El Betis sacó el partido en Pamplona adelante con todos los condimentos que suele tener un partido en Pamplona: sufrimiento, juego aéreo, algo de polémica, gran esfuerzo físico... Un partido abierto y nada gobernado por ninguna de las dos partes cayó de lado verdiblanco gracias a la capacidad de sufrimiento, la puntería en los momentos determinantes y un muy buen nivel de los centrales. Diego Llorente sigue mandando, Johnny Cardoso va algo mejor, Vitor Roque encontró su golito… Noticias positivas que se trae de vuelta de Pamplona justo cuando el calendario no da tregua y hacía falta como el comer un motivo de alegría.

La puntería que tanto se pedía por fin apareció en el minuto 6. La salida del Betis fue mandona. Presionando arriba, no cediendo metros, provocando el fallo en la salida de balón de Osasuna. Fornals, llamado a ser el nuevo Lo Celso, vio el hueco a la espalda de Abel Bretones. Buena subida de Aitor Ruibal y Vitor Roque presente en el área. Gol. Al Betis se le vio jugar con coraje, nada cohibido, picado por los últimos tropiezos. Lógicamente, era fácil pensar que ese ritmo no se aguantaría todo el primer tiempo.

Pasado el cuarto de hora, Osasuna le cogió la onda al combate. También llegó bastante, aunque no de forma tan clara como el Betis en la doble ocasión de Vitor Roque y Bellerín con el partido acercándose a la media hora. Al peso, sí salen unos cuantos acercamientos rojillos y disparos que no fueron gol de milagro. Tanto en uno como en otro equipo, el defecto quedó pronto detectado: los laterales. Abel Bretones no ofreció seguridad e invitó a explorarlo. Por su parte, Bryan Zaragoza demostró lo buen futbolista que es. Un diablo andaba suelto por el costado de Bellerín, que lo pasó francamente mal. El extremo jugó una gran primera parte, repleta de buenos controles y jugadas intencionadas.

Osasuna, que no había perdido en casa, tiró de su ADN y nada más empezar la segunda parte tocó a corneta. Sufrimiento máximo en el Betis. Rui Silva tenía demasiado cerca a demasiados jugadores rojos. Lógicamente, llegó el gol de Torró. Esperado y justo. Pero el partido estaba raro. Básicamente, nadie controlaba nada. Se veían huecos por todos lados. Era cuestión de proteger bien el área y de aprovechar ese instante clave que siempre ofrecen los partidos. El central Boyomo se lió y sirvió en bandeja al Betis su momento. Funcionó la estrategia en el gol del Chimy Ávila. Pese a un largo tiempo extra, realmente el Betis apenas sufrió y supo despejar el peligro con buenos voleones. Así se llevó este triunfo que viene de cine y que ayuda a ver el futuro con optimismo. O al menos, con calma.

CA Osasuna (1): Sergio Herrera; Areso, Catena, Boyomo, Bretones; Lucas Torró (Moi Gómez, minuto 88); Ibáñez (Raúl, minuto 77), Aimar Oroz (Peña, minuto 88), Rubén García (Moncayola, minuto 67), Bryan Zaragoza (Arzaiz, minuto 88); Budimir.

Real Betis (2): Rui Silva; Bellerín, Diego Llorente, Bartra (Natan, minuto 88), Perraud; Johnny Cardoso, Altimira (Mateo Flores, minuto 67); Ruibal (Íker Losasa, minuto 67), Fornals (Ricardo Rodríguez, minuto 96), Vitor Roque (Chimy Ávila, minuto 46); Bakambu (Abde, minuto 60).

Goles: 0-1, minuto 7: Vitor Roque. 1-1, minuto 58: Lucas Torró. 1-2, minuto 73: Chimy Ávila.

Árbitro: Muñiz Ruiz, gallego. Roja para Dani Pendín, segundo entrenador de Osasuna y para Natan. Amarillas para Boyomo, Fornals y Moi Gómez.