Julián Martínez Alman, un trotamundos de la canasta
Lucas Haurie 21/10/2024 |
Julián Martínez Alman podría lanzar un dardo a un mapamundi y en muchos de sus intentos daría en la diana de alguno de los países en los que ha trabajado como entrenador de baloncesto. El sevillano es un trotamundos de la canasta. Se fue a Londres en 1999 a aprender inglés por necesidad. Quien no manejara idiomas tenía un serio obstáculo para hacerse cargo de un equipo LEB Plata femenino, preparó una maleta, que no ha dejado de rodar, con aisladas experiencias en España. Antes de cambiar de siglo, Julián Martínez se fue a Inglaterra.
Se ganaba un sueldo en una cafetería por las mañanas y después de comer cogía la pizarra y el silbato para dar consignas en el East London Royal, un club de cantera. En Gran Bretaña, dirigió al London Towers en Euroliga. Después puso rumbo a Islandia, donde sufrió los rigores invernales de 38 grados bajo cero, Se sentó en el banquillo del desconocido Thor Akureyri, donde maduró personalmente.
Dio el salto a otro país del Norte de Europa con temperaturas extremas en el crudo invierno. Primero en el Barons, modesto equipo de Riga, capital de Letonia. Es 2009, año de Eurobasket. La selección femenina le contrata como asistente de Krlis Muinieks, que conoció su alma caritativa. La gran Amaya Valdemoro recurrió a su ayuda una madrugada con una fuerte infección de muela, que le impedía dormir. El médico español no hablaba inglés y poco le podía socorrer. Fueron Julián Martínez y su esposa, letona, quienes llevaron a la estrella a que le hicieran una limpieza, que le permitió jugar, precisamente frente al combinado anfitrión. Amaya anotó entre 15 y 20 puntos para asombro de Muinieks, que vio al enemigo en casa.
Tres años en el país báltico fueron suficientes para que volviera a hacer la maleta. El sevillano completó una exitosa y breve aventura en Bélgica, con títulos de Liga y Copa porque Julián Martínez Alman disfrutó de una de sus mejores aventuras en el extranjero, como asistente en el Fenerbahçe SK femenino. Repitió título doméstico después de vivir una Final Four de Euroliga. El hispalense añadió a su hoja de servicios temporadas en Suiza, Suecia y Alemania, intercaladas con sus trabajos en La Rioja y Jerez. Ahora, se ha especializado en un nuevo territorio, África. Inició el periplo en Angola, más tarde en Mozambique, donde se hizo con los mandos de la selección femenina en el Afrobasket.
Le sorprendió el carácter de la gente, la falta de infraestructuras y la pasión de jugadoras que entrenaban a las cinco de la mañana, antes de irse a trabajar. Tras un tiempo sin equipo, se ha enganchado al continente y acaba de firmar contrato con el Rwuanda Energy Group (REG).