
Natalia Muñoz: El espíritu callejero de la skater
![]() Lucas Haurie 10/02/2025 |
Natalia Muñoz fue la benjamina, con 15 años, de la delegación olímpica española en París 2024. Quedó decimocuarta, sin llegar a la final, pero saboreó una experiencia única en la modalidad de skate. Culminó dos años de un calendario frenético por medio mundo. Comenzó con seis años en el patio de su casa en Arcos de la Frontera. Cogía el patín de su hermano. Se le daba bien y con 11 años ya compitió con un estreno prometedor en Benalmádena. Con 13 años ya estaba en la selección española. Había madera que pulir. Hubo fijación con la preparación física para prevenir caídas. “Hay que saber caerse, pero también levantarse”, cuenta.
En el aspecto anímico, igualmente le tocó levantar el ánimo, ya que después de sus dos carreras en la plaza parisina de la Concordia, vivió la frustración de que sus rivales en las tandas posteriores la fueran superando en la clasificación en la prueba de calle (street) de skateboarding. Los 48.83 y 57.44 puntos fueron insuficientes para formar parte del selecto grupo que peleó por las medallas de una disciplina que se estrenaba en el programa olímpico. Sus padres, un apoyo indispensable en su carrera, sufren con sus acrobacias y sus inevitables tropiezos, casi siempre aparatosos, pero la acompañarán adonde encuentre su hija la felicidad, que es con un patín listo para rodar.
La doctora que la supervisó en Francia en verano también se llevó un buen susto en los entrenamientos porque apenas si conocía el skate y la naturalidad con la que acomodan el cuerpo para amortiguar los golpes. Más que las rodilleras y las coderas, el casco es la clave para prevenir lesiones.
A la gaditana le toca aprender y mejorar. Ignacio Morata es uno de sus referentes por su estilo y por los consejos que le da en su incipiente carrera deportiva. “Un día sin patinar es no hacer nada”, repite. Es discreta y humilde. Tanto que el aluvión de noticias sobre sus éxitos en el skate pilló de sorpresa a sus profesores, que apenas sabían que compartían aula con una gran promesa del deporte español. Ya no se siente sola en las competiciones, ya que cada vez hay más chicas en las pruebas. Le encanta patinar en Jerez, pero se conoce numerosas ciudades del mundo: Tokio, Budapest, urbes de toda España…
Antes de París 2024, estuvo concentrada con el combinado nacional en California durante diez días. Quizás, fuera un guiño del destino, pues Los Ángeles, de nuevo, será sede olímpica en 2028.