El sueño roto del Mundial Femenino para el Ladies FC español; la Selección de Conchi Amancio en la España franquista
Alejandro Delmás 07/05/2022 |
En abril de 1917, recién iniciada la Primera Guerra Mundial, y en Inglaterra, 11 trabajadoras británicas de una fábrica de municiones ('Doyle&Walker Ammunitions'), capitaneadas por Lily Parr, empezaron a correr detrás de un balón durante la pausa del almuerzo. Fue exactamente el viernes 6 de abril de 1917, cuando, la radio del frente anunciaba nuevas masas de muertos en la Gran Guerra. Esa misma rojísima primavera de 1917, V. I. 'Lenin' preparaba la Revolución Soviética. Ese mismo 6 de abril del 17, EE UU entraba oficialmente en el conflicto.Y en ese mismo día las 'once de la fama' de 'Doyle&Walker Ammunitions', capitaneadas por Lily Parr, empezaron a jugar al fútbol. Las iban a llamar el 'Ladies Football Club' de las 'munitionettes' de manos amarillas (amarillas, por trabajar con masas del potente explosivo 'TNT', trinitrotolueno) las mujeres que trabajaban en las fábricas de la armamento mientras los hombres se batían en los frentes. Las 'munitionettes' del 'Ladies FC' no lo sabían... pero iban a desatar un fenómeno en torno al fútbol femenino.
Un siglo después, la historia llegaría al teatro en una obra del autor italiano Stefano Massini. Y ha sido el actor y director español Sergio Peris-Mencheta quien a partir de este mismo fin de semana lleva ahora la historia de Massini y del 'Ladies FC' a los Teatros del Canal, en Madrid, siempre bajo ese mismo título: 'Ladies Football Club': "Lo que simbolizó el fútbol para esas mujeres es que les permitió salir del 'huevo', no solamente de sus casas, algo que ya habían hecho yéndose a las fábricas y ocupando el lugar de los hombres, sino hacer algo que no está planteado por mandato masculino (...) Jugar al fútbol fue una decisión personalísima de ellas", afirmaba el propio Peris-Mencheta en la presentación madrileña de la obra, además de dar estos otros detalles: "Con el fútbol masculino suspendido por la ausencia de hombres, lo que empezó siendo un divertimento fue profesionalizándose poco a poco. Muchas mujeres, trabajadoras de las fábricas, empezaron a constituir equipos de fútbol, que ya disputaron partidos formales en una liga de corta duración (la I Guerra Mundial terminó en noviembre de 1918). Su iniciativa ganó numerosos adeptos y despertó un gran interés del público, aunque esto no agradó a las instituciones masculinas ligadas al deporte... a partir de ellas, y sobre todo, del éxito que tienen, llenando estadios y portadas de periódicos, se apuntala el fútbol femenino en el mundo. Fueron un fenómeno social. Llegaron a hacer gira por Estados Unidos. El problema es que cuando acaba la guerra (la I Guerra Mundial concluyó en noviembre de 1918) regresan a sus lugares y 'puestos' originales en aquella sociedad de principios del Siglo XX; los hombres rebobinan, vuelven a meter a las mujeres en casa y prohiben directamente los clubes", añade Peris- Mencheta.
El estreno en Madrid de 'Ladies Football Club' coincide con el establecimiento por parte del F. C. Barcelona femenino de una plusmarca mundial de asistencia a un partido de fútbol entre mujeres: 91.648 espectadores, en el Camp Nou y este pasado 22 de abril, para el Barcelona-Wolfsburgo (5-1), semifinal de Champions League/'Women's Champions'. Previamente, el Barça ya había anotado sólo 95 espectadores menos (91.553) en la vuelta de cuartos de final de este mismo torneo ante el Real Madrid: 5-2. Según Peris-Mencheta, "la noticia magnífica no es que haya habido más de 91.000 espectadores en un estadio para ver fútbol femenino, sino que eso sea portada; porque no hemos pasado de 0 a 91.000 en un día. Gracias a batir el récord, que es una cosa muy 'machirula', de competitividad, de superarse, de la energía masculina, gracias a eso ha salido en los periódicos, en las revistas, y el fútbol femenino ha sido portada de diarios deportivos".
