Este Betis con Aitor Ruibal de delantero, este Betis en el que se celebran hasta las inscripciones (hay que fastidiarse…) sumó su primer punto del campeonato. Ante el Girona, no desprendió buenas sensaciones. Como si no hubiera habido verano, comparecieron en el Villamarín los mismos defectos de la temporada pasada. Es decir, el futbol insulso y metros por todas las zonas del campo para que el Girona tocara y tocara. Pese a los arreones, pese a parecer que en la recta final se podía llevar el partido con el palo del Chimy (minuto 75) y un par de disparos de Cardoso arriba, el equipo no dio imagen de estar míminamente cosido. Y, ojo, pudo ganar... y también perder. El Girona amenazó y se acercó lo suyo. 

La sonrisa de Bartra

El Betis marcó pronto, en el minuto 5. Gasolina para las piernas, vitaminas para la grada. Fekir la puso en el área viendo el desmarque de Bartra. Nadie siguió al central. Cabezazo y subidón. Rápidamente se vio qué tipo de equipo es el Girona. Al menos, en esta primera jornada. Cundió la sensación en el Villamarín de que no marcaría ni jugando seis días. Le será complicado quedarse de pie saliendo de golpe Aleix García, Savinho, Couto y Dovbyk. Mucha tela. Y jugando la Champions. Mantuvo el estilo en todo momento, eso sí, y al final le dio para el puntito. Le falta mucho en los metros finales.

Ruibal es el 9

Aitor Ruibal de delantero. Una decisión que tiene traca se quedó en poca cosa porque en el banquillo está Manuel Pellegrini, ese prohombre. Precisamente el delantero tuvo la oportunidad más clara de la primera parte en el minuto 20. Juanmi lo puso de gol. Ruibal tiró un mal penalti. Por el centro, débil. El Girona amenazó por la banda de Bryan Gil, que pudo con Perraud, aunque sin demasiadas consecuencias. Sin hacer nada del otro mundo, y con escasa capacidad para contener por el centro, el Betis se impuso en la primera parte. Gol, centrales que no fallaron y rival débil. La receta que nunca falla.

Intercambio y punto

La segunda parte fue entretenida. El Girona marcó en el 72'. Venía avisando. El tanto fue clara consecuencia de lo que se estaba viendo en el campo. El césped del Villamarín se convirtió en inmensa pradera para que los catalanes tocaran a placer. Hasta que Perraud, en el enésimo sufrimiento de la noche, crujió y marcó Misehouy. El partido se abrió. Si algo tiene el Betis es que va de cara, compite y no hinca la rodilla. Pero arriba falta mucho. Falta el nueve. Falta la magia de Isco. Y desde el banquillo tampoco nadie aportó. Pudo caer el gol y también encajarlo. La ruleta rusa no sonrió. Van muy justitos los verdiblancos. La planificación, esa palabra, presenta grietas. Por las bandas, el equipo fue un coladero. Y arriba no se ve a un futbolista  mínimamente definitivo. Mala combinación. Aitor Ruibal de delantero... Todo dicho. 

Real Betis (1): Rui Silva; Sabaly, Marc Bartra, Diego Llorente, Perraud; Marc Roca (Johnny, 77'), William Carvalho (Altimira, 77'); Pablo Fornals (Rodri, 59'), Fekir, Juanmi (Abde, 59'); y Aitor Ruibal (Chimy Ávila, 70').
Girona FC (1): Gazzaniga; Arnau, David López, Blind, Miguel Gutiérrez; Oriol Romeu (Jhon Solís, 66'), Yangel Herrera (Misehouy, 70'); Bryan Gil (Krejci, 81'), Iván Martín, Portu (Almena, 66'); y Abel Ruiz (Stuani, 81').
Goles: 1-0 (6') Bartra. 1-1 (72’) Misehouy.
Árbitro: Ortiz Arias (madrileño). Amonestó a Perraud (83') y a Aitor Ruibal (86') ya en el banquillo.