Diciembre-1970: Ali-Cassius Clay tumba a Ringo Bonavena, que después fue asesinado en un burdel
Alejandro Delmás 16/12/2023 |
El 7 de diciembre de 1970, ante 19.417 espectadores presentes en el Madison Square Garden de Nueva York, Cassius Marcellus Clay/Muhammad Ali (1942-2016), probablemente el mejor boxeador de todos los tiempos, propinó al espectacular peleador argentino Óscar Natalio 'Ringo' Bonavena la única derrota antes del límite en la relampagueante carrera de Óscar Natalio Bonavena.
Ni seis años después del combate, 'Ringo' (natural de Parque Patricios, Buenos Aires, y absoluto 'fan' del local Club Atlético Huracán, 'El Globo', 'Los Quemeros'... entonces en el mejor momento de su historia bajo la guía de César Luis Menotti)... resultó asesinado con disparos de un fusil 'Remington 30-08' a las puertas del burdel 'Mustang Ranch', en Reno, Nevada. De chaval, Bonavena, nacido el 25.9.1942, había llegado a ganarse su primer dinero vendiendo 'Coca Colas' en el Estadio del Huracán, 'Tomás Adolfo Ducó'.
El crimen de Reno sucedió el 22 de mayo de 1976 y el gatillo del 'Remington' lo apretó el matón William Ross Brymer, guardaespaldas personal del mafioso Joe Conforte, propietario del 'Mustang Ranch'. Conforte había comprado a otro hampón, el portorriqueño Joe Montano, el contrato de 20.000 dólares que -tras batir a Raúl Gorosito, en su última aparición en Argentina- Bonavena había firmado a Montano con vistas a la eventual, casi inevitable revancha con Muhammad Ali.
Como si fuera Michael Madsen ('Budd') en 'Kill Bill', como un personaje de Tarantino, Bonavena se trasladó a vivir en una 'roulotte' junto al mismísimo 'Mustang Ranch', con su amigo Julio 'El Gordo' Morales. Y allí, 'Ringo' se vio envuelto en una serie ruinosa de eventos, con trastienda femenina, que desembocaron en los fatales disparos del 'Remington' de Brymer. Desde una de las torres de vigilancia del burdel de Conforte. una de las balas del '30-08' disparadas por Brymer atravesó el corazón del peleador de Parque Patricios; lo de 'Ringo' (también, 'Titi' o 'El Zurdo') le venía por su aparatosidad disparatada y su flequillo, todo al mejor estilo del 'beatle' Ringo Starr.
Ya asentado en EE UU, en Nevada, dando pasos hacia el nuevo combate con Muhammad Ali, 'Ringo' disputaría su combate final, en febrero de 1976 -victoria a los puntos ante Billy Joiner en el Coliseum de Reno- y se había casado nada menos que con la exesposa del propio Brymer, a fin de obtener la ciudadanía estadounidense.
Pero lo peor estaba por venir. En el mismo 'Mustang Ranch', Bonavena estableció una relación sentimental, bastante más que un simple devaneo, nada menos que con Sally Conforte, esposa -mayorcita- del propietario del burdel.
Lo primero que pasó cuando todo se supo fue que Conforte ordenó meter fuego a la caravana de 'Ringo', la casa rodante donde vivían Bonavena y 'El Gordo' Morales. Lo segundo fue que un Bonavena enfurecido como un jaguar o un toro de las Pampas, tras ver reducida a cenizas su única posesión material, se dirigió al 'rancho' a desafiar directamente a Conforte. Y tercero, casi como consecuencia inevitable de todo lo demás... Brymer descargó su 'Remington' hacia el pecho del zurdo Bonavena, en cuyo cadáver -tobillo derecho- apareció una pistola que sería fundamental para que Brymer no sufriera un grave castigo penitenciario.
Como escarmiento y aviso a aventureros o navegantes en las aguas de su cama, Conforte ordenó plantar el cadáver del boxeador a las puertas del 'Mustang Ranch'. Al fin, el asesino, Brymer, sólo sufrió en Nevada una pena de 15 meses, hasta que el cargo se conmutó a 'homicidio involuntario', pese a declaraciones de testigos que aseguraban la absoluta 'voluntariedad' de William Ross Brymer.