EL MUNDIAL MEXICANO... Y CONCHI 'AMANCIO'.- La euforia en torno al fútbol femenino español nos retrotrae inevitablemente a otro momento histórico. Exactamente al verano del año 1971, justo cuando en México se disputo el II Mundial 'oficioso' de fútbol femenino (la oficialidad con la FIFA hubo de esperar hasta 1991, en China, tras un experimento en 1988, igualmente en China)... y cuando en ese mismo 1971, la primera Selección española de 'pioneras' fue denegada, vetada o relegada por los organismos deportivos del Gobierno del General Franco. La primera Copa Mundial Femenina 'oficiosa' de fútbol fue en 1970, en Italia. En 1971 y en la ansiada final, Dinamarca batió a las 'guerreras' de la 'Tricolor' Selección azteca local por 3-0... ante 110.000 espectadores que abarrotaron el gran Estadio Azteca en Ciudad de México, escenario de las finales de los Mundiales masculinos de 1970 y 1986. Este oficioso 'Mundialito' femenino desaparecería a mediados de los años 80, cuando la FIFA ya planteó la intención de hacer una 'Copa del Mundo' oficial. Italia e Inglaterra comparten un par de títulos en lo más alto del podio del 'Mundialito' oficioso... al que España pudo acudir ya en 1971, sólo unos meses después del primer partido 'formal' entre mujeres, en el campo madrileño del Boetticher, el 8.12.1970.
Con todos estos acontecimientos y situaciones como bandera de enganche, el firmante pudo conversar con Concepción Sánchez Freire, 'Conchi Amancio', la que fue durante 25 años la gran estrella del fútbol femenino español. Formada en las calles y plazas de Malasaña, Conchi causó sensación desde aquel primer partido histórico de fútbol femenino, Mercacredit-Sizam, el 8 de diciembre de 1970 en 'Boetticher y Navarro'. Sin haber cumplido aún 16 años, en el verano de 1973, Conchi ya firmó en Italia su primer contrato profesional. Una lesión de rodilla puso fin a su carrera en 1997, en el Arsenal de Londres. En palabras de Concepción Sánchez Freire a quien aquí firma... "Yo me crié en la Plaza del 2 de Mayo, en Malasaña iba al Colegio y allí, en la Plaza del 2 de Mayo, jugaba siempre con los chicos... tenía un montón de amigos. Me considero un poco de Malasaña. A mi padre le encantaba el fútbol, él jugaba en amateurs, y me llevaba desde que era pequeña a la Dehesa de la Villa. Todos los domingos, desde que era muy pequeñita. Así que crecí rodeada de balones. Pero la única manera de jugar al fútbol era con los chicos. Bajaba a la plaza o a la calle, me tiraba las horas muertas... mi madre se desesperaba, pero yo jugaba con los chicos y tenía una habilidad increíble..."
..."Los chicos jugaban maravillosamente y yo, siendo una chica, me tenía que esmerar. Si no, me ponían de portera y yo, de portera... pues no quería jugar. Tenía una técnica increíble y un buenísimo dominio del balón: era una cosa tan rara entonces... había que gente que se paraba a mirar, no era normal que una niña jugara al fútbol. Y de aquella gente que se paraba en Malasaña... pues me vio algún ojeador de esos equipos. Creo que se acercaron a mi casa y hablaron con mis padres... M madre decía justo eso, que la calle es la mejor universidad que se puede tener. Lo entendí más tarde. Crecí en la calle -ahora todo ha cambiado mucho- así que soy natural, soy espontánea... pero cuando me hice mayor vi que eso no es suficiente, necesitas educación e instrucción, es un poco de todo: la calle y la educación va todo junto, como una estructura conjunta".
MÁS ALLÁ DE BERLANGA.- Así y de este modo, el fútbol femenino arranca de verdad en España el 8.12.1970, entre neviscas y en aquella cita histórica del campo del Boetticher, ya bastante más allá de los duelos berlanguianos de Navidades entre 'Folklóricas y Finolis' o de 'Las Ibéricas', en el viejo campo de Vallecas, con Lola y Carmen Flores, Concha Velasco, Encarnita Polo etc. Todo fue bajo la organización del pacense (de Puebla de Alcocer) Rafael Ruiz Muga, 'Rafa Muga', que en realidad controlaba a los dos equipos del Boetticher, el Sizam y el Mercadredit... antes de aglutinarlo todo en el Olímpico de Villaverde. A los 22 años, Muga fue a Madrid para estudiar, hacer oposiciones y ganarse una plaza oficial de administrativo en el 'caldero de todas las Españas'. Mientras estudiaba y trabajaba, el hábil, inteligente Muga empezó a entrenar a jugadores y jugadoras juveniles y ya creó un torneo en Villaverde, un feudo tradicional del Atlético de Madrid. Allí trabó amistad con José Eulogio Gárate, el brillante delantero internacional del Atlético, y con la propia Concha Velasco.
