Como la tanda de penaltis en Alcalá de Guadaíra para empezar la campaña de 2005 y la prórroga en Talavera de la Reina en la edición 21/22, preludios agónicos de sendos títulos del Betis, la noche de Sant Andreu generará su merecida dosis de crítica, por supuesto, pero mantiene al equipo de Manuel Pellegrini viva una de las dos llamas ilusionantes que arden entre semana. El partido fue auténtico bodrio durante el que, por momentos, dio su poquito de vergüenza ver a los jugadores béticos perseguir sombras rojigualdas. Pero pasó ronda el mejor (quede consignado que gracias a un gol palmariamente ilegal) y el sueño de ganar la cuarta en La Cartuja sigue vigente. Ahora parece lejanísimo, pero ahí está. 

El Narcìs Sala, sustituido el barro antañón por la hodierna moqueta sintética, es puro fútbol de barrio. Como ir a Vallecas en los setenta era esta visita al antiguo municipio de San Andrés de Palomar, donde los locales lucían una bellísima indumentaria cuatribarrada de Meyba, la mítica marca barcelonesa que vistió a Gordillo de verdiblanco, a Maradona en el Barça y a Fraga en Palomares. No es cómodo un escenario así y no estaba cómodo el Betis hasta que descerrajó el tanteo gracias a dos acciones propias de la cuarta categoría en la que milita su rival: mano al borde del área de Darbra por pelearse con el balón y gol de Chimy Ávila, que ejecutó mediante disparo parable por el palo del portero, Nil Torreguitart, blandito de manos.

Con Ricardo Rodríguez de improvisado mediocentro (¿?¡!), la creación bética patinaba en la superficie artificial en la que se desenvolvían mal Lo Celso e Iker Losada. Pellegrini había encomendado su ataque a los encaramientos de Jesús Rodríguez, que sembraba el pánico por su banda, y a la picardía de un Bakambu que se fabricó la primera ocasión del partido. Al verse en ventaja relativamente pronto, igual que en Mlada Boleslav, el Betis se relajó como si estuviera todo el trabajo hecho: permitió que el Sant Andreu se le echase encima y, víctima de un armazón defensivo poroso, le empataron en una buena jugada de Jurado rematada por Serrano al borde del área pequeña. Vuelta a empezar, pues, al regreso del descanso.

Pellegrini relevo en el intermedio a Mateo por Losada, soso e incoloro, y quitó al tarjeteado Ruibal. La consecuencia fue un primer cuarto de hora de pesadilla, que empezó con un mano a mano que Vieites le sacó a Paredes, siguió con una mano de Sabaly que el VAR habría sancionado como penalti y culminó con una jugada rocambolesca en la que el Sant Andreu rozó el gol dos veces: con una pelota que discurrió por la raya y con un tiro de Serrano que salvó a portero batido… su compañero Albertito. No esperó un enfadadísimo entrenador chileno para agotar los cambios: Ricardo Rodríguez, Bakambu y Lo Celso se marcharon para dar entrada a Altimira, Abde y Vitor Roque. En otro robo en la salida del balón, como su compañero en la primera parte, Tigrinho rozó el 1-2.

A falta de un cuarto de hora, el propio Vitor Roque mandó cinco metros alto una ofrenda del Chimy, que lo dejó solo al borde del área pequeña y, pese a la frustración lógica por el error, quedaba claro que al Sant Andreu le empezaban a faltar las fuerzas. Al delantero brasileño no pueden discutírsele las ganas que lo llevaron a provocar un penalti cuando ya se encaraban los diez minutos finales. Pidió lanzarlo y lo hizo fatal, raso por el centro, pero el despeje del portero lo cazó Bartra para marcar el 1-2. El central bético estaba dos metros dentro del área cuando su compañero ejecutó el lanzamiento así que, por segunda vez, la ausencia de VAR benefició al Betis, cuyas quejas de comienzos de semana han conllevado los efectos deseados. Ahí claudicó el valeroso equipo catalán, que encajó en la última jugada del encuentro el 1-3, anotado por Abde en jugada por la izquierda de Mateo Flores.

Sant Andreu (1): Nil, Guille, Casti, Lucas Villa, Darbra (Guzmán, minuto 73), Albertito (García, minuto 73), Torices (Josu, minuto 80), Jurado (Gorriti, minuto 73), Méndez, Serrano y Paredes (Forgás, minuto 84).

Real Betis (3): Fran Vieites, Aitor Ruibal (Sabally, minuto 46), Bartra, Natan, Perraud, Ricardo Rodríguez (Altimira, minuto 60), Iker Losada (Mateo, minuto 46), Lo Celso (Abde, minuto 60), Chimy Ávila, Jesús Rodríguez y Bakambu (Vitor Roque, minuto 60).

Goles: 0-1, minuto 26: Chimy Ávila. 1-1, minuto 36: Serrano. 1-2, minuto 79: Bartra. 1-3, minuto 95: Abde.

Árbitro: Busquets Ferrer, catalán. Amarillas para Aitor Ruibal, Torices, Chimy Ávila, Juanmi, Guille, Nil y Sabaly.