El cuerpo baleado del boxeador fue trasladado a Buenos Aires donde el 29 de mayo de 1976 sería velado por un total de unas 150.000 personas en el Luna Park, el más célebre recinto del boxeo argentino. Después del velatorio, 'Ringo', El Titi', recibió sepultura en el cementerio de la Chacarita.
Bonavena fue el gran 'patrón' de la noche de Buenos Aires en el tramo entre últimos años 60 y y primeros 70, desde 'Sunset' hasta 'Mau Mau', y tan ídolo indiscutible del boxeo argentino que aún sostiene el récord de público en el Luna Park: 25.236 personas vivieron allí en directo su triunfo ante Goyo Peralta, en septiembre de 1965.
En Buenos Aires, hoy, la tribuna local del C. A. Huracán, más una calle y una estación de tren ('Hospitales') llevan el nombre de Óscar Bonavena. "Somos del barrio, del barrio de la Quema… somos del barrio de Ringo Bonavena”, cantaron y cantan los hinchas de Huracán, como hacían en cada llegada de Óscar Bonavena al 'Ducó'.
ALI Y 'RINGO'.- Resultó absolutamente histórico el combate entre Muhammad Ali y Òscar 'Ringo' Bonavena que, de alguna manera, estuvo al fondo de los hechos que determinaron el asesinato del peleador de Parque Patricios.
Se trataba del segundo combate de Muhammad tras reaparecer -victoria por KO Técnico en el tercer asalto- contra Jerry Quarry en octubre de 1970, al cabo de tres años y medio (desde marzo de 1967, KO a Zora Folley) por la suspensión decretada contra él ex Cassius Clay por no alistarse para la guerra de Vietnam.
El duelo Ali-Bonavena se veía como necesaria escala para Muhammad en su travesía hacia el asalto final a 'Smokin' Joe Frazier' para recuperar el título mundial indiscutido de los grandes pesos. Bonavena había perdido dos veces con el propio Frazier... pero en 1966, 'Ringo' había llegado a derribar un par de veces a Joe Frazier -a sólo una de un K. O. Técnico y en el segundo asalto- en el viejo Madison Square Garden, que sería derribado en 1968. El segundo triunfo de Frazier sobre Bonavena (siempre por puntos y por margen estrecho) había sobrevenido en 1968, en el Spectrum de Filadelfia.
Toda la semana anterior al Ali-Bonavena, hasta el día del pesaje, estuvo llena de tensión. Bonavena (que ya había intentado provocar a Ali en presencia de un sorprendido Joe Louis) amenazaba a Ali ante toda cámara o micrófono, y aunque hablaba bien poco inglés, era lo suficiente como para soltarle a Muhammad en su propia cara cosas como "chicken" ('gallina', para el caso) o “I kill him” ('Lo mato'), en el mismo pesaje aún quería que el periodista argentino Ernesto Cherquis Bialo, gran amigo de Óscar, y que aún vive y escribe, tradujera en la mismísima cara de Alí: “Te voy a arrancan la cabeza” o “te arrugaste para defender a tu patria en Vietnam, ¿eh?..."
Cherquis se negó a semejantes locuras y, según sus propias palabras de hoy... "afortunadamente, entre los gestos, el rostro sorprendido de Muhammad, la cantidad de periodistas y los argentinos que se acercaron, pudimos zafar susurrándole al oído (a Bonavena): “Vamos que el médico te tiene que tomar la presión, vamos, vamos, ahora hay que darle bola al doctor”. Quedan fotografías maravillosas de ese pesaje, en las que Ali difícilmente puede aguantar la sonrisa ante las amenazas -que pretendían ser 'tensas'- de Bonavena, tanto o más 'showman' que Muhammad.
El 25 de septiembre anterior, Bonavena habá consultado directamente al propio Cherquis Bialo su opinión sobre la pelea que le estaban ofreciendo con Muhammad. Fue así, recién recuerda Cherquis en el medio argentino 'Infobae'. Bonavena le dijo: 'Me estoy inventando una pelea con Cassius Clay y quiero conocer tu opinión; '¿Qué te parece?, pelear con Cassius Clay que reaparece y en el Madison Square Garden, ¿cuál es tu opinión?'... "Ni lo intentes, te va a matar”, repuso el periodista, quien añade: 'Al verlo sorprendido agregué con crudeza: ”No 'tenés chance”. (Bonavena) me miró extrañado, se puso de pie y preguntó: “¿Qué tengo para perder?”.
