1979: Cuando el CB Ademar Sevilla ejerció de sparring en Chapina de la selección de Checoslovaquia
José Antonio Jiménez 13/12/2024 |
El BM Proin Sevilla ha situado al balonmano sevillano a un paso de la élite máxima algunos lustros después de que el BM Rochelambert rozaba la máxima categoría del balonmano patrio. El pasado miércoles, sin ir más lejos, protagonizada un acontecimiento nunca visto por estos lares: Que un equipo de la Liga Asobal disputara un partido oficial a los pies de la Giralda. Lo de menos fue el resultado final del duelo copero ante BM Torrelavega. Lo importante, lo que quedará, que Sevilla disfrutara de algo que parecía vedado para los amantes al buen balonmano que hay en la capital hispalense y alrededores. Sin restarle méritos a lo vivido en El Paraguas, hace 45 años otro club de balonmano sevillano tuvo el privilegio y el honor de jugar un partido para muchos olvidado, pero que en su momento fue lo más de lo más para la Sevilla polideportiva.
Hace algo más de 45 años (febrero de 1979), el desaparecido CB Ademar Sevilla ejerció de sparring de la selección de Checoslovaquia. Un combinado que se preparaba para llegar en la mejor condición posible al Mundial B (que organizaba España y que, semanas más tarde, acabarían ganando los pupilos de Domingo Bárcenas en el Palau Blau Grana tras derrotar en la finalísima a Suiza por 24-18).
¿Por qué un equipo que militaba en la Segunda Nacional jugó un amistoso con una de las selecciones del momento? Tiene una sencilla explicación. Sevilla sería una de las sedes de dicho Mundial B, ciudad en la que fue ubicado el combinado de la Europa del Este (con algunas medalla en su haber en campeonato de superior rango). Una sede que repartiría sus encuentros entre Málaga y el Pabellón de Chapina y que, además, contaría con la participación de Islandia e Israel.
Lógicamente, el partido no tuvo color. El 54-14 que reflejaba al final de los 60 minutos reglamentarios el marcador del Pabellón de Chapina lo decía todo de la diferencia de calidad de unos y otros. Sin embargo, los Manolo Bermudo, Pepe Gil, Manolo Franco (porteros), Nono Contreras (capitán), Antonio Dorado, José Luis Árias, Javier Aldea, Castellanos, Julián Belloso (central), José Antonio Montero (pivote), Villalonga, Vivancos, Andrés Benítez Panchón (una versión hispalense del genial Cecilio Alonso, autor de dos de los catorce goles que anotaba un conjunto dirigido por Ricardo Cobelo y que alternaba sus partidos como local entre Chapina y el Pabellón de la Escuela de Arquitectura en Reina Mercedes)… siempre podrán presumir de haberse medido a toda una selección nacional. Sin olvidarnos del alma mater de este equipo, su presidente: Don Tomás Contreras.
Ya con el Mundial B en marcha, los componentes del CB Ademar Sevilla buscaron una curiosa manera de financiar sus arcas durante los partidos disputados en un recinto que, cada día que pasa, resulta más incomprensible fuera derribado a las puertas de la Expo del 92: Preparar bocadillos para que los presentes disfrutaran con el estómago más o menos lleno de balonmano de alto nivel. Una idea que, según nos recuerdan, no tuvo el éxito presupuestado…
Casualidades de la vida, España certificaba ante Checoslovaquia su presencia en la final (que premiaba a sus contendientes con su presencia en los JJOO de Moscú 80). La Checoslovaquia de los Hirner, Homolka, Packa, Polivka, Papiernik, Dobrotka, Brestovansky, Bernard, Sulc, Salivar… La misma que tuvo el detalle de regalarle al vestuario del CB Ademar de una tarde que bien merece la pena recordar.
PD: La selección española que acabaría ganando el Mundial B la formaban: López Balcells (103 veces internacional), López Pelayo (40), Milián (4), Novoa (45), Pagoaga (26), Kosell (13), Sagarribay (17), Serrano (-), Uria (40), De Andrés (102), López Manrique (18), Albizu (3), Cecilio Alonso (23), Calabuig (5), Castellvi (-), De la Puente (17), De Miguel (-) y Hernández Diéguez (38). Combinado que luego fuera quinto en Moscú 1980.