Abde y Chimy Ávila regresan a Pamplona, una vuelta con división de opiniones en su recibimiento

Carlos Vizcaíno 15/10/2024

El Real Betis prepara desde este lunes el regreso a LaLiga con la vuelta a los entrenamientos después de dos días de descanso por el parón de selecciones. El conjunto verdiblanco, tras dos derrotas consecutivas, las sufridas frente al Legia de Varsovia y el Sevilla, visita este sábado Osasuna (16.15 h), un encuentro que supondrá el regreso al feudo rojillo del Chimy Ávila y Abde, una vuelta con distintos recuerdos para la grada rojilla .

El jugador argentino, después de cuatro temporadas y media, 123 partidos y 29 goles, fichó por el Betis en el pasado mercado invernal. El internacional marroquí, por su parte, recaló en Heliópolis en el verano de 2023 tras previo pago de 7,5 millones de euros al FC Barcelona, después de una temporada 2022/2023 en Osasuna que supuso su explosión en la élite. Mientras que el protagonismo del Chimy Ávila no es relevante, Abde, en su segunda tempodada como verdiblanco, está siendo determinante.

Si bien Abde dejó un gran recuerdo en la grada rojilla, anotando seis goles y dando dos asistencias en los 34 partidos que disputó, siendo de los jugadores más destacados y brillantes del equipo dirigido por Jagoba Arrasate, la salida del Chimy Ávila deparó un distanciamiento con la directiva navarra. El extremo regresó a Barcelona en busca de un salto en su carrera ante las propuestas  que le llegaron,  mientras que el atacante forzó su salida al club bético.

"No me gustó absolutamente nada y se lo he dicho a él en persona que salga el agente y haga esas declaraciones, se lo he dicho también en privado", dijo Braulio Vázquez, director deportivo de Osasuna, respondiendo a unas declaraciones del agente del Chimy Ávila en plenas negociaciones. "El jugador está dispuesto a venir, así lo he manifestado, tiene ganas de un nuevo desafío, sabe que va a rendir mucho, tiene mucha confianza en él, que a la afición le va a gustar mucho tenerlo, por la entrega que tiene", dijo. 

"Si el Chimy siguiese aquí en julio valdría menos dinero, a nivel mental ya no estaba aquí", añadió Braulio Vázquez, que acabó traspasando al argentino al Betis por un montante positivo para el club navarro: 4 millones de euros que podrían alcanzar los 4,7, cantidad neta tras la renuncia del jugador y su agente al porcentaje de la plusvalía recogido en el contrato de su fichaje, además de un 10% adicional de la propiedad de Raúl García Haro (pasando a un 75%) y de un 20% de la plusvalía de una futura venta.