Marta García: El March Madness de la NCAA en primera persona
![]() José Antonio Jiménez 14/03/2025 |
Se habla y no se para estos días de un prometedor jugador de baloncesto malagueño (Álvaro Folgueiras) que ha puesto su grano de arena para que su universidad luche por alcanzar la FINAL FOUR de la NCAA. Para ello, Robert Morris (la universidad de Folgueiras) tendrá que ganar todos los partidos que tenga por delante en el estresante March Madness (el Loco Marzo, traducido al castellano). Partidos a cara o cruz en los que lo único que vale es el triunfo. Hace unos años, en 2021 para ser exactos, el baloncesto andaluz ya tuvo la suerte de contar con una jugadora que, como componente de Arizona (connjunto de la Primera división de la NCAA Femenina), llegó a la mismísima FINAL FOUR (celebrada en San Antonio).
Una final que la marchenera Marta García (actual jugadora del CB Sevilla Femenino) perdería ante Stanford por un punto (53-54). Curiosamente, el mayor logro en toda la historia de las Wildcats. Cuatro partidos tuvieron que ganar para alcanzar dicha FINAL FOUR (dejaron en el camino, sucesivamente, a las universidades de Stony Brook, BYU, Texas A&M e Indiana… y en la semifinal derrotaban a UConn). Sin duda, todo lo anterior es una buena excusa para que la propia Marta García rememore algo que no está al alcance de cualquiera.
“Aquel marzo de 2021 fue un mes un poco loco, nunca mejor dicho. Tuve la oportunidad de vivir una experiencia que para mí fue increíble y que ojalá la pudiesen tener todos los jugadores. Además, Arizona no estaba ni mucho menos entre las favoritas por aquel entonces. Para mí fue un orgullo pertenecer a ese equipo, en el que todas nos esforzamos muchísimo, trabajábamos y nos sacrificábamos para intentar estar allí y tener el mejor desempeño posible. Este tipo de experiencias únicamente se consiguen una vez en la vida. En su momento la supe disfrutar, la supe aprovechar al máximo…”, comenta al respecto sobre lo vivido para este sitio la jugadora del CB Sevilla Femenino.
Marta García, además, resalta que “nosotras no teníamos presión porque no éramos favoritas, nunca habíamos llegado tan lejos. Sabíamos que teníamos buen equipo, hicimos historia. ¿Cosas que me sorprendieron de allí? Pues, lógicamente, las instalaciones, cómo estaba montado todo aquello, jugar contra jugadoras que actualmente están ahora en la WNBA. Me sorprendió también al llegar a la Final Four las prendas Nike que nos dieron, una Nintendo Switch… Estábamos allí súper bien cuidadas, nos daban botines de calle, de baloncesto, y, pues, lógicamente, son cosas que te sorprenden, pero la verdad que fue una experiencia súper buena, y ojalá volver”.
La mejor interior de la LF2 este curso, que no pudo disfrutar de un hecho histórico al lado de sus seres más queridos, aclara por último su llegada a la subcampeona de la NCAA hace cuatro años. “Llego a Arizona porque, bueno, de los 14 a los 18 años estuve en Siglo XXI en Barcelona y normalmente las que tienen 18 años se van a jugar a Estados Unidos. Las universidades tienen unos plazos en los que pueden hablar directamente contigo, otros en los que solo pueden hablar con tu manager o con tu representante y se van interesando por ti. Al final yo tuve muchísimas ofertas, tenía claro que me quería ir a una buena universidad. Vas decidiendo, pues mira, esta no me gusta por el clima, esta no me gusta porque el juego es demasiado americano y a mí me gusta más un juego europeo, esta no sé qué… Y al final pues vi que Arizona me cuadraba, que yo tenía claro que no iba a tener minutaje porque al final siendo debutante y todo el rollo es súper complicado, pero yo decidí irme allí. Antes de decidir que me iba allí, hice una visita con mi familia, que creo que si no me equivoco te dan como cinco visitas gratis que puedes utilizar para visitar distintas universidades para ver en cuál te quedas. Yo visité una de Nueva York y la de Arizona y ya me quedé en Arizona”, rememora una jugadora a la que le ayudó bastante el marido de su entrenadora (su condición de italiano le ayudaba bastante con el idioma).
No tiene nada que ver, son realidades muy distintas, pero seguro que Marta García aspira con su equipo a vivir una FINAL FOUR parecida dentro de unos meses. En esta ocasión, para ganarse el derecho a jugar el curso que viene en la segunda categoría del baloncesto femenino patrio (la LF Challenge).