Casi como una especie de visionario, Muga -que en 2015 escribió y presentó un libro titulado 'Fútbol femenino, las estrellas olvidadas'-... fue comprendiendo que la idea de montar partidos y torneos futbolisticos de mujeres... "no era ninguna locura". Organizó aquel partido del Boetticher, a 25 pesetas la entrada. "Yo tenía una perspectiva de futuro con aquello", relata el propio Muga en su libro: "Pensaba que eso no habría quien lo parara, justo lo que no querían arriba. La Sección Femenina decía que las mujeres no podían jugar al fútbol, y la Federación Española, que callaba y obedecía, ni nos dejaba árbitros... A la Sección Femenina solo le gustaba un poco que las mujeres jugaran al baloncesto, y con esos pololos largos. Pero ya empezaban ciertos aires de libertad, el desarrollismo… y ahí, el fútbol femenino se fue abriendo paso con mucha dificultad. La Federación tenía observadores cuya única misión era desprestigiar el fútbol femenino”. El partido terminó con 5-1 para el Sizam ('Nazis' o 'Mazis', hay dos versiones, al revés y en anagrama)... y Muga acabó en el cuartelillo de la Guardia Civil de Villaverde, adonde le llevó sin más explicación una pareja de la Benémerita.
Muga recuerda: “Estaba completamente asustado. Me temía cualquier cosa. Pensaba que la Sección Femenina había hecho una llamada. Fui con mi carpeta, con todos los permisos. Era que el comandante del puesto quería conocerme porque no se creía lo que le habían contado. ‘¿De verdad ha organizado usted un partido de mujeres?’, me dijo. Para él era como si hubiera bajado un ovni... Juan Antonio Samaranch, que entonces era Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, fue el primer feminista español convencido. Nos mandó una equipación completa, algo que no hubiera hecho nadie. Entonces, la Sección Femenina era como la Falange, era algo para temer. Samaranch se atrevió a eso y mucho más. Por eso mismo y por él... acabé llamando a mi equipo 'Olímpico de Villaverde".
Y aquí regresan los recuerdos de Concepción Sánchez Freire, una mujer apodada 'Amancio': "El equipo del Sizam tenía un sótano muy grande en la Plaza de Ópera, justo enfrente del Teatro Real. Ya estaban montando el equipo de chicas. Allí empezó todo a organizarse, los entrenamientos y todo: unos meses antes de ese famoso partido. Todas aquellas chicas eran muchos mayores que yo, tenían 18 años, yo era más jovencita, pero ellas no sabían dar una patada. Yo era muy menuda y tenía 13 años, pero la técnica... la tenía. Aquel partido del Boetticher tuvo bastante resonancia, salió en toda la Prensa, en toda España. Lo de 'Amancio'... fueron los periodistas. No sé siquiera cómo llegaron a Boetticher. Media hora antes allí no había nadie y después vimos a 8.000 personas. Parecía que toda la Prensa de Madrid estaba allí. No sé cómo pasó. Los periodistas me pusieron 'Amancio' porque yo regateaba mucho y muy bien. Yo jugaba mucho en la calle y Amancio también era bajito y buen regateador. Pero no sé... aunque yo sí me acuerdo bien del Real Madrid ye-yé, no tenía un ídolo en concreto de ellos. Mis ídolos eran mis amigos, los amigos de jugar con ellos en la calle, algunos chicos que eran más mayores, los del equipo de la Plaza del 2 de Mayo, jugaban muy bien al fútbol y me llevaban con ellos a jugar. Ellos fueron mis primeros ídolos".