Para Cherquis Bialo, esta última de 'Ringo'... 'era una reflexión valedera. Ahí repasé con la memoria que Ringo ya había peleado en sus seis años como profesional con los mejores de la categoría: Jerry Quarry, Joe Frazier, Leotis Martin, Floyd Patterson, Jimmy Ellis, Zora Folley... Hice un silencio. Y me dije: ¿para qué desvanecer un sueño? El tipo está embalado, el riesgo es el mismo. Y recordé un axioma tan viejo como el boxeo mismo: “Entre los pesos pesados no gana el que pega más fuerte, sino el que aguanta más”. Y Ringo estaba para aguantar. De manera que me arrepentí en el aire y levantando la copa brindamos: “Tenés razón, Ringo, tenés razón, amigo. Hay que prepararse y concentrarse bien. Vamos para adelante”. Él quedó muy satisfecho porque estaba buscando complicidades. Seguramente había consultado con otros amigos, empezando por el promotor del Luna Park, (Juan Carlos) 'Tito' Lectoure, por sus entrenadores que eran los hermanos Juan y Bautista Rago de su querido Huracán. Tal vez con su médico y amigo, el doctor Roberto Paladino..."
FIRPO Y DEMPSEY.- En esas condiciones, un Ali-Bonavena tenía que traer resonancias planetarias de la mítica batalla entre Luis Ángel Firpo, el bonaerense (de Junín) 'Toro de las Pampas' y nada menos que el supremo pegador estadounidense campeón mundial de los pesos pesados: Jack Dempsey, alias 'El Martillador de Manassa'.
El 14 de septiembre de 1923 unas 80.000 personas colmaron el Polo Grounds de Nueva York. Millones de argentinos que acompañaban la retransmisión del combate a través de las radios de galena siguieron las alternativas de los dos 'rounds' más impresionantes en la historia del boxeo. Sólo en el primer asalto se repartieron siete caídas -'knockdowns'- entre Firpo y Dempsey.
El asombroso 'round' terminó con un inopinado derechazo mitad golpe mitad empellón de Firpo que estalló en la mandíbula de Dempsey, quien salió despedido fuera de las cuerdas del 'ring', directo a las sillas de pista del Polo Grounds. La pluma estilográfica de un periodista de 'The New York Times' que se insertó en los glúteos de Dempsey lo hizo reaccionar y lo devolvió al 'ring' en teóricamente menos de diez segundos, aunque los argentinos siempre creerán que Dempsey estuvo más de 20 segundos volteado y tumbado fuera del cuadrilátero.
De regreso a la batalla, ya en el segundo asalto, Dempsey, el 'killer' de Manassa (Colorado) salió decidido a terminar el pleito. Con sendos ganchos de izquierda, Jack Dempsey tumbó dos veces a L. A. Firpo; el segundo 'knockdown' de este segundo 'round' fue el definitivo.
En Buenos Aires, desde 1892, el boxeo estaba prohibido oficialmente. Pero, ante el fervor que desató la actuación de Firpo y por la presión popular que el hecho ocasionó -todo el país se sintió 'robado por los norteamericanos'-, el deporte de las doce cuerdas fue reintroducido el 3 de febrero de 1924 como práctica legal en la capital, Buenos Aires.
Bajo estos antecedentes y con estas condiciones, en Nueva York y frente a Cassius Clay/Muhammad Ali -aunque sin el título mundial en juego- resultaba practicamente inevitable que 'Ringo' Bonavena se sintiera un... 'Toro de las Pampas'.
COMBATE MEMORABLE.- Al fin, la noche del 7.12.1970, lunes, y ante 19.417 espectadores en el 'nuevo' MS Garden (ya el mismo de hoy, propiedad de la sociedad 'MSG', como los NY Knicks de la NBA o los NY Rangers de la NHL), Ali y Bonavena se pusieron frente a frente sobre la resina del 'ring' del Garden.
