Merkel, tercero en el Campeonato 1969-70. "Fue un gol de recurso, de verte apurado, amagué con mandarla a un lado... y desvié con el tacón hacia el otro, el que nadie esperaba", recuerda hoy Bernardo Acosta Miranda.
Así, Baby Acosta, admirador de Pelé, del Papa Pablo VI y de las películas de Marlon Brando, ya quedó instalado en Sevilla, donde adquirió un 'Mini 850', su coche preferido. Más adelante, con su cuñado 'Chaca' Orife -Baby también era primo de Sebastián Fleitas Miranda, otro futbolista de relumbrón, ya fallecido y que jugó en Málaga, Real Madrid y Sevilla-, abriría el restaurante 'Buenos Aires'; que ha mantenido personalmente hasta hace nada y menos.
...Baby Acosta, hoy: "De Max Merkel sólo puedo decir que era muy duro y que nos hacía entrenar con sacos de arena por las gradas... pero nunca me cohibió. Sé que solía decir a la gente... 'juegan Baby y diez más'. No, Merkel no era 'malo', en el sentido literal de la palabra. Era un hombre duro, como hoy lo sería Simeone. Recuerdo la gran bronca que nos metió ese primer año cuando ganamos por 2-3 en el Bernabéu, pero en el descanso sólo íbamos 1-1 y habíamos fallado dos o tres goles; la que nos formó. Para Merkel, lo que dijera Eloy iba a misa. Bueno, un poco los tres, Eloy, Lora... y yo".
..."Y, ¿qué nos pasó al año siguiente, con Don Dan Georgiadis, cuando bajamos?... Pues que íbamos ganando y ganando, con un fútbol de toque y toque, un poco como el juego que hoy hace Quique Setién... y empezamos a perder y perder, de todos modos. Así que Georgiadis, que siempre se te dirigía como 'señor', incluso a los periodistas, hizo un almuerzo en un hotel de Sevilla con Eloy, Lora y yo. Le dijimos: 'Míster, No tenemos un equipo para hacer ese 'fútbol bonito', necesitamos más gente que defienda y refuerce en medios'. Perdimos la fuerza, la confianza... y la suerte. Mire, el Betis quizá sea el que mejor fútbol hace hoy en la Liga española. Es posible que sea así. Pero tiene suerte, la está teniendo... y es esa suerte la te da la confianza, van las dos juntas. Pero enfrente y ahora mismo, el Sevilla sigue y sigue a su ritmo y es que la suerte hay que buscarla los 90 minutos, que es también lo que hace el Sevilla. Eso, cuando el fútbol de hoy ha cambiado tantísimo... antes nos preguntábamos en 'Las Lilas' que cuántos litros de vino se bebían unos y otros. En Lanús, los entrenamientos eran veinte vueltas al campo, tiro a gol y partido. O igual, diez o veinte minutos de carrera continua y ya se vería. Eso era. Ahora tienen gimnasio, máquinas, series de 100 metros en 12 o 13 segundos... antes se jugaba en 3-2-5 o 4-2-4 y eso no se hace hoy. Se habla de lo que eran Di Stéfano, Puskás, pero claro, todo era en 'marcas distintas', todo era de otra manera".
Acosta se marchó del Sevilla en el verano de 1975, rumbo al Xerez CD, donde en 1975-76 concluyó su carrera como futbolista. "No iba a estar por ahí, por esos campos, para que me llamaran en el banquillo 'indio' o cosas así. Del Sevilla me fui porque no me entendía con Roque Olsen, que me decía... 'usted se las sabe todas, dígame de verdad qué es lo que está viendo aquí'. Y yo le decía: 'Míster, si usted dice que yo me las sé todas y le cuento todo lo que yo sé, usted va a saber entonces tanto como yo. Quería que yo corriera como... Lora. Yo le decía: 'Si yo corriera como Lora... yo estoy para ir arriba, no para atrás'. A mí no me gustaba entrenar, me gustaba jugar. A Olsen no le gustaban esas cosas mías. Cuando me puso de suplente en un partido contra el Cádiz, y a Biri Biri de titular, y yo sólo salí un rato, como una veintena de minutos o menos, entonces comprendí que aquello se estaba terminando. No llegué a veinte partidos en todo el año y cuando el equipo volvió a Primera con Olsen, estaba claro que ya no tenía sentido seguir. Me dio la carta de libertad y me fui a Jerez..."
