Victoria de las que marcan, de las que claramente ratifican que la línea a seguir es la correcta. El Betis se deshizo del Atlético de Madrid siendo netamente superior, malgastando oportunidades suficientes como para haber llegado al final del partido con un marcador mucho más cómodo. La receta fue similar a la empleada en Pamplona: dos delanteros apretando, todo el equipo tras ellos y una continua victoria en los duelos por el balón. Y por supuesto, el gol, que pese a ser muy tempranero dejó al Betis crecido y teniendo claro el camino, y al Atlético, KO.

Los de Simeone no se enteraron de la película. No lo permitió el Betis, que apretó, atosigó y ganó todos los duelos. El meneo verdiblanco a los colchoneros no tuvo discusión. Del primer minuto al último, con un gol en propia puerta (Giménez, minuto 3) y con varias llegadas para haber dejado sentenciado el partido: mano a mano de Abde (minuto 14), larguero de Abde (minuto 26), patada al aire de Vitor Roque (minuto 37)... Al descanso, lo peor para el Betis fue el resultado. Con ese resquemor se marchó al vestuario. La cortedad del resultado era el único agobio, ya que escrito está en el fútbol que a quien perdona no le espera nada bueno. El fútbol del Betis fue ágil. La pelota circuló rápido y bien. El Atlético se limitaba a fallar pases de todos los colores, a quitarse el balón de encima como mal podía.

La ola verdiblanca arrolló a Simeone por completo. El gol en contra, además, hundió su plan, basado en la férrea defensa y en el fogonazo de calidad arriba. Con un gol en contra, es complicado adelantar la línea con centrales tan lentos. El centro del campo tampoco tejió nada de nivel, así que el Betis jugó contento, enardecido y conectado con la afición, aunque sin la eficacia necesaria. Tan sólo un rematito de cabeza de Reinildo, que no necesitó de una gran parada de Rui Silva, consta como oportunidad visitante en los primeros cuarenta y cinco minutos.

El Betis siguió con la misma dinámica. Nada de parapetarse, nada de jugar a metro y medio de Rui Silva. De hecho, siguió generando ocasiones. Dos tiros de Abde nuevamente arriba, nueva patada al aire de Vitor Roque (minuto 68), un tiro bastante ajustado de Assane (minuto 77)… Lo increíble era que el partido se mantuviera 1-0. Se generó lo suficiente para un final de fiesta, que la hubo, por supuesto, aunque contenido hasta que Gil Manzano levantó su brazo. Podrá decir también el Atlético que estrelló dos veces el balón en la madera (Correa, 80 y 83'), pero al peso sale un completísimo partido del Betis y uno muy pobre del Atlético. Tantas veces se ha dejado constancia del abrumador dominio de Simeone sobre Pellegrini, que es justo resaltar que el chileno, esta vez, le dio un señor repaso a su colega argentino.

Real Betis (1): Rui Silva; Aitor Ruibal (Sabaly, minuto 90), Diego Llorente, Marc Bartra, Perraud; Fornals, Johnny Cardoso, Altimira, Abde (Íker Losada, minuto 90); Chimy Ávila (Assane Diao, minuto 76) y Vitor Roque.

Atlético de Madrid (0): Oblak; Molina, Witsel, Giménez, Reinildo (Javi Galán, minuto 46); De Paul (Lemar, minuto 85), Koke, Gallagher (Sorloth, minuto 46), Lino (Giuliano, minuto 70); Griezmann (Correa, minuto 70) y Julián Alvarez.

Goles: 1-0, minuto 3: Giménez, en propia meta.

Árbitro: Gil Manzano, extremeño. Amarillas para Reinildo, Koke, Perraud, Aitor Ruibal, Adrián y Manuel Pellegrini.