Cantudo

El Petardazo

José Antonio Jiménez 10/11/2013

Cuentan las lenguas antiguas que estamos ante el peor delantero de la historia del Sevilla Fútbol Club. Expresarse en términos absolutos siempre es complicado, suele dar pie a afirmaciones no tan acertadas. Por eso no vamos a ponerle a nuestro petardazo de la semana la incómoda etiqueta que diferencia a los malos de los peores. Eso sí, nadie puede discutir que los números de Cantudo en el sevillano barrio de Nervión son para echarse a llorar.

Antonio Manuel Cantudo Hernández firmó por el conjunto blanco en la temporada 1974/75 con 23 años tras haber destacado en las filas del equipo de su tierra, el Tenerife (16 goles en 52 encuentros). Un refuerzo más, muy bien remunerado, para intentar volver a Primera división. El objetivo se cumplió a final de temporada, pero este chicharrero de pro apenas pudo poner su granito de arena: 10 partidos y 1 gol (el logrado ante el Sant Andreu en el todavía sin acabar Ramón Sánchez Pizjuán). Ya en Primera tampoco justificó su contratación. 55 encuentros disputados entre 1975 y 1977 y 7 tantos anotados. Sin duda, registros que no permitían renovar a un ariete con mucho corazón y muy poco gol.

Para los que no tuvieron la oportunidad de verlo sobre un terreno de juego, recordar que Cantudo era un delantero peleón, como Diego Costa. Se pegaba con el defensa de turno, le amargaba la tarde. Pero sin puntería. Y con muy mala suerte. La prensa de la época recuerda que un año estrelló hasta una decena de balones en los postes. Muchos para un atacante con tantos problemas ante el marco rival. También aseguran los periódicos de la época que la presión y la hinchada sevillista hicieron el resto para que nunca se convirtiera en un atacante fijo para el técnico de turno. Por cierto, no podemos dejar pasar la ocasión para glosar un gol fallado a puerta vacía, a un metro de la raya, en el Bernabéu en el último minuto de un choque que los merengues ganaron por un ajustado 1-0.

Después de su paso por el Sevilla FC, se marchó al Deportivo de la Coruña. En el cuadro herculino, más de lo mismo. Mucha entrega, mucho pundonor y pocos goles en el zurrón. Ni jugando en Segunda era capaz de anotar más de 10 dianas por ejercicio.

Retirado hace ya muchos años, Cantudo trata de superar un percance que casi lo manda al otro mundo. Una trombosis cerebral que, afortunadamente, está superando satisfactoriamente. Para la historia quedarán sus muchos goles fallados y el anotado una tarde lluviosa: con el culo, tras un desafortunado despeje del arquero rival.