... "Aún recuerdo mi mejor gol en el Sevilla, que fue uno en Copa a Ñito, aquel portero tan 'vacilón' que tenía el Granada, que se remangaba los chalecos para jugar. Él, Ñito, y el mismo público del 'Ramón Sánchez-Pizjuán' se habian metido mucho conmigo, ese día. Fue en la Copa de 1971 y fue en la prórroga, el 2-1. En Granada había sido un 1-1. Quebré, mandé a Ñito para un lado y por el otro, prácticamente entré con el balón en la portería. Tenía muchísimas ganas de marcarle ese gol a Ñito. Ganamos 3-2 al final... y pasamos. El peor recuerdo (además de la muerte de Pedro Berruezo en Pontevedra) quizá en la Copa de Ferias, en Eskisehir, Turquía, casi en Asia, qué sé yo, en 1970, cuando teníamos hecho el pase a falta de diez minutos, en el minuto 80, con un gol mío... y los turcos nos metieron tres en los últimos diez minutos, aún no sé cómo y nos eliminaron. En el túnel de vestuarios se formó la marimorena. Aún no sé cómo salimos vivos de allí".
EL GOL 'DE TELECHÍA'.- Para el imaginario popular queda como el más célebre de los goles de Acosta con el Sevilla, y al Betis en concreto, dentro de un total de cinco dianas 'directas' al eterno rival en tres partidos (por ejemplo, Acosta nunca llegó a medirse con el Betis en el Trofeo 'Ciudad de Sevilla)... el tanto con que el Sevilla, a las órdenes de Vic Buckingham y tratando de evitar el descenso (que se había gestado con Dan Georgiadis) casi a la desesperada, firmó el 1-1 en el campo del Betis, el 19.3.1972. Acosta habla con soltura de los dos goles al Betis del 14.11.1971 (3-1, Sevilla) y de otro doblete en Nervión -en Segunda...-, el 24.3.1974 (2-1, Sevilla), incluido un penalti. "Ese día sé que llovió, Rogelio marcó un golazo de falta, él jugó unos minutos extraordinarios y yo creo también que ese fue uno de mis mejores partidos en el Sevilla".
En su crónica de 'ABC de Sevilla', el martes 26.3.1974, cuando el Sevilla se había ido al descanso con ventaja abrumadora de 2-0, los dos goles de Acosta... más el Betis con un hombre menos por expulsión de Iglesias, José Antonio Blázquez titulaba: "Acosta y Rogelio, dos ases". Específicamente sobre Acosta, Blázquez redactaba: "Al indio -y bien sabe Dios que no quiero mermarle con tal apelativo- le dio el domingo por estar en vena. Acosta fue el puntillero del Betis. El Betis no supo contenerle". Y de Rogelio... "Lo que hizo Rogelio, la multiplicación de movimientos y la búsqueda activa de los espacios de gol suponía la expresión futbolera de un auténtico líder".
Pero a Baby Acosta no le gusta recordar el tanto al Betis en Heliópolis (1-1) del 19.3.1972, el famoso gol en el que el 'libero' betico (Francisco Labrado) Telechía, nacido en 1945, en Los Remedios viejos dejó pasar el balón -y esto lo afirma un espectador del día- para que Baby empatara el partido a placer, en el minuto 59, ante el hoy ya fallecido meta -y entonces, ya veterano- Josè Manuel Pesudo. No, al viejo cazador del área no le gusta verse alejado de ese criterio tan respetable de 'respeto'. Cumpliendo los respetuosos deseos de Baby Acosta -quien sí nos recuerda a todos una acción similar en Argentina con el defensa internacional albiceleste Silvio Marzolini-, aquí lo dejaremos todos más o menos... limitándonos a recordar lo que Acosta y Telechía manifestaron, a dúo, al diario sevillano 'El Correo de Andalucía, con firma del periodista Diego M. Díaz Salado, en diciembre de 2015. Fue un encuentro habilitado por Díaz Salado y 'El Correo' en 'Buenos Aires', el restaurante de Baby. El relato de aquel gol 'suave' de Baby Acosta al Betis de Ferenc Szusza, Rogelio... y Telechía, el 19 de marzo de 1972, después de un chaparrón espantoso en Heliópolis al comienzo del juego, en la primera parte... que se cerró con 1-0, gol de Macario para el Betis. 'Baby versus Tele'. Fue esto y así. En 'El Correo de Andalucia':
'El alarido, cuarenta años después, sigue en la cúspide de leyendas futbolísticas de Sevilla. Y como si fuera un derbi en sí mismo, divide en dos a la propia ciudad. Hay quien dice que fue emitido por el propio portero bético, Pesudo, que con un desconcertante '¡fuera, fuera!' sembró la duda del trianero Telechía, que se agachó dejando pasar el balón. Esférico que con un sutil control orientado de muslo, Baby Acosta embocó con atino. Sin dejar que tocara el embarrado pasto. Si había algo en lo que destacara el paraguayo-argentino, ese era su infalible oportunismo. Otros cuentan que el grito salió de la garganta del delantero sevillista, 'Mía, Tele', que simulaba la petición del portero a su defensa. Picaresca sudamericana para enredar al contrario. El caso es que la pelota acabó en la malla bética. Gol. Empate. ¿Qué diablos había pasado? Una pregunta que sin micrófonos a pie de campo y otras tantas cámaras 'slow motion' se antojó imposible de resolver.
