0-3: Fuera caretas

Lucas Haurie 13/02/2025

El Betis está a siete pasitos de una final europea, y nótese el diminutivo para resaltar la escasa dificultad de los mismos a no ser, sólo en ese caso, que le toque el Chelsea en la siguiente eliminatoria. E incluso así, ¿por qué habría que temerle? Después de una liguilla lamentable con ribetes circenses, el equipo verdiblanco entró con el pie adecuado en la fase de eliminatorias de la Conference League: una goleada inapelable en el campo del Gante que lo pone virtualmente en los octavos y le permitirá hacer una rotación masiva en el partido de vuelta, llámese trámite después de este sabroso 0-3. 

El KAA Gent –Gante en la lengua del Duque de Alba o La Gantoise para los vecinos valones– marcha sexto en un campeonato, la antigua Jupiter League, cuyo actual pichichi es Kasper Dolberg, no les digo más. Un viaje a la ciudad natal del poderoso Carlos I –emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, rey de España, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, duque de Borgoña, soberano de los Países Bajos y archiduque de Austria–, bellísima, siempre está justificado por multitud de pretextos. Lo que no cabe, de ningún modo, es complicarse una eliminatoria europea… a menos que el desdichado visitante se entregue a la charlotada. Pero en la misma hojita de la alineación, se puso serio Manuel Pellegrini (por fin) con la Conference.

Y eso que, en el cuarto de hora inicial, encantados los belgas por el correcalles que les planteaba el Ingeniero, asustaron los locales. El Betis, que ya venía acusando problemas defensivos, quedó semidesnudo por los cuatro atacantes que había por delante del doble pivote Marc Roca-Lo Celso, en el que el catalán acusaba la larga inactividad y el argentino ahorraba esfuerzos defensivos. Así, con la colaboración de la escasa autoridad de los zagueros béticos, Samoise e Ito, sobre todo él, se plantaron con facilidad en zona comprometida y tuvo el japonés dos remates francos que se fueron fuera por poco. El intercambio de golpes implica un riesgo que asumió Pellegrini; salió airoso.

Mediado el primer tiempo, aleluya, se soltó el Betis de la mano (de la clase, más bien) de Isco, que hacía bailar a su son a los otros veintiún futbolistas. No es que se le cayesen al Betis las ocasiones de bolsillos, pero Roef iba acumulando paradas hasta convertirse, al descanso, en el artífice del 0-0 reinante porque detuvo un tiro cruzado de Antony, calcado al que luego abriría el marcador, un disparo raso de Abde y un cabezazo de un compañero sobre su propia meta. Nada más empezar la segunda mitad, el crack cedido por el Manchester United ponía en ventaja a los verdiblancos al culminar junto al poste una diagonal con zurdazo cruzado marca de la casa. ¡Qué jugadorazo!

La desventaja apaciguó a los jugadores del Gante, que ya no encontraban motivación para presionar y correr como endemoniados, y la noche cobró todo el aspecto de un paseo militar, sólo matizado por un inusual libre indirecto que le pitaron a Fran Vieites por demorar un saque. Veintidós segundos esperó Horatiu Fesnic, el árbitro rumano, antes de sancionar al guardameta gallego. La regla prescribe soltar el balón en cinco, así que no puede decirse que el colegiado estuviese demasiado puntilloso. Araujo rozó la escuadra en la ejecución, en la que fue la única ocasión local del segundo tiempo y, casi en la jugada siguiente, Bakambu sentenció el partido; la eliminatoria quedó liquidada con una prolongación del congoleño en un córner, remachada por Altimira.

Ficha técnica:

KAA Gent (0): Roef, Mitrovic, Watanabe, Torunarigha, Samoise, Ito, Lopes de Silva (Delorge, minuto 77), Tiago Araújo (Brown, minuto 71), Kums (De Vlieger, minuto 84), Vanzeir (Surdez, minuto 70) y Gudjohnsen (Goore, minuto 77).

Real Betis (3): Fran Vieites, Sabaly (Ortiz, minuto 90), Bartra, Natan, Perraud, Marc Roca (Altimira, minuto 81), Lo Celso (Mateo, minuto 90), Isco (Cardoso, minuto 73), Antony (Chimy Ávila, minuto 73), Abde y Bakambu.

Goles: 0-1, minuto 46: Antony. 0-2, minuto 72: Bakambu. 0-3, minuto 83: Altimira.

Árbitro: Horatiu Fesnic, rumano. Amarillas para Sabaly y Vanzeir.