Decíamos ayer
Lucas Haurie 15/09/2024 |
A Giovani Lo Celso le han sentado fenomenal los cinco años transcurridos desde su marcha al Tottenham. El fabuloso pelotero rosarino, en fin, querría haber tenido más protagonismo o menos lesiones durante este lustro, pero la vida reparte las cartas como le da la gana y uno tiene la impresión, viéndolo reinar en el Benito Villamarín como lo hizo durante la media hora que regaló ante el Leganés, que se marchó para hacer una larguísima pretemporada tras la que ha vuelto a punto de caramelo para brillar en el Betis: regresa al sitio donde mejor jugó con una edad de dulce y consciente de que pasó su hora en los clubes de la plutocracia europea. Tiene por delante sus mejores temporadas y las ofrecerá aquí. Mejor, imposible.
Cuenta la tradición la anécdota, seguramente apócrifa, del primer día de clase de Fray Luis de León al retomar su cátedra de Teología en la Universidad de Salamanca después de tres años enchironado por la Inquisición: "Dicebamus hesterna die..." ("Decíamos ayer..."), comenzaba su disertación magistral para establecer la misma continuidad percibida entre aquel Lo Celso que deslumbró en la temporada 18/19 con el que contribuyó a conseguir la primera victoria de la Liga 24/25. Aquel año, a las órdenes de Quique Setién, Gio marcó 16 goles en 45 partidos. Con Rosario Central, PSG, Tottenham y Villarreal –un decenio mal contado–, ha sumado 23 en 266 encuentros. ¿Alguien puede dudar de que Heliópolis es su lugar en el mundo?
Aunque sí tendrá que esforzarse Giovani Lo Celso para que, al contrario de lo que pasó en aquella campaña, los logros colectivos sean tan memorables como su desempeño personal. El colmillo competitivo de Manuel Pellegrini, tan distinto de su antecesor cántabro, deberá mejorar (muchísimo) la décima plaza de entonces, evitar la tradicional bofetada europea que en 2019 le dio el Rennes y, sobre todo, agarrar con fuerza la oportunidad de tocar plata que se escapó aquel año en la frustrante semifinal copera contra el Valencia. Lo Celso no tiene más títulos con clubes que los logrados en Francia por un PSG que gana casi por decreto, pero ha levantado dos Copas América con Argentina y no fue campeón del mundo porque una lesión le impidió estar en Qatar. En la selección sí ha construido una carrera a la altura de su talento, pues acumula más de 60 presencias y cada día luce más galones. Es un ganador cuando se viste de albiceleste y el reto es serlo también de verdiblanco. No me voy a cansar de repetirlo: a por la Conference con todo.