En la versión de Acosta, "La jugada fue en el área, dónde llegó la pelota por el aire. Es cierto que el portero gritó 'fuera', pero yo, que me coloqué a la espalda de Telechía, dije suave 'déjala’. El desmarque de ruptura de Acosta entre Telechía y otro defensor bético, hizo que tras el 'regalo de Navidad' del defensa bético -como definió la crónica deportiva que Ignacio García Ferreira escribiría para El Correo de Andalucía-, el delantero del Sevilla se viera en franca posición para el gol. "Es posible", continúa Acosta, "que Telechía no oyera mi petición, que era una de tantas que se hacía en el fútbol de la época. Yo la hice muy suave, no podía gritar porque entonces hubiera reconocido la voz, pero la dije".
"La pelota no botó... Si bota, se va. Estaba muy solo, gané la espalda», explica el delantero, que acompaña su recuerdo con un croquis a mano alzada que explica los movimientos de la jugada, y que acompasa con la repetición del susurro de su ya legendaria petición: 'déjala, déjala'.
"Él escuchó una voz, y por eso se agachó". Concluye el delantero que nació en Asunción, que también reconoce que no fue aquella la primera vez que su carácter canchero le sirvió para perforar la portería contraria. "Recuerdo que jugando en Lanús engañe a Marzolini", aquel lateral alto y rubio de Boca Juniors, hoy considerado como uno de los mejores laterales izquierdos de la historia del fútbol argentino. «Le dije ‘tócala, tócala’ y se la echó al portero. Me dejó solo. La metí"...
...Y la versión de Telechía... "Se saca una falta en los banquillo (NB: fue Emilio Antonio Pazos, gran central bonaerense del Sevilla de aquella época, sacó bombeado en 'lob'), una falta pegada a la banda. Estábamos en la segunda parte e íbamos ganando"; "Lo teníamos perdido, Paco", le interrumpe Acosta. "Sí. Y el Sevilla subió con todo el equipo, que se pusieron en el segundo palo. Yo era libre, no marcaba, yo iba a buscar el balón. Me puse en el primer palo", prosigue con su versión el antiguo defensa bético. "El balón venía alto, haciendo una parábola que ni las de la Biblia. Yo no tenía ni que saltar para despejar, y fue entonces cuando oí a Pesudo decir ‘fuera, fuera’...
..."Antes de despejar y que el balón lo recuperara el contrario, entendí que el portero me pedía la pelota. Así que me agaché esperando su salida y que se quedara con el balón". Nadie sabe -ni se sabrá ya- qué pretendió el portero Pesudo. "El 'míster -Ferenc Szusza-, habló con nosotros al acabar el partido (Telechía se refiere a Pesudo y a él mismo); tuvimos nuestras palabras, por la interpretación del grito. Nos llevamos toda la semana ensayando esas jugadas a partir del fallo".
La realidad es que el arquero se quedó anclado tras gritar, provocando, además del gol, la historia narrada. Y... (fin de Telechía en 'El Correo', diciembre de 2015): "Luego iba a los pueblos a entrenar y siempre me han recordado ese gol y que Baby Acosta me engañó. Yo siempre les digo que lo único que oí fue el grito de Pesudo".