Muhammad Ali se presentó con calzón rojo y bonitas zapatillas 'Adidas', con flecos. Óscar, 'Ringo' Bonavena vestía calzón de terciopelo raso azul oscuro con cintura roja. Llevaba las iniciales 'OB' en el muslo derecho, más la palabra 'Ringo' en el izquierdo. Y botas negras.
Por dimensiones y 'envergadura' o 'alcance', la ventaja de Ali resultaba indudable: 191 centímetros de altura contra 179 de Bonavena y, peor para el argentino, 198 centímetros de 'reach' o alcance de brazos para Muhammad, por sólo 185 cms. del zurdo 'Ringo'... que nunca había perdido antes del límite. No lo hatía antes... ni después de esa noche del Garden, cuyos derechos boxísticos estaban en poder del 'matchmaker' o promotor Harry Markson.
Como detalle, el combate fue televisado en España por la primera cadena de Televisión Española y, si se desea una reflexión sobre cómo han cambiado los tiempos en poco más de cinco décadas, este dato puede ayudar lo suyo. Cherquis Bialo compara a Clay/Ali con 'un Messi de hace 60 años'.
La bolsa de Muhammad Ali alcanzaba los 200.000 dólares netos; la de Bonavena se detuvo en unos 185.000 después del pago de otros 100.000 dólares en impuestos y corretajes varios. No había la menor duda de que el combate, con todo su atractivo, se trataba como simple 'estación de paso' para un Ali-Frazier que, ya con el título mundial en juego, iba a ser, sí... 'El Combate del Siglo'. Eso ya sería en 1971, pocos meses después. Pero esta noche de diciembre de 1970, el 'ring' del Garden estaba montado como cuesta arriba... para Óscar Natalio Bonavena.
'Ringo' peleaba por una bolsa más bien pobretona; MSG -Harry Markson- le había agregado a su rincón al preparador Gil Clancy, un empleado del propio Markson.
En la esquina de Ali se hallaban sus hombres de siempre: el masajista 'gurú' Bundini Brown ('Dance, my champ', 'Baila, mi campeón') y el hábil preparador italoamericano Angelo Dundee, el mismo que luego aflojó las cuerdas del 'ring' con un destornillador en la noche bruja de Kinshasa ante George Foreman, el 'Rope a Dope' o 'Trampa en las Cuerdas': 30.10.1974.
El árbitro fue otro 'amigo' de 'Casa Markson', Mark Conn, quien en el desenlace permitiría que Alí no se alejara y dejara respirar a Bonavena mientras éste era 'contado'. Además de Conn, los otros dos jueces (Jack Bloom, Joe Eppy) eran también de EE UU. Conn había sido el árbitro del combate de 1966 en el que Bonavena había puesto por dos veces en la lona a Joe Frazier. Y Eppy, uno de los jueces de aquella noche. También por contrato, si Bonavena ganaba estaba obligado a dar la revancha a Ali... o a enfrentarse a Frazier por tercera vez. Y su peso no podía pasar de unos exigentes 92 kilos y medio.
Todo lo que el acometedor, agresivo zurdo bonaerense de Parque Patricios tenía que hacer era ir a una pelea de desgaste -a 15 asaltos- con el menor riesgo posible ante un Ali que desde marzo de 1967 (Zora Folley) sólo había combatido en un 'ring' apenas tres asaltos ante Jerry Quarry, el 26 de octubre de ese mismo 1970.
Pero para ello, Óscar no debía de escuchar los 'interesados' consejos de Gil Clancy, quien, con descaro, mandaba a 'Ringo' a un ataque 'kamikaze', directo hacia la red de la mejor esgrima del 'ring' mundial, la de Muhammad Ali: 'Vamos, ataca, ataca siempre y búscale los flancos', apremiaba Clancy a Bonavena.
En el sexto asalto, Bonavena, 'macho acometedor', se dio cuenta de que para evitar un suicidio debía hacer lo contrario de lo que Clancy decía. Tenía que esperar, contragolpear y administrar su energía. Aunque, por otra parte, esta táctica le iría a conducir a una inevitable desventaja en la puntuación de las cartulinas.