Desde el ya más sólido embrión del Olímpico de Villaverde, también con Rafa Muga, Conchi creció y en 1973 ya emigró a Italia, al Gamma 3 Padova, el primero de sus 11 equipos en el Campeonato italiano. 'Padova', Padua, la ciudad de San Antonio. Habían pasado dos años en competición para 'Conchi Amancio': "Cuando me fui a Italia, en efecto, tenía solo 15 años. Fue después de una cantidad de partidos en los que se promocionó el fútbol femenino, se montó la primera Selección española, las de Castilla y Andalucía. Éramos muy jovencitas. Y con esa cantidad de partidos... En Italia, el dinero era justo y allí era donde estaban los mejores patrocinadores. Estaba enamorada de Italia. Siempre me gustó desde que era niña... el primer contrato fue menos que las 75.000 pesetas que pusieron los periodistas. El sueldo era normalito, pero yo hacía lo que me gustaba. Ahí me puse a estudiar. Tengo dos o tres carreras, me ha dado abasto para mucho, hasta los 60 años... soy Directora Deportiva, Terapista Holística y Profesora de Idiomas, que es en lo que he venido trabajando en Inglaterra, hasta ahra mismo. Cuando vine a Inglaterra, al Arsenal, en 1995, me quedé en Brighton diez u once años y después ya fui vine a Bristol, más grande y con más oportunidades de trabajo".
LA PRIMERA SELECCIÓN ESPAÑOLA.- Pero muy pocos meses después del 'alumbramiento' del Campo del Boetticher y Navarro... ya asomaba el futuro. Venía la primera Selección española.1971. El relato de Conchi... "Yo fui la primera capitana de la Selección española y de la selección de Castilla. La primera Selección española vino a través de las selecciones regionales y yo era la capitana de Castilla. Esa fue la Selección que fue a jugar a Italia". Fue una Selección que desde entonces no ha dejado de llamarse 'Selección clandestina'. No suena demasiado bien, digamos. Para Concepción Sánchez Freire... "La historia depende de cómo se mire. En España siempre se mira como que aquello no fue una cosa oficial, pero en Inglaterra, a partir de 1920 prohibieron el fútbol femenino por más de 50 años y hace unos años, la Federación Inglesa (FA) pidió disculpas oficialmente a toda la Prensa y al movimiento del fútbol femenino por no haber reconocido el fútbol femenino. No veo por qué en España no hay un reconocimiento oficial de lo que nosotras hicimos y siempre sale el tema de 'clandestinas'. Se debería de reconocer lo nuestro, lo que hicimos, y pedir excusas. En España se podía haber hecho en 1971 el primer Mundial femenino. Todas esas prohibiciones han traído y siguen trayendo... que podíamos haber estado entre los tres primeros equipos del mundo y todavía no estamos. Hay que ir a las raíces. Deberían reconocer lo que nosotras hicimos, porque todo eso llevó mucho retraso... lo veo así quizá porque viviendo en el extranjero, comparas. Aquí han pedido disculpas. Y en España, ja, ja, todavía se sigue hablando en las entrevistas de 'clandestinas' y 'no oficiales'. Y no, no es así. O no debiera serlo".
¿'Disculpas'? Disculpe, Conchi ¿Quién debería pedirlas y a quién?: "Hablamos de disculpas históricas (Conchi lo expresa y matiza en un inglés perfecto: 'Historical Apologies'). 'Disculpas' quizá suene demasiado fuerte: pero en Inglaterra, la FA pidió esas disculpas por no reconocer el fútbol femenino y detener por 50 años el progreso de las mujeres en el fútbol. La gente empezó más tarde. Y nosotras tuvimos más o menos el mismo problema. Empezamos más tarde, con lo que en España siempre fuimos por detrás del verdadero poderío del fútbol femenino español por la falta de progreso que tuvimos por la Federación. En Inglaterra tienen un 'Hall of Fame', un Salón de la Fama de sus internacionales, que también está abierto para las mujeres. Está oficialmente reconocido por la FA... y en España hay un Salón de la Fama que sólo es de hombres. No lo veo correcto, 'fair'. Somos dos o tres generaciones que deberíamos ser reconocidas por la Federación".
"Lo que no me gusta es eso de 'pobrecitas clandestinas'. No, eso no. Nosotras jugábamos en campos que siempre estaban llenos. De clandestinas, nada. Es como la política ahora. Los catalanes independentistas están montando una cosa negra de España que es horrible. Depende de cómo cuentes la historia, pero si quieres poner un nubarrón negro a los españoles y estar siempre acomplejados por el resto de nuestras vidas, bueno, pero España es un gran país, tenemos grandes artistas, gran Literatura... tenemos que empezar a espabilarnos los españoles, ser un poco más nuestros y valorar lo que tenemos. Ahí incluyo el fútbol femenino.
