Un manto para la Piedad Coronada
María José Caldero 28/07/2024 |
Esta semana que termina y que por momentos nos ha castigado con la primera ola de calor del verano y en la que hemos estado inmersos en la celebración de una muy recuperada Velá de Señá Santa Ana, asistíamos a la presentación en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla y posterior bendición del mismo en la capilla de la calle Adriano, del nuevo manto de la Virgen de la Piedad de la Hermandad del Baratillo, una pieza que tendrá su flamante e histórico estreno el próximo catorce de septiembre, fecha en al que tendrá lugar la Coronación Canónica de la Piedad Niña que tallara José Manuel Rodríguez Fernández-Andés en 1945.
La obra, que ya forma parte del ajuar de la Virgen, ha sido donada por Dª Rosario Santamaría Bermúdez, hermana de la corporación baratillera. Es una pieza que viene a engrosar el arte sacro sevillano y que se debe al diseño de Javier Sánchez de los Reyes, posiblemente el diseñador más prolífico del último lustro en las artes suntuarias del mundo cofrade en Sevilla, y ha sido ejecutado por el taller de bordados del astigitano Jesús Rosado, un taller también de referencia en cuanto a la calidad de sus trabajos.
En cuanto a la simbología que encierra el manto en su diseño, y tal como se detalla en la web de la hermandad, "se hace una clara alusión a la Virgen glorificada en medio del dolor y la contemplación de su Hijo muerto en su regazo" que es la iconografía que representa la Virgen de la Piedad llevando en su regazo al Cristo de la Misericordia. Para recrear en el manto toda esta simbología aparecen en la cenefa un total de cinco pequeños tondos en los que aparecen, de un lado, el Sol y la Luna, atributos con una clara identificación mariana, pero en este caso, también aluden al eclipse ocurrido en el momento de la muerte de Cristo; en el resto de tondos se pueden observar el corazón con los siete puñales (Siete Dolores de la Virgen), una azucena entre cardos y espinas (simbología asociada a la Virgen María en el trance de la pasión, extraída de un versículo del libro del Cantar de los Cantares) y la cruz con las escaleras en el central inferior, la Cruz que es Titular de la Hermandad y en cuya fiesta litúrgica tendrá lugar la Coronación Canónica. Justo encima de este tondo, un grupo de rosas de pasión abrazan el monograma de María coronado y que marca el eje central.
El manto, bordado sobre terciopelo de algodón español azul índigo, un color el azul de profunda identificación con la hermandad, en el que se han utilizado distintas técnicas e hilaturas en oro fino, destacando la profusión de cartulinas y hojillas con una estética que recuerda al estilo de Antonio del Canto Torralbo.
En poco más de mes y medio tendremos oportunidad de contemplarlo cobijando a la Virgen de la Piedad en un día que pasará a los anales de la historia de la Hermandad del Baratillo.