El maratón de Julio Molina en Chicago

El atleta del CA Gerena continúa hacia la prueba número 100 de su carrera

Julio Molina 22/10/2014

El pasado 12 de octubre se celebró la Maratón de Chicago, una de las pruebas que configuran el World Marathon Majors, competición internacional que reagrupa, desde 2006, a las 5 grandes maratones del mundo, Nueva York, Boston, Chicago, Berlín, Londres y, desde 2013, Tokio. Hasta allí se desplazó Julio Molina, nuestro devorador de maratones, junto con la rojinegra del Club Atletismo Gerena para vivir una experiencia única. A continuación os dejamos la crónica de Julio donde plasma la grandeza de esta Bank of America Chicago Marathon.

Me inscribí en este maratón, porque era el último de los cinco grandes (Londres, Berlín, Boston, Nueva York, Chicago) que me faltaba completar. Bien es verdad, que posteriormente han incluido en la lista al de Tokio en el que me parece muy difícil participar porque coincide con el de Sevilla. Chicago es la tercera ciudad más poblada de Estados Unidos, tras Nueva York y Los Angeles; es la capital del estado de Illinois, y está situada a los pies del lago Michigan, lo que le da un clima muy peculiar, por lo extremo de sus temperaturas y la frecuencia de vientos (se le llama Windy City). Ese lago, visualmente, es un mar de más de 500 kilómetros de longitud; para hacernos una idea, el lago ocuparía la mitad de España.

Es una ciudad con muchas curiosidades, fue fundada por un haitiano, totalmente destruida en 1871 por un incendio, y, a raíz de ese desastre, los mejores arquitectos del mundo fueron atraídos a dejar allí sus obras, por lo que tiene rascacielos clásicos, que son obras de arte. Llama la atención, especialmente, el edificio Wrigley, ¡¡porque está inspirado en nuestra Giralda!! También es característico en el centro de la ciudad, el entramado de calles subterráneas, con luces amarillas y vigas de hierro herrumbrosas que tanto hemos visto en las películas de gánsters (es la ciudad de Al Capone, y el contrabando de alcohol los años de la “ley seca”) y, en cambio, el metro va en superficie, sobreelevado, casi tocando las ventanas de los edificios. Chicago es una ciudad con mucha vida artística (es la cuna del blues), inicio de la famosa ruta 66, gran tradición deportiva (el equipo de la NBA Chicago Bulls, equipo de fútbol americano, y de hockey hielo) e importancia política (es la ciudad donde vivía el presidente Obama y el actual alcalde fue su jefe de gabinete en la anterior legislatura).

En cuanto al maratón, destaca la masiva participación, 45.000 corredores. La salida y la llegada están situadas en un parque, en el centro de la ciudad, y empieza muy temprano, a las 07:30 hora local, y no sé realmente cual es la razón. La organización, con lo difícil que es manejar esa masa de corredores, y 12.000 voluntarios, me ha parecido perfecta, con datos para “copiar”, por ejemplo, traslado gratis y desde muy diversos puntos a la feria del corredor..; la feria, amplísima, sin ninguna aglomeración ni colas. En la zona de salida, muy estudiado el flujo de corredores, en función del corral asignado, llevándote primero al “ropero” y después al corral…. Me han llamado la atención dos datos: 1) el civismo de los participantes (ni un papel, ni una botella, ni un resto en el suelo…, y no he visto a nadie, absolutamente a nadie, haciendo “sus necesidades” fuera de los servicios portátiles habilitados) y 2 ) la participación femenina. Ha sido el maratón donde más mujeres han acabado (más de 18.000, lo que supone un 43% de los que llegaron. En España el porcentaje todavía no suele pasar del 10%…).

El recorrido es totalmente urbano, señalizado en millas y kilómetros, muy animado, sobre todo en la primera parte, con avituallamientos prácticamente cada 2,5 km, es decir, más que suficientes…Salió un día soleado, pero con frío (5º), acrecentado esa sensación de frío por el viento racheado.

En cuanto a mi maratón en particular, he cumplido con mis expectativas, ya tengo “años” y mis mejores marcas ya pasaron hace algunos. Mis pretensiones son mantenerme en unas prestaciones, en una horquilla entre 3,10 y 3,20, durante el máximo tiempo posible e ir sumando cada año 4 maratones para cumplir mi reto de llegar a los 100 (éste ha sido el 68…) Salí con muy buenas sensaciones…muy rápido y pasé por la media a 1,34. Pero cuando la carrera se hace dura, entre los kilómetros 23 a 40, el itinerario transcurre por barrios de extrarradio, con muy poca animación, incluso cruzando por puentes y autovías y dónde soplaba viento de frente... por ahí perdí algunos minutos. A diferencia de Nueva York, la mejor parte de la carrera es la primera mitad, que pasa por los barrios del centro y la animación es máxima. En resumen, otro más a la “saca”, en un escenario que mereció la pena.