LA SOMBRA DEL COLOSO MASCULINO.- Para Conchi 'Amancio'... "A día de hoy no cabe comparar el fútbol femenino con el masculino, es imposible. Pero tienes que introducir algunos cambios porque si no, el crecimiento del fútbol femenino será casi insostenible. Profesionalizar completamente el fútbol femenino cuesta dinero, y ese dinero ¿de dónde se va a sacar... si la gente no va a los campos? No veo a gente que tenga visión para hacer mercadotecnia con el fútbol femenino. Un cambio visual, eso s lo importante. Hacer llegar que es atractivo como un deporte de mujeres. Se necesita gente con visión para crear un nuevo nicho y atraer al público. Y si a nadie veo capaz de esa estrategia es porque, en mi opinión, no hay nadie que venga de las raíces y que sea capaz de ver realmente de dónde vinimos y de vincular esas raíces con el presente.
Al fin, la mujer apodada 'Amancio'... nunca llegó a debutar oficialmente con España. Es como si, a pesar de las nuevas generaciones, hubiera una jugarreta o un 'agujero negro' en el túnel del tiempo con las 'pioneras' del fútbol femenino español: "Con la carrera que tuve en España y fuera... no importó. Después no me convocaron para el equipo nacional en 1983, cuando yo estaba en la cumbre de mi juego y era probablemente uno de las mejores jugadoras de Europa... si no la mejor. Fue falta de cariño y respeto. Si me hubieran llamado, yo hubiera ido sin que me pagaran, sin nada, solamente por jugar en mi país. Esto ya es bastante malo. Pero no solo es eso. Después hay jugadoras como Laura del Río o Verónica Boquete que sí han sido reconocidas. O ahora, Alexia Putellas, por supuesto. Estoy feliz por ellas... pero que no se reconozca mi carrera fue algo inaceptable. Escandaloso. Yo fui la primera capitana de España. No solo eso. Siempre estuve muy orgullosa de ser española y quise jugar por mi país. De no haber sido por la Prensa española, todo lo que hicimos en los 70 estaría hoy olvidado. Eso no es aceptable para todas nosotras: ni para mí, que tuve una carrera de 23 años. No basta hablar de las 'pioneras', no. Reconocernos sería muy importante por las raíces. Las nuevas generaciones crecieron sin saber nada de nosotras".
..."Yo me marché a Italia y allí teníamos páginas enteras en los periódicos, en los años 70, cuando era cuando con nosotras, con la Selección, Rogelio Núñez, de 'Marca', que estaba muy metido, y Miguel Miró, del 'AS'. Nosotras nos quedábamos en el avión comiendo plátanos. Rogelio y Miró nos sacaron del apuro en una ocasión porque el dinero se acabó y teníamos que volver a Madrid. Yo, encantada siempre con la Prensa madrileña, siempre me han tratado muy bien. Dos partidos que jugamos en Italia, en Padua y Udine, el campo siempre estaba hasta arriba. Las internacionales de Italia de entonces eran para mí 'rol models', auténticos modelos. Las comparaciones son difíciles. Ahora hay Internet y todo eso, pero cuando yo llegué a Italia, los periódicos y las radios en general ya hablaban regularmente de todas nosotras. Teníamos en Padua una media de 3.000 personas por partido: esto era en los años 70. Hoy ha cambiado la cosa y las chicas se entrenan todos los días. Mis compañeras en Italia trabajaban. En los 70 eran todas chicas trabajadoras. Y esa es la historia del fútbol, porque el fútbol masculino también empezó con los trabajadores, las fábricas y todo esto, y en Inglaterra, el fútbol femenino, y ahora las chicas son generalmente universitarias, tienen sus estudios... ha cambiado la sociedad..."
"Al fin, todo es un tema social. Pero en aquellos tiempos no estaba reconocido... En nuestra época y en España, lo nuestro era una primicia. Teníamos cal y arena. Había gente que hacía unas críticas tremendas y otras a las que les caíamos muy bien, ¿sabe? Se estaba empezando y quizá por eso había mucha más repercusión. Ahora todo es lo políticamente correcto, 'politically correct', mucha gente piensa ciertas cosas y no las dice, hay que tener cuidado: tampoco te puedes meter y decir burradas si tienes una posición. Lees ciertos comentarios y todavía es horrible lo que piensan del fútbol femenino. Pero, con todo lo que ha mejorado el fútbol femenino, la FIFA, la UEFA, y con las chicas como nunca... muchos campos siguen estando vacíos. La Liga Iberdrola es genial, es algo fantástico. Es de lo mejor que puede ocurrir, tener una Liga de primer nivel en España. Pero tiene que haber más gente viendo los partidos. Para eso se ha puesto el dinero".