En el noveno asalto sucedió lo inesperado. Ali, campeón despojado sin haber caído en el 'ring'... cayó; pero sucedió en una marcha atrás por propio impulso del púgil de Louisville, en un final de 'intercambio' y no por un golpe certero de Bonavena, quien ya era consciente de su desventaja en las tarjetas de los jueces.
En la retransmisión oficial de la pelea aún cabe observar cómo Mark Conn ni siquiera procede al conteo con Muhammad y el 'speaker' comenta... 'non account as knockdown', 'no se cuenta como 'knockdown', como caída'. Esto, a pesar de que muchos argentinos siguen estableciendo la leyenda de que 'Bonavena fue el primero que tumbó a Ali'.
Un Muhammad Ali sensiblemente menos explosivo y 'burbujeante' que cuando tuvo que renunciar al título, en 1967, pero aún temible por su calidad, solidez y experiencia ('El Loco de Louisville' llegaba ante Bonavena en balance de 30 victorias en 30 combates)... resistía manteniendo a distancia a Bonavena con potentes 'ganchos' derivados de sus casi dos metros de 'alcance' de brazos.
En esgrima, en juego y velocidad de piernas, esquivando y en argumentos en posición defensiva, Ali seguía siendo intocable. 'El boxeo son sílabas', sostenía el excampeón Archie Moore. Y Muhammad Ali las deletreaba mejor que nadie...
Cuando comenzó el 15° y último asalto, Óscar Bonavena decidió quemar las naves e irse con todo a por Muhammad. Y Ali capitalizó el 'ataque de furia'. Muhammad derribó por tres veces a Bonavena, sin que Mark Conn le ordenara retirarse tras las dos primeras... y derrotó a 'Ringo' por un 'KO Técnico' técnicamente inapelable tras la tercera caída, tres 'knockdowns'. Iban 2:03 del asalto número 15, quedaban 57 segundos exactos de combate y, en las cartulinas de los jueces, la ventaja de Ali era bastante abismal. Sobre 15 asaltos, antes del final del 15º, ahí se iba 12-2 a favor de Ali en la tarjeta de Conn, 8-5-1 en la de Jack Bloom y y 10-3-1 en la de Joe Eppy.
EL DESENLACE: NORMAN MAILER.- Pero mejor será que lo relate un tal Norman Mailer, en 'El Rey de la Colina' ("The King of the Hill'): "Óscar Bonavena, Jerry Quarry, George Chuvalo, Gene Fullmer y Carmen Basilio, para nombrar sólo a unos pocos, tienen caras que asustarían a un sargento de la Infantería de Marina durante una pelea en un bar. Es como si pudieran abatirnos con el pedazo de hueso que les quedó por nariz. Todos ellos son, incidentalmente, blancos; poseen un código: pelear hasta que se derrumben, y si han de recibir un puñetazo por cada uno de los que dan, suponen que ganarán. Su 'yo' y su inteligencia están conectados a la misma fuente de savia: el orgullo masculino. Son sustancias vecinas de la roca..."
... "Pero Ali venció a Quarry con una racha de cien puñetazos extraviados, con un latigazo calculado, un latigazo como lamedura de serpiente en la esponja de carne que rodea los ojos irlandeses de Quarry y esa pelea estaba cancelada antes del fin del tercer 'round'. Luego noqueó a Bonavena, el indestructible, a quien nadie había frenado antes, con el arte de mezclar los puñetazos; algunos de los golpes que Ali dio esa noche no hubieran lesionado a un niño, pero el puñetazo del decimoquinto round fue como una bola destructora llegada del espacio exterior. Bonavena empezó a desparramarse sobre la lona, era una casa que se venía abajo".
