Baloncesto: Miguel Ortega, la energía algecireña

Redacción 01/04/2020

Valladolid, Granada, Alicante, Girona, Cantabria, Menorca, Gijón… No son pocos los territorios de la geografía nacional que a lo largo de las últimas temporadas han sido capaces de recuperar su lugar en el baloncesto profesional desde una Liga LEB Plata repleta de oportunidades.

Una competición que acoge actualmente a varias ciudades con pasado en la Liga Endesa y en la que hemos podido ver esta temporada a un total de 16 localidades (67%) que disfrutaron a lo largo de su historia de al menos un año en la Liga LEB Oro. Ese fue el caso de Algeciras, quien llegó a codearse con la élite a comienzo del milenio cuando su Algeciras CEPSA ejerció como uno de los equipos de moda de la competición durante dos temporadas.

De ello se encargaron técnicos dela talla de Porfirio Fisac y Manolo Hussein quienes fueron capaces de dirigir una nave en la que destacaron jugadores tan carismáticos de la competición como Carles Canals, Tuky Bulfoni, Marías Ibarra, Álex Escudero, Aaron Swinson, Nacho Romero, Anthony Stacey, David Doblas o el mismísimo Ricardo Guillén.

Lejano pasado roto en mil pedazo sen el verano de 2005 y con el que la ciudad gaditana pareció reencontrase de golpe a finales del pasado año cuando el Enerdrink UDEA Algeciras culminó su promoción a la Liga LEB Plata en una de las fases de ascenso celebradas en la Liga EBA. Todo ello a través de un equipo en el que el jugador de la tierra jugó un papel fundamental y con el que la entidad se ganó a pulso el regreso de la localidad al baloncesto nacional.

Así comenzaba a forjarse el retorno del Campo de Gibraltar a un baloncesto que parecía haber elegido en paralelo al que iba a ser su abanderado sobre las pistas, un exterior de la tierra acostumbrado a reinar en la Liga EBA y que iba a ejercer como la piedra angular del debut del club en la competición. Porque a Miguel Ortega Amusco eso de asumir protagonismo siempre se le dio bien tal y como demuestran sus números al frente de un equipo en el que el linense ha vuelto a brillar este año con luz propia.

Lo demuestran los números que le han convertido en el jugador con mayor número de minutos disputados en el baloncesto nacional (34´20”), en el máximo anotador de la Conferencia Oeste (16,8) y en el hombre que más faltas recibe por partido (5,25). Y todo ello sin olvidar su capacidad de hacer equipo en un vestuario en el que nacionales y foráneos se reparten las fichas del equipo al 50% contando con hasta cinco jugadores nacidos en la provincia de Cádiz.

Todo un valor energético para un proyecto de futuro con el respaldo de la energía añadida de Enerdrink y que promete seguir ilusionando próximamente a una comarca volcada con su equipo.

Fuente: FEB