Al fin de todo y al final del Siglo XX, una seria lesión de rodilla determinó el final de la carrera de Conchi 'Amancio'. Sus 'memories' finales: "No jugar partidos internacionales me dio más tiempo para jugar más a nivel de equipo. Tuve muy mala suerte con la lesión de rodilla. Me llevaron a la Selección en 1983 después de que un enviado de Televisión Española hubiera preguntado en una entrevista al seleccionador italiano y a los periodistas italianos. Todos decían: 'No sé cómo no han llevado nunca a Conchi a la Selección'. Me llamaron a partir de la entrevista. Yo tenía cerca de los 30, pero me hizo mucha ilusión. Me llamaron, me presenté... y me lesioné. Debió ser la 'Leyenda Negra' de los viejos tiempos, la negatividad de aquellos años 70. Me recuperé bastante bien. Jugué un año el primer Campeonato de Fútbol Sala femenino en Italia y lo ganamos. Después volví a jugar con el Arsenal... pero ya estaba la rodilla. Tenía 36 años y si no hubiera sido por la rodilla habría podido seguir: estaba muy en forma pero la rodilla ya molestaba mucho; antes que futbolista fui y soy deportista. Fui quizá una de las mejores jugadoras del mundo en todos los tiempos no porque era una futbolista, sino porque era una buena deportista. Todo esto de las escuelas de hoy... yo jugaba a baloncesto, tenis, balonmano. Se me daban bien todos los deportes. Me encantaba correr. Tenía una buena predisposición la base o fundación ('foundation') que tengo como futbolista. Hubiera podido jugar a cualquier deporte, sobre todo al tenis. Ahora hago gimnasia y juego a ping-pong: a mi edad y con la rodilla, ya se sabe. Aquí llego aún algunas veces a jugar con los niños como cuando llegaba a la Plaza del 2 de Mayo y preguntaba ¿'puedo jugar'?
"Ahora no veo a esas jugadoras que van a 'encarar' que van a por el adversario, que jueguen en vertical, y vayan a por los 'dribblings'; han crecido en las escuelas, con esa mentalidad de las escuelas de pasar el balón. Es un poco aburrido. No hay una que me encante. Sí hay muy buen nivel general, pero no sabría decir. La mente en blanco sobre eso. Mira, mi hermana Maribel sí era muy buena jugadora. Tuvo la oportunidad de venir a Italia conmigo y el equipo, encantado. La esperaban allí pero eligió casarse, ahora tiene tres hijos, nietos... eligió otro tipo de vida, en fin. Sí que era muy buena. Pero ama de casa... mi hermana no es, para nada. Es jefa. Eligió casarse y tener hijos. Y sacó adelante todo un negocio, junto a su marido"...
..."Ella, Maribel, estuvo trabajando siempre. No le apetecía marcharse al extranjero, pero es que en aquellos tiempos no todas las chicas se hubieran marchado al extranjero. Los recuerdos son maravillosos. Eran los tiempos de Franco. Trabajábamos muy duro, pero lo disfrutábamos. Yo uso el pasado, pero no vivo en él, uso el conocimiento y las experiencias positivas y negativas para vivir en el presente y moldear el futuro. Como persona, continuamente me estoy reinventando a mí misma. Tampoco pienso que fuera rebelde, el caso mío no era el de una rebelde. Es más bien el de ser alguien diferente, como yo lo era. Y eso no es 'ser rebelde'. Pero siento que atraigo la buena suerte".
Son las memorias de Concepción Sánchez Freire, la gran amiga y admiradora del internacional 'Ingeniero' (Industrial) José Eulogio Gárate Ormaechea; ella, criada y crecida para el fútbol y el deporte en la Plaza de Malasaña... y que hizo carrera en Italia y en las Islas Británicas del 'Ladies Football Club'. Cuando a día de hoy, en España, ya asisten más de 90.000 espectadores a partidos de fútbol femenino... todo empezó con Rafael Muga y con una mujer a la que llamaron 'Conchi Amancio'.