3-2: Fútbol de mentira y tormenta

Miguel Ángel Chazarri 08/02/2025

Debacle del Betis en Vigo. Cuando parecía que el mediodía iba a ser plácido, de repente cayó la tormenta en Balaídos. Un equipo endeble y carente de alma entregó el partido en 45 minutos. Un 0-2 ante el Celta debe ser suficiente renta para ganar. Cuando Antony marcó el gol de crack, la sensación era que un equipo de gran calidad arriba se comería al limitado grupo de Giráldez. Nada más lejos de la realidad. El Betis dejó de ser competitivo y quizás pensó que con fogonazos valdría para la victoria. Cuando se dio cuenta, ya había recogido tres veces el balón de su portería. La escasísima capacidad de contención condenó al equipo. También a un entrenador que pierde el inmenso crédito acumulado por minutos. Ningún cambio dijo nada y algunos de ellos tiraron la camiseta. Lo Celso, increíble, ha caído en la tristeza.

El partido, en su primer tiempo, respondió a lo esperado para todo el que haya visto un poco al Celta y mucho al Betis. Frente a frente, dos equipos que dejan jugar, que se abren con facilidad, que tienen cosas buenas arriba, buen juego, buenas triangulaciones, buenos futbolistas... Salió un partido abierto, para servirse a gusto de cada cual. El Betis marcó dos goles y dio dos palos. Amenazaba cada vez que Jesús o Isco controlaban el balón y arrancaban o levantaban la cabeza. Entre jugador y jugador, metro y medio para recibir y pensar. Un paraíso para todo el que sabe jugar. Espacio y gente habilitada para recibir pases.

Este tipo de encuentros suele quedar expuesto al fogonazo de calidad. Antony se sacó uno colosal. A pie parado, tras un despeje flojo de Marcos Alonso, remató en el minuto 9 cual jugador de fútbol sala. En el 21', el segundo, obra de Diego Llorente a la salida de un córner. El mediodía estaba para matarlo, para irse al descanso con un resultado aún más abultado. No obstante, poco a poco el Celta se fue entonando y también terminó generando lo suyo. Adrián cortó las ganas de remontada celtiña con dos buenas intervenciones, una nada más empezar el choque (minuto 6) con los pies y otra al filo del descanso a remate de cabeza de Pablo Durán. El Betis, aun con los dos palos mencionados, sí supo apuntillar. Aun así, no estaba el partido tan cerrado como podía pensarse viendo el marcador...

Dichas sensaciones quedaron ratificadas a lo largo del segundo tiempo. El Betis se convirtió en una mentira. Dejó hacer lo que quiso al Celta. Nadie robó, nadie encimó. Aquello fue rompiendo en una colección de jugadores narcisistas, todos queriéndola al pie, en ventaja. Fran Beltrán, partidazo el suyo, metió al Celta en el partido. Cual Manchester City, el Celta quiso, creyó y agobió muchísimo hasta que Javi Rodríguez, por pura insistencia, empató en el 65'. Ni por ésas se rebeló el Betis. El partido siguió tontorrón. Quedaba mucho, pero en el momento que el Celta trenzaba tres pases, avería letal. La puntilla la puso Williot en el 87', previo toque en Ángel Ortiz. El partido rompió en debacle. Ni siquiera fue capaz de amarrar el punto, que ya hubiera sido un mal resultado... Jugando a dos metros del rival, y sin virtudes defensivas, es imposible.

Ficha técnica:

Celta de Vigo (3): Guaita, Javi Rodríguez, Marcos Alonso, Carlos Domínguez, Mingueza (Carreira, minuto 82), Sotelo (Jailson, minuto 88), Beltrán, Hugo Álvarez, Alfon (Fer López, minuto 59), Pablo Durán (Borja Iglesias, minuto 82) e Iker Losada (Williot, minuto 59).

Real Betis (2): Adrián, Ortiz, Diego Llorente, Natan, Perraud (Ricardo Rodríguez, minuto 46), Johnny, Marc Roca (Altimira, minuto 57), Antony (Lo Celso, minuto 71), Isco, Jesús Rodríguez (Abde, minuto 71) y Bakambu (Vitor Roque, minuto 57).

Goles: 0-1, minuto 10: Antony. 0-2, minuto 21: Diego Llorente. 1-2, minuto 63: Fran Beltrán. 2-2, minuto 65: Javi Rodríguez. 3-2, minuto 87: Williot, minuto 87.

Árbitro: Busquets Ferrer, balear. Amarillas para Perraud, Isco, Antony, Marcos Alonso, Borja Iglesias, Vitor Roque y Fran Beltrán.