Las mentiras o medias verdades del comunicado del Sevilla, según el Betis
Paco Cepeda 18/12/2024 |
El Sevilla ha decidido romper relaciones con el Betis, tema siempre de largo recorrido y alta tensión. La versión sevillista está contada con pelos y señales comunicado mediante y luego con palabras de Del Nido Carrasco. Ángel Haro habló ayer suponiendo, con acierto, que se iba a producir la ruptura, pero no va a hablar en público, al menos de momento, tras ese comunicado del Sevilla. Pero ya conocemos extraoficialmente lo que se piensa en La Palmera del argumentario sevillista.
El primer golpe al relato sevillista llega con el tema del comité de Competición. Desde el Sevilla afirman que el Betis ha denunciado la imagen del escudo tachado porque solo sancionan de forma deportiva. Un argumento que para el Betis sería falso. ¿Por qué? Porque el Sevilla, lejos de haber sido víctima de una sanción leve, fue sancionado por el artículo 129, que contempla multas económicas de hasta 600 euros o suspensiones de 1 a 4 partidos. Lo que sucedió con Guardado, aunque a este jugador no lo sancionaron deportivamente, sí económicamente por su celebración de Copa, y, conviene aclarar, no porque el Sevilla lo pidiera. Por lo tanto, dicen desde el Betis, las quejas del Sevilla son poco más que una excusa mal montada.
Además, lo que pone aún más en tela de juicio la postura del Sevilla es la llamada telefónica mencionada por su presidente. Según el Betis, esta conversación se dio antes de que Haro conociera las imágenes de la celebración de los jugadores sancionados. La pregunta aquí es clara: ¿Por qué esperar tanto tiempo para explotar la situación? ¿Por qué no se quejaron el 31 de octubre, cuando supieron que sus jugadores habían sido sancionados con un partido? La respuesta parece evidente para los del Betis: esa denuncia no se produce hasta el día de la despedida de Navas en su estadio, un momento cargado de simbolismo y perfecto para generar ruido mediático.
En definitiva, la versión del Betis pinta a los de Nervión como los que están jugando al victimismo con una historia manipulada a medida. Mientras tanto, el Sevilla se mantiene firme en su postura y la ruptura de relaciones entre ambos clubes parece ya un hecho irreversible hasta nueva orden. Pero lo cierto es que, detrás de todo esto, hay más preguntas que respuestas, y una guerra de versiones que solo sirve para confirmar que este clásico no se juega solo sobre el campo.