"Sin embargo, tal vez fue ese tipo de golpe el que le derrotaría más adelante (a Muhammad), ante Frazier. Ali se fatigó con Bonavena, estuvo deslucido, ahogado, torpe, superior en puntos aunque necesitado de serio entrenamiento si es que buscaba derrotar a Frazier. El puñetazo (a Bonavena) del último 'round' inflamó su creencia en que las fuerzas mágicas le pertenecían y sólo bastaba con apelar a ellas; que las silenciosas ligas de apoyo a su causa negra -la causa de 'todos'- eran como una capa de terciopelo nocturno, destinada a protegerlo con sangre negra, negro sentido de la tragedia, conciencia negra de que la culpa del mundo se había transformado en el gozne de una puerta que ellos abrirían. Así que, de todos modos, los negros iban a despejar el camino hacia el mentón de Frazier, el camino para su viaje al Olimpo. Además, enarbolaba argumentos como éste: "No veo cómo Joe Frazier puede darme un golpe, no me puede alcanzar, mis brazos son muy largos..."
Cuando terminó el cruce de golpes entre Ali y Bonavena también finalizó la hostilidad verbal. Cuando Ali era entrevistado sobre el cuadrilátero, Bonavena interrumpió la conversación y dijo amigablemente a su adversario, en su rudimentario inglés. “Perdón por haberte dicho 'gallina', fue solo para ponerte nervioso. No eres ninguna gallina, sino el campeón del mundo”, intentó disculparse. La respuesta de Ali fue gratificante: “Debo decir que hasta el día de hoy, Óscar ha sido el rival más difícil que he tenido".
El nacido Cassius Clay agregó: "No fue mi mejor actuación, tal vez fue la peor. Quizás lo tomé demasiado a la ligera. Cometí muchos errores y eso me costó un precio porque Oscar es incómodo y astuto, un golpeador por sorpresa. Pero gané. Noqueé a Oscar y eso es algo que el malvado Joe Frazier no pudo hacer anteriormente a través de 25 asaltos".
Unos meses más tarde, Bonavena todavía reflexionaba: "Ahora que pasaron los 15 'rounds'". más inolvidables de mi vida, pienso que Cassius Clay es un personaje sensacional y un boxeador imbatible. Pero hay que pelear con él para convencerse y eso sólo lo hemos podido hacer un puñadito de tipos en el mundo",
El Ali-Bonavena marcó una raya en el agua de las transmisiones deportivas en Argentina. El 'rating' logrado, al mismísimo límite de los 80 puntos (79,8) solo sería superado, una veintena de años después, por los 82 puntos que cosechó la semifinal del Mundial de fútbol de Italia-1990 entre Argentina e Italia.
Óscar Bonavena ya no volvería a boxear hasta octubre de 1971, en el Luna Park, cuando sumó un triunfo por descalificación (cabezazo) de Alvin Lewis, a quien 'Ringo' había derribado en el octavo asalto, aunque Lewis se levantó a la cuenta de 'ocho'. En total, y hasta mayo de 1976, a Bonavena sólo le quedaban como cuatro años y medio de vida, además de 15 combates. En total, 58 triunfos, 9 derrotas y un nulo con una sola derrota antes del límite, la de 'la noche de Ali'.
El 8 de marzo de 1971, Muhammad Ali (56-5-0 como cierre de carrera profesional entre 1960-1981) regresaría a la sagrada lona resinosa del Madison Square Garden para caer ante Frazier por decisión unánime a los puntos tras 15 asaltos en el llamado 'Combate del Siglo', primero de tres duelos directos entre Mohammad y 'Smokin Joe' entre 1971 y 75,... y la única victoria de Frazier: 1-2 para Ali, balance final.
En 1979, cuando 'Ringo' ya había caído en Reno ante el 'Remington 30-08' de W. Ross Brymer y como nueve años después de aquella noche frente a frente en el Garden, Muhammad Alí estuvo de visita en Buenos Aires. Ali, todavía campeón mundial en aquellos momentos, tuvo palabras de recuerdo para el gran héroe de Parque Patricios y de Huracán: "Todo el mundo se reía de Bonavena cuando se iba a enfrentar conmigo, pero más se reía él de todos cuando iba al banco a depositar los dólares que había ganado". Muhammad Ali jamás habría dicho algo parecido del 'malvado' Joe Frazier.
Y, más de 50 años después de aquella célebre noche del Madison Square Garden, aún cabe escuchar en las tribunas de 'El Globo', el 'Ducó', en Parque Patricios, Buenos Aires: "Somos del barrio, del barrio de la Quema… somos del barrio de Ringo Bonavena”...