Se queda el hombre
Paco Cepeda 14/12/2024 |
Don Jesús Navas González. Casi nada. Llegó el día, casi debió llegar antes, pero bueno, pasó hoy cuando el pavo anda mosqueado y el niño Jesús le está dando molestias de parto a la Virgen. Lo aviso desde ya: no me apetece nada verlo en el Bernabéu, ni un minuto de juego, nada. Nunca más. Mi último recuerdo profesional de Jesús necesita ser el de hoy en el Sánchez Pizjuán, seguramente retocando con photoshop esa imagen, quitando a alguno, poniendo a otros. Ojalá fuese posible. Pero dejemos la acidez por un día, centrémonos en EL. No puede extrañar que un señor de 40 años se retire del fútbol profesional. No debería provocar la más mínima nostalgia porque es lo más natural del mundo. La cabeza dicta eso y el corazón y el estómago, lo contrario.
Tampoco podemos lamentar que se le haya quedado nada en el tintero deportivo a La Leyenda, lo ha ganado todo o casi todo, a nivel de selección y hasta de clubes. Esa espinita tampoco queda. De hecho, en lo puramente deportivo Jesús Navas González es uno de esos privilegiados que no necesita ni explicaciones. Repasar sus números sería decir muy poco de lo que ha sido en la historia del fútbol en Sevilla, España y la Humanidad. Ya habrá días, semanas, meses y años para seguir recordando esas cosas maravillosas que ha hecho en un terreno de juego el niño que se hizo muy hombre. Nos enseñaste que se puede ser débil y muy fuerte a la vez, que se puede dudar y luego volver. Ers un maestro que ni sabe que lo es.
En realidad me he sentado delante del ordenador, mientras todavía observo a un sevillismo entregado que no quiere que este día acabe nunca, para decirle a Jesús que muchas gracias por todo. Especialmente por estar ahí en el momento más bajo de la persona que se dedica al periodismo, no olvidaré nunca esa llamada en pandemia, por sorpresa, de corazón. Y sobre todas las cosas se te agradece que siendo quien eres, tan solicitado, hayas hecho tan feliz a la decenas de niños y niñas para los que en sus peores momentos me he atrevido a pedirte algún gesto de cariño, de ánimo. "Para eso estoy siempre". Uno de esos vídeos o mensajes para quien no ha tenido tanta dicha como la suya lo hizo con la medalla de campeón de Europa todavía en el pecho. Siempre la persona por delante del deportista, del enorme deportista.
Por eso se me ha pasado la nostalgia de inmediato, porque como me dijo el otro día el diligente Juan Baeza el hombre se queda. Y lo veremos sin prisas ni presión. Y seguirá aportando buen rollo y mejores obras, porque así lo educaron y así es. No pasa nada, se va un futbolista, legendario, pero se queda Jesús. Siempre en tu ejército de paz y